Superhéroes desnudos salvando el mundo

 
Buaf, qué semanita más asquerosita he tenido. Con decirte que la única alegría me la ha dado la báscula (mi querida enemiga) te lo digo todo, ¿no?

Y mira que tenía en mente un par de entradas de blog en plan comprometido e indignado pero mira, como decían los Love And Kisses, "Thank God it's Friday" (gracias a nuestro amigo imaginario es viernes o, como aquí se tradujo, por fin ya es viernes), así que me voy a despachar con una entrada de blog insustancial, refrescante, colorista y... llena de carne.

Porque no te olvides, querida María de la Consolación, que más de la mitad de las búsquedas de los que aterrizan en este blog van buscando PORNO. Ya ves tú, ¡en 2013! No habrá tumblrs, xvideos ni instagrams por ahí que se tienen que venir aquí, anda que...

Pues hala, toma carnaza... pero con fundamento.

Porque todos los superhéroes del mundo se han juntado para una carrera benéfica. Y, como todo el mundo sabe, la mejor manera de beneficiar una causa es salir en pelota picada. ¡Es una verdad universal!

Así que aquí tenemos a nuestros superhéroes corriendo, patinando y montando en bici a culo pajarero.


Mi problema es que ya sabes que el mundo del cómic y yo no nos llevamos excesivamente bien (que sí, que yo soy de los mortadelos, de cuando se llamaban tebeos y no "novelas gráficas") y ya con los superhéroes directamente me pierdo. No sé quién es quién. Vamos, que me sacas de los de Beartoncity y me sé a Superman y para de contar, y todo porque llevaba el caracolillo en el pelo a lo Estrellita Castro.

Así que... pido ayuda para la identificación de los siguientes superhéroes, porque para algo están salvando el mundo, ¿no? ¡Y desnudos! Naked superheroes save the world!

En primer lugar tenemos a otro Batman, que sí que me lo conozco, acompañado de Smiley quien, como todo el mundo sabe, es el patrón de las pastilleras (ah, que tú en los 90 no salías, se me olvidaba, jodera qué mayora soy). Robin se quedó en casa pelando las hebras de las judías verdes.


Sobre patines, el Capitán América (que sólo salva al otro lado del Atlántico, pronúnciese a-tlán-ti-co, por favor, como a-tle-ta).


Nueva imagen del Capitán América, esta vez flanqueado por dos ciclistas de rojo.


Éste de verde ni puta idea de quién es. ¿Linterna verde? ¿Arrow? Lo mismo es el chico de Telepizza que se ha apuntado al rollo.


El de rojo me suena, pero ni idea del nombre, ¿Flash algo? Desde luego Gordon no.


Aquí un superhéroe en su primer día de sol en las playas de Mallorca. En la marcha del día siguiente el color pasará a rosado jamón-york.


¿Y éste?
A ver, las listas: ¿quién es el superhéroe que va de azul y lleva unas trenzas como de Pippi Langstrumpf a modo de antenas en posición morcillona?


Y terminamos con estos tres: el que se ha escapado del casting del musical Cats, uno que salía de la tienda de polos de Lamartina y el "mira qué mono he quedado esquilmándole las témperas a mi hija".


Yo sólo puedo decir una cosa: para ser superhéroe y salir en pelotas por la calle por mucho body painting que te pongas... hay que DEPILARSE TODO, tener huevos... y cuerpazo.


Estrellitas Michelín

 
La semana pasada Madrid estaba vacía. Vamos, desolada. Todo el mundo se había ido de vacaciones o a las fiestas de su pueblo. Todo el mundo se vuelve vampiro, sólo se sale por la noche.

¿Y dónde está la animación a mediados de agosto? Pues en las fiestas de la Paloma, la guinda de las de San Cayetano que comenté hace un par de semanas y de las de San Lorenzo, a las que no he ido porque ya es demasiado chulapismo. Ir a las Fiestas de la Paloma supone saber que te vas a encontrar con una serie de amigos incondicionales que siempre están allí y ver que toooodo el mariconerío que queda en Madrid abandona Chueca por un par de días y se acerca a La Latina. Es tradición. El Orgullo Chico, vamos.



El viernes se estaba muy a gusto, pero el miércoles no se podía pasar por la calle Calatrava. Aquello lindaba con el agobio. Así que nos costó apalancarnos en un sitillo bien majo entre el Typical y La Bambola donde corría "una briznita" de viento a hacer como la familia real en el desfile del doce de octubre: saludar.



Porque nos hartamos de dar maribesos y de formar y deshacer grupúsculos de amigos. Lo de todos los años, vamos. Y mientras a ver cómo le explicas tú a un americano de origen exótico que el espantoso cuadro de la virgen que parece una monja es la excusa para la fiesta pero luego te pregunta por la otra fiesta de la virgen que hay en diciembre y entonces le dices que es la misma virgen pero distinta, y todo esto entre minis de limoná (aceptable, muy aguachinada en todos lados), de tinto de verano (bastante asquerosito dependiendo de la barra donde lo pidieras) y de cerveza (que se calienta en un minuto, pero al menos sabes que sale directamente del barril).



El caso es que entre jijijís jajajás amigos, amigos de amigos y amigos de amigos de amigos, tx y yo fuimos pululando y socializando entre varios grupos de gente.

Yo estaba ocupado tratando de mantener una conversación con tres personas que sólo hablaban inglés y al resto del grupo lo traté con mi habitual déficit de atención, me moví dentro de lo convencional: las cuatro frases chorras de rigor, el "qué barbaridad cuánta gente hay aquí", el "de dónde habéis sacado a ése" y el "fíjate tú qué poli más buenorro han puesto ahí". 


Y entonces.... cortarrollo. A alguien se le ocurrió decir que yo era Mocho el del blog y el libro y entonces se me pegó un tipo francamente "peculiar".

A ver, el niño era mono, estaba en los veintipocos, con unos ojos de esos de "te lo voy a comer todo", una barbita perfectamente perfilada y un cuerpo pasado de kilos pero que se adivinaba aún prieto, decorado con estratégicos tatuajes. Es decir, un cub encantado de estar rodeado de marimayoras que se lo comían con los ojos. Era un "estrellitas".




Ay, que le habían hablado mucho de mí y blablablá y tal y pascual. Y claro, para qué negarlo, que te doren la píldora sube el ego, y yo ahí poniendo la mejor de mis sonrisas... hasta que el chico decidió que tenía que hacerse el interesante.

Y entonces me dijo que él también colaboraba en un blog "de tendencias" y empezó a relacionar a todos los famosos del mundo de la cultura, el arte y la moda que conocía. Pero así, a relacionarlos, como si fuera un listado de ordenador. Y a hablar de las exclusivas fiestas privadas a las que asistía. Por supuesto, te puedes imaginar de quién decía ser amigo, ¿no?... ¡Bingo! de Alaska y Mario. Pero no amigo, no, sino íntimo.




Yo no sé qué esperaría que yo dijera, pero claro, a mí el mundo de la moda me interesa CERO y bueno, yo también una vez fui a una discoteca y había famosos, pero no por eso digo ya que somos íntimos. Entonces opté por mantener la sonrisa de "ok ok" y soltar frases del tipo "oh, ¿sí?", "vaya", "qué gracia, ¿no?", "aha"...

Después atacó con las redes sociales y poco menos que me pidió que lo añadiera a mi Instagram, porque tenía cuatrocientos y pico seguidores. Y miré su perfil. Ya tú sabes mi amol lo que me encontré: sopotocientas fotos de primer plano poniendo sonrisitas o carita de interesante, y detrás de cada una más de cincuenta corazoncitos de "me gusta" y una veintena de comentarios de "qué guapo eres".

- Huy qué poca cobertura hay aquí, solté, pasa como en el Orgullo, que las redes se colapsan. Ya lo miro mañana.


El caso es que no debió de hacerle mucha gracia, porque cambió de táctica. ¡Ya podría haber cambiado de interlocutor! Pero no, decidió abordarme por el lado pedante y se puso a sacar referencias culturaloides del tipo: "ah, ya, que te gusta la ópera, a mí es que me va más la música renacentista, es más pura", "y el jazz-fusión".

Casi me da algo, sólo le faltaba soltar lo del mestizaje. Con lo que yo ODIo lo del Valdés, el Cigala y esas cosas. Pero no era plan ponerse a hacer dramas en plena calle, y menos con un mini de limoná aguachiná en la mano.



La providencia vino en mi ayuda. Por los altavoces sonó la latinada más horripilante que te puedas echar a la cara. Ni la Gloria Esfínter, la Jenny Farlopa y el Pisbull juntos, vamos. Como espoleado por un resorte, me puse como loco a hacer unos pasitos coreografiados. Y el tx llegó en mi ayuda metiéndose en la conversación.

- No le hagas ni caso, es que es lo que baila en sus clases de zumba.

Y yo repuse: "Claro, que hay que bajar tonelaje", y me pegué una palmadita en la barriga.



Craso error, Mocho, porque no pude evitar que inmediatamente después mi mirada se posara durante un picosegundo en SU costado, tan resobado por el resto de amigos de amigos de amigos y evidentemente voluminoso, máxime para su edad. 

El caso es que me miró así como olisqueando para arriba, hizo un mohín mezcla de sonrisa y náusea y me lanzó un besito con los dedos para despedirse.




Conclusión: soy capaz de bailar algo similar a la salsa sin que se me caiga una gota de un mini de limoná de la mano.

Ay qué descanso joderaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.




Yo de mayor quiero ser como Bonnie

 
Si alguien en mi infancia me hubiera preguntado "qué quieres ser de mayor", tendría que haberle dicho que "corista en un vídeo de Bonnie Tyler", porque ojo con esta joyita que rescataron del baúl de los recuerdos uuuh hace poco en el Fraggel:



El vídeo de "Holding out for a hero", canción hiperfamosísima de la que no recordaba el vídeo. Pero es que es total: pelos cardados, maquillajes ochenteros, vestidos vaporosos, ventiladores, látigos fosoforescentes, gritos "aaaaaaaah"...


Pero yo no contestaba eso porque para la época que salió la canción a mí ya no me preguntaban ya esas cosas sino el tan traído y tan llevado: "¿cuándo te echas novia?"

Los "un poco" más jóvenes puede que recuerden la versión que hizo E.G. Daily (cantante de meteórica carrera que se forró doblando a Tommy de los Rugrats y a Cactus de las Supernenas, con eso te digo todo) para los títulos de crédito de la serie de televisión Camuflaje (Cover up). 


Camuflaje era un puro delirio. Jennifer O'Neal (mucho Mulligan y Visconti, pero mira dónde la teníamos en los 80) llevaba un grupo de agentes secretos bajo la tapadera de una agencia de modelos cuya máxima estrella era Jon-Erik Hexum, un cachas guaperas de la época. 


El guapito estaba un día haciendo el tonto en el rodaje con una pistola de fogueo, se la puso en la sien y disparó. La bala no lo mató, pero su carcasa le fracturó el cerebro y le causó la muerte a los pocos días. El tío que pusieron para sustituirlo ni estaba bueno ni tenía gracia, así que la serie se canceló. Y, de todas formas, E.G. Daily no le llegaba a Bonnie Tyler ni a los filis de los zapatos.

Porque si seguimos con Bonnie, una de las entradas más visitadas de este blog es la dedicada a su vídeo "literal" de "Total Eclipse Of The Heart", que es un puritito descojone (clic).


Pero... ¿qué habría ocurrido si "Total Eclipse Of The Heart" hubiera sido cantada por otras divas? Y no me refiero a la Daily, sino a Adele, Cher, Streisand, Shakira, Minnelli...

Pues probablemente esto:


Unas "impresiones" de la actriz/cantante Christina Bianco, que no tienen pérdida.

¿Por qué los maricas somos tan DIVA-dependientes, y cuanto más exagerada y dramática la diva, peor? 

Porque nos encanta, porque la Bonnie de pelo cardado muy mocho-style y porque yo de mayor quiero ser como ella (pero no participar en Eurovisión haciendo lo que hizo, qué degradación, jodera).


Ah, que ya me han llegado correos al respecto: no puedo poner el enlace al disco de anteayer porque Blogger me cierra el blog, así, tan panchamente, así que quien lo quiera que me lo pida por email.

medaigual, mancanta

 
¿Qué? ¿Aburrido de la solana y el calorazo?
¿Que no?
Pues yo sí.

Así que me he hecho mi propio recopilatorio musical veraniego 2013.

Canciones pachanga pachanga para bailar, hacer bici elíptica y animarme un poco en el coche. Que este año el nene no se ha ido de vacaciones, ya ves tú cómo están las cosas. Sí, todo lo más de verbena, madrileñeando por aquí.

Pues eso, que para que te espantes a gusto, aquí va... el disco del verano dos mil treceeeee.
(hispters y modernasdemierda absténganse):

1. Yurena. Forget (Pop radio edit).
No llega a ser el temazo de GO, pero es digno sucesor. Digaustéquesí.

2. Juveniles. Fantasy

Típico grupo del que no tenía ni idea hasta que alguien pone en el Facebook el enlace. Se ve que este año se lleva el rollo retro.

3. Pet Shop Boys. Love is a bourgeois construct

Genial sampleo del Chasing sheep is best left to shepherds de la banda sonora de El Contrato Del Dibujante de Michael Nyman, que también "sampleó" el bajo de la ópera "El Rey Arturo" de Purcell. Hipnótica.

4. Asier Etxeandia. Tú te me dejas querer

¡Algo que no es radiofórmula! Ya hablé aquí de "El intérprete". Atención a la letra, que tiene mucha miga.

5. Capital Cities. Safe and Sound
Otra "novedad". ¿Quiénes son? Niputaidea.com. Pero ¿a que molan?

6. Band à part. Verano azul, invierno nuclear
¿Que me iba a olvidar yo de mi dosis de tontipop? Canción que crece con las escuchas y que, a pesar de la languidez de la voz, acabo siempre animadísimo y bailando como loco con ella.

7. Daft Punk. Get lucky

El hype del año, o cómo los Daft Punk se ríen de todos nosotros, generan moda retro, sacan mil remixes y a la vez se forran.

8. Crayon Pop. Bar bar bar
La sensación coreana del año. Con vídeo gracioso y coreografías que aprenderse. Yo lo bailo como loco.

9. David Guetta. Play hard
Canción machacona que no tendría el más mínimo interés sin el sampler del Better Off Alone de 1999. 

10. Fangoria. Desfachatez

Bueno, había que poner lo último de Fangoria, en plan Camela style. A mí la canción me parece bastante horripilante, pero bueno, tiene su punto para macarrear a gusto.

11. Granville. Jersey

Que no todo va a ser anglófono, coño. Aquí la canción de moda en el país vecino este verano.

12. Pitbull & Christina Aguilera. Feel this moment
La tía que grita y el pesao que no para de hablar, con el trasfondo del Take On Me de A-ha. O sea, medaigual, mancanta.

13. Mara. Dj dale play
Ya que estamos con latinadas insufribles, no puede faltar ésta. Porque yo la bailo en clase de Zumba, y no veas los brincos que pego.

14. Rafa Spunky - The moon
Nos relajamos con la cálida y preciosa voz de Spunky, que ahora se pone el "Rafa" delante. También mancanta.

15. Lady Gaga. Applause
Lo nuevo novísimo de la Gaga. Tanto que ni hay vídeo. Bueno, al menos no resulta tan murga como lo anterior, ¿no? Tiene un pase.

16. Nancys Rubias. Me encanta
Cójase una canción en la que no hay dificultad vocal porque es declamada y pídasele a un director famoso que haga un vídeo chulo. Me da igual, mancanta.

17. Will.I.am 6 Britney Spears. Scream and shout.
Vale, ya tiene unos mesecitos, sí. ¿Casi el año? Cojostio. La verdad, está aquí un poco de relleno. Pero bueno, tiene su aquél.

18. Delafé y las Flores Azules. No te dejaré nunca más.
La canción más "clásica" del último disco de Delafé. Para mi gusto le falta un minutillo de explosión final.

19. Pet Shop Boys. Vocal
Te ponen esta canción a finales de los 90 en el Refu y te la crees. Repetición de los PSB, vale, pero es que es un trallazo.

20. Sportfreunde Stiller. Applaus applaus
A mí que me digan que esto es el gran éxito del año en Alemania me deja loco. ¡Qué cosa más aburrida y fea! Lo he puesto como Bonus track para "hacerme la interesante".

¿Que me falta el ROAR de Katy Perry?
Ah, pues me da igual, chico.

Como siempre, la lista está en Spotify, y si tienes dificultad para encontrar alguna canción, pues me lo dices o te las bajas de los youtubes, que no cuesta naaaaaada en esta dirección:





¿Qué? ¿Nos vemos esta noche en el Orgullo Chico de la calle Calatrava o no?



Programa de lavado, aclarado, centrifugado y secado.

 
Hola furcias.

El sábado tuvimos jornada "familiar". La hija de unos amigos quería ir al Parque de Atracciones y evidentemente no se les ocurrió otra cosa que llamarnos. Lógico: la mamá se desentiende de la niña, Tx habla con el papá de fútbol, toros y política y... ¿quién entretiene a la niña subiendo a todas las atraccioneeeeessss?

Adivinaste: el tío Mocho.


PORQUE ME SUBÍ ABSOLUTAMENTE EN TODO

Y, hay que reconocerlo, un día entero de Parque de Atracciones de Madrid en sábado, en agosto y con treintaypico grados de temperatura... es agotador. ¡Hasta para mí!

Y como no he hecho nada en este finde relevante de contar (o que pueda ser contado aquí, que yo soy muy pudoroso), pues voy a hacer una mochoguía de "cómo sobrevivir un sábado de agosto en el Parque de Atracciones de Madrid".


Lo primero, organización:

No te líes, el Parque de Atracciones es una cosa y el Warner es otro, y están muy lejos el uno del otro. No te me confundas, que hay mucho #gaydesubicado por ahí.

Precio:
La entrada de por sí es un robo. Si la compras en taquilla te soplan 30 euros. Si la compras online con día fijo de entrada está en 20. Y para que se te quede en 15 tienes que buscarte los bonos descuento. ¿Tú sabes, miamol, esos papelajos tipo FamilyCheck con descuentos mil que te meten en el buzón, que te encuentras en el dominical de La Razón o que te dan en el súper con el cambio y que tiras inmediatamente a la basura en cuanto llegas a casa? Pues si quieres ir al Parque no los tires.


Que nosotros no sabíamos que habíamos hecho con ellos y hala, venga a rebuscar por toda la casa en la basura de reciclaje y nada, que no. Menos mal que el tito mocho es hombre de recursos, vive pegado a su ordenador y consiguió un código descuento para canjear online y que nos salieran las entradas a 2x1. O sea a 15. Aceptable.


Comida:
Nena, ve desayunada. Más que nada por tener el estómago asentado cuando empiecen a zarandearte por los aires.
Y luego ya lo sabes: cada alimento o bebida que compres allí... palo asegurado. Así que mejor te llevas unos bocadillitos envueltos en papel de plata y una botellita de agua que ir rellenando en las fuentes, o te arruinas.
Hay una consigna para guardar la nevera con las tortillas, pero eso es ya bastante excesivo, ¿noooo? Ah, y 7 euracos.


Chulánganos:
En el Parque vas a ver carne fresca, joven y turgente. Es el hábitat natural de todo macarrilla exhibicionista que se precie. Y si puede aprovechar para quitarse la camiseta lo hará. Si eres de las que se ponen malas y le entran palpitaciones viendo pectoralias.com mejor no vayas.
Ahora bien: el mariconismo está en niveles muy bajos. No te confundas. Esto no es la Cool por mucha teta al aire y camiseta de tirilla que veas. por supuesto que hay miraditas y tal, pero guárdate las ganas de cancaneo y la batería del móvil para otra ocasión.


Colas:
Las colas para montar en las atracciones son desesperantes. Sobre todo en las de más vértigo. Uno puede estar dando vueltas y revueltas, calculando el tiempo que le queda para subir dependiendo de la gente que haya delante, etc. Y así se puede aguantar una cola de media hora. Pero piensa en los que te acompañan. No lo aguantan y se aburren mogollón.

Existe una pulsera llamada Speedy Pass que te permite colarte a todo el mundo en las atracciones sin esperar. El precio varía cada día según la afluencia de público. Y se puede poner tranquilamente en los 30 euros. O sea una barbaridad. Ya depende de lo friki que seas. La variedad "Silver" sirve para no esperar colas pero sólo se puede utilizar una vez por atracción. Si está a un precio razonable puede ser una buena opción. ¿O eres de las que gusta ser centrifugada siete veces seguidas?

Y ya, por último, LAS ATRACCIONES.

Ay, Mariadelcarmen, tú me tienes que entender.
¿Te acuerdas de todas esas atracciones a las que subías de pequeña con tu calco superdiversión o la pulsera que era un cordel y un remache metálico?
Pues ya no queda ni una.


Vale, el Pulpo lo quitaron en los 80 tras un accidente mortal. El "Árbol cafetería" era una bobada, nadie subía y estaba cerrado desde hace siglos. Tampoco están el Enterprise (auténtica centrifugadora), el laberinto de espejos (del que se salía enseguida porque el suelo del camino estaba desgastado), las alfombras mágicas (horribles, te quedabas siempre parado a mitad), el Gusano Loco (donde se metía mano a las chicas), la Casa Magnética (que era una idiotez pero a mi hermano mayor le encantaba), el Barco del Mississippi (que estaba que se caía a cachos), el Viaje espacial ni el Tren del Terror. Y las montañas rusas han evolucionado: El 7 Picos ha dejado su sitio a una locura acojonante y  la Jet Star, que era la que de verdad daba miedo (más que nada porqla sensación de que ibas al aire total) ha sido sustituida por una montaña rusa tradicional bastante suavecita.

Si, amiga artista, tampoco está el Pintoyó, ese sacacuartos engañamuchachos donce hiciste tus primeros pinitos dalinianos que consistía en echar chorros de pintura a una cartulina que daba vueltas, para acabar haciendo un horrible cuadro artístico que enseñabas a tus papás y te miraban con cara de "este imbécil de niño mira lo que ha hecho con el dinero".


Lo dicho, que todo se renueva menos nosotros. Pero lo que me parece fatal es que quiten la noria y los coches de choque. Es que es lo identificativo de un parque. En fin.

Tranqui, de los antiguos permanecen el Ford-T y el Telecombate, que ahora lo han customizado pterodáctilamente y se llama Telesaurio.

Entonces... ¿qué nos queda?

Pues disfrutar de...

LA LANZADERA


Te suben al cielo y te sueltan de golpe: acojonante



STAR FLYER


Te montas en un columpio sujeto con cuatro cadenitas, eso empieza a subir, subir y subir y dar vueltas. En cuanto superas el vértigo es muy bonito ver Madrid desde las alturas, pero como subí solo empecé a mirar arriba, abajo, a los lados y tal y acabé un poco mareado.



TARÁNTULA:


Montaña rusa cojonuda, porque los vagones van girando y nunca sabes si caes de frente, de lado o de espaldas. Bestial.



TORNADO:


Hacer loopings hacia alante y hacia atrás con las piernas colgando. Estupenda. Sólo tiene la pega de que te vas dando cabezazos contra las protecciones.



ABISMO:


40 minutos de cola para 1 minuto de locura vertiginosa. MUY FUERTE. Sólo por ésta y la Tarántula merecería la pena comprar el Speedy pass. O sea, no te pierdas el vídeo.


VÉRTIGO:


Montaña rusa clásica con unas revueltas iniciales bastante bruscas que le dan gracia. Ideal para empezar y para llevar a niños.



LOS RÁPIDOS:


Para que la abuela se moje un poquito y diga "huyhuyhuyhuyhuy". Superfamiliar. Colas tremendas.



LOS FIORDOS:


Una caída en barcaza para empaparse y aprovechar después para quitarse la camiseta. Divertido. También bastante cola.



EL ASERRADERO:


Un par de caídas de agua para refrescarte un poquito.


La gracia es que si tus amigos están esperando fuera, con echar 50 céntimos a una maquinita te pueden dejar empapado perdido al paso por las mangueras. Animaluchos.


ROTOR:


El antiguo cóndor. Nada del otro Thursday. Dar unas vueltas mientras subes y bajas.



LA JUNGLA:


Esta es cutre con ganas: muñecos animatrónicos de hace 30 años que se mueven y están ya todos medio rotos, llenos de telarañas o arrancamoños. Merece la pena por lo cochambrosa que está antes de que la quiten.


FANTASÍA:


Básicamente lo mismo que la jungla pero bajo techo. Un cutrerío horripilante a modo de paseo en barca por todo el mundo con muñecos tipo Cortylandia que ya ni arreglan cuando se estropean. Espantosa del todo. Mira el vídeo, mira:



Y ya creo que no subí a nada más. El TNT Tren de la mina estaba en revisión y esta vez no me tocó ir a las infantiles porque la niña ya tiene una edad que le da vergüenza. 

Peeeero cuando los papis estaban recogiendo las cosas de consigna, al lado de la puerta de salida estaba el...

TOP SPIN:

 
Qué horror. Te dan vueltas, te ponen boca abajo, boca arriba, te zarandean... un minuto de sacudidas insoportables. Pero yo allí muy macho aguantando. Salí que me daba vueltas todo todo todo.


Y ya está. A las seis de la tarde, con la fresquita y con TX más que harto porque él no se sube a nada de nada de nada, volvimos a casa. Justo a tiempo para descansar un poco, cenar y... oye, echar luego un polvazo tremendo en la terraza, en el que me tocó hacer de...


El parque de Atracciones de Madrid tiene un tamaño lo suficientemente pequeño como para que todo esté a mano sin tener que andar kilómetros, hay buenas atracciones y los fines de semana hay colas insufribles, pero es lo que toca. Y es caro si no te buscas un descuento. Pero mira, a mí me mola, qué cojones. Ahora a esperar a ver quién me lleva al Warner, cojostio.


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