¿Lo consolo o no lo consolo?


Otro finde sin salir, para que luego no digan de mí sin ser nada de eso yo.

El viernes sesión de gimnasio. Al tx le ha dado por sacarme fotos en el vestuario. Dice que le da morbo y además le pone el estar escondiéndose de los demás para que no nos pillen. Así en plan posado robado sentado en el banco, o con la puerta de la ducha entreabierta. En fin, un caso de hombre.




Y el sábado recibimos por la mañana la llamada de la Ketty. Que si íbamos a ir al cine a ver Julio César de Händel (conocedor como es él de mi afición por la ópera). Y mira, chica, yo quería ir, pero se lo comenté al tx y dijo que no, que él prefería verla en teatro. Y yo pensándome para mis adentros "pues espera sentado, bonico, porque este año donde más cerca la ponen es en el Palais Garnier de París, e ir, lo que se dice ir, no vamos. ¡Si fuera Celine Dion todavía! (n.p.e.q.l.e.) (nota para el que lo entienda).


Pero mira, al final entre el tx y la Ketty decidieron que sí, que íbamos los tres tan panchos. Y oye, qué bien lo pasamos. Eso de entrar en el cine a las seis, encontrarrnos con unos amigos muy ideales, escuchar una ópera con los ruidos de la película Combustión nosequé en la sala de al lado, tomar unos sangüis de extranjis en el entreacto y salir a las once silbando y tarareando (todos) fue una experiencia la mar de gratificante. La crónica, aquí.

Pero lo más lo más... lo más fue cuando nos aparece esto:



Achilla, el general líder del ejército egipcio bajo las órdenes de Tolomeo.
Interpretado por un tal Guido Loconsolo
¡Semejante brutarraco en pantalla gigante!


Se hizo el silencio.
Y una gran mancha de aceite inundó la sala.
Él, con su aire machirulo, con su casaca medio desabrochada para insinuar pecholobo, con esa cara de chulángano italiano... ayyyy.
Y va en la siguiente escena, se quita la chaqueta y deja entrever un tatuaje tribal que ni que acabara de salir de la Kluster.
Y ya cada vez que aparecía soltábamos todos un suspirito.
Que otra cosa no habrá, pero gayses en la ópera, aunque sea en el cine, ni te cuento.
Hala, te dejo con unas fotos que he encontrado rebuscando aquí y allá.
Un auténtico barihunk.









¿Es o no es para quitarse las bragas y tirarlas por la ventana?


Beartoncity vs J.R.

 
Ayer fue 23 de abril, día de San Jorge, y se celebra el día del libro porque en El Corte Inglés y el VIPS sacan unos tenderetes a la calle y puedes comprar el cuadernillo de recetas de cocina de Mariló Montero y los trucos de Sergio un 5% más barato. Si además vives en Cataluña, pronuncias "Sant Chordi" y colaboras además a que los floristas hagan su agostillo.

Pues no, lerda. Que es el día del libro porque se conmemora el aniversario de las muertes de Cervantes y Chéspir (Shakespeare). Y se supone que eres una mariculta y que tienes que leer algo más que Twitter y facebook (que ya no lees ni blogs).

Así que hala, en un arrebato de auténtico spam, para ti, fiel lectora de folletines femeninos tiempoentrecosturas style o best sellers escritos a golpe de hiperlink de wikipedia, un par de recomendaciones:


 
Otro fantástico libro de Guillem Medina, que nos sumerge en la nostalgia televisiva de hace tres décadas (o más). ¿Quién puede resistirse a leer sobre el capitán Stubing, Kelly Garrett o Míster Spock? (Y a estas alturas las maricas adolescentes ya me habrán llamado viejuno y habrán dejado de leer porque no tienen ni idea de quién hablo).

¿O es que soy el único que se dio cuenta de que Patsy la de Absolutely Fabulous fue la Purdey de Los Nuevos Vengadores?



Además, para ti, persistente iletrada, es un libro ideal: puedes abrirlo por cualquier página y entretenerte mirando los santos.

En serio, los libros de Medina tienen una labor de documentación brutal y son una auténtica gozada para la vista y para el cerebro. Tiene otro sobre figuritas de acción: 30 centímetros (o menos) que te deja alucinado: cómo se pueden escribir más de doscientas páginas sobre madelmanes...¡y no aburrir! Ah, ya, es verdad, que tú eras más de la Nancy y el Hogarín.
  

Pero si tanto texto te ha descolocado y has necesitado un par de ibuprofenos para centrarte, tranquilo, que aquí tienes la segunda recomendación: ¡un cómic!

Tras los acontecimientos salvajes durante la inauguración de la sauna Marica D'Or provocados por El Abominable Hombre Del Cuarto Oscuro, llega la continuación de las aventuras de tus superhéroes favoritos:



La ciudad de Beartoncity respira tranquilidad gracias a la seguridad que les otorga su patrulla de beardefensores pero siempre hay amenazas a las que enfrentarse.

Una vez más, los espectaculares dibujos de Daniel Mainé te llevarán a gritar "¡Arriba las barrigas!"


Mariconismo, movimiento bear, wonderbollos y metalenguaje de superhéroes bajo la "pluma" de un auéntico superventas que, además, es un encanto de hombre.



En fin, que no está de más de vez en cuando comprar un libro, piensa que son dos copas en un lugar de moda o cuatro en uno de flyers de 2x1, y no tienes que esperar colas ni aguantar a las marilocas de siempre.

[/MODE MARICAMALA ON] Ah, ya, vale, que lo tuyo es leer a Pratchett, Saki o Hemingway... me callo entonces, me callo [/MODE MARICAMALA OFF]


Ocupado


Hola, aquí Mocho gastando desperdiciando espacio virtual en internet.

Llevo unos días suuuuuperocupado y, aparte de que no me ha ocurrido nada interesante que contar en el blog, mi capacidad creativa está centrada ahora mismo en otros asuntos. Y, querida, yo soy como Windows, que si hago dos cosas a la vez doy error y ¡zasca!  pantallazo azul.

Además, hoy tenía que dejar mi crónica del Don Giovanni del Teatro Real

Pronto volveremos (espero)

Que Trabaje Rita en la Feria de Abril

 
¿Qué? ¿Te quedaste muy desubicada con la anterior e incomprensible entrada del blog sobre la alternativa o sustituto al Google Reader? Que ya he recibido quejas por lo críptico y poco claro en los versos, ya. Tranqui, que aquí va una entrada de mariconeo auténtico.

Cuando digo eso de "noooo, si yo ya no salgo, si salimos muy pooooco" entonces repaso lo que he hecho este fin de semana y me digo: Mocho, o tienes muy poca memoria o te engañas a ti mismo, jodío desgraciao. Aunque también puede que te compares con cómo eras tú "before-novios" y entonces claro, mira quién llamó puta a la Méndez.

Porque este finde hemos estado por ahí de pendoneo. El viernes no nos movimos de casa (su ratito de gimnasio para que el oso perezoso no me robe la alcaldía en Foursquare i punt, será cerda) y el sábado me tocó una de esas sesiones familiares tan entrañables en casa de los suegros, pero fíjate si estaba yo desganado que ni saqué fotos de los adornos de las vitrinas. 

Pero por la noche, tras quedar en casa de unos amigos para cenar nos fuimos alputocentro.com a ver a la maripandi, que venía un sector de BCN y era la primera noche de temperatura agradable. Porque ya sabemos que en Madrid pasas de congelarte a achicharrarte, y en cuanto la temperatura diurna pasa de 15 ºC todo dios se lanza a la calle, y las maricas se ponen a lucir camiseta sin mangas como si no hubiera un mañana.


El caso es que éramos... ¿cuántos? como una docena de mariques cuarentones recogiendo flyers por la calle Pelayo. Qué hartura, si acabas con los bolsillos llenos de tarjetitas de cartulina que pareces Mayra, joer. ¿Y dónde nos metemos tal troupe? Me hubiera gustado acercarme a La Verbena de la Guarrona del Pelucas y Tacones, pero conozco el local donde lo hacían y puffff, mejor no, no hubiéramos cabido. Hicimos bien, porque me dijeron que estuvo petado de gente, que no daban abasto, que los camareros unos bordes y que los vasos estaban sucios. Vale que era la verbena de la guarrona, pero chica, haz un querer.

Y nos metimos en nuestro querido Fraggel Pop, que milagrosamente no tenía cola. Y allí que estuvimos embutidos en el fondo viendo chicos guapos y escuchando grandes canciones de ayer y hoy tipo el "tócame el chichi" de Soraya. Menos mal que el pincha tuvo la luminosa idea de poner "Al amanecer" de Los Fresones Rebeldes.



Y se fue llenando, y llenando, comenzaron las apreturas, y mira, uno que aprovechó y me marqué un "Fajas" con un chulángano bastante idiotita él que estaba al lado. Como todavía no se puede uno descargar "Los Amantes Pasajeros" ya pondré más adelante de qué se trata.

El Fraggel, como siempre: sin ventilación (oh, sí, el aire acondicionado funciona sólo si estás debajo de él), oliendo a rayos (dúchese, señora), con una iluminación paupérrima, hasta la bola de público y con una música supermurga que suena como el culo... ¿y por qué seguimos yendo? Aaaaaah, misterios de la Creación. Porque nena, te encuentras con todo dios, si ya nosotros parecíamos la excursión de un crucero gay (a ver, los del grupo 9, que no se me pierdan) , allí estaba el resto del pasaje, empezando por bloguerismos varios y terminando por expedientes Iker del pasado.

A la salida nos quedamos unos poquitos e hicimos lo de siempre: repasar la cola del Fraggel, que siempre es interesante.



Y nos acercamos al Bearbie, que o hacen algo para que remonte o dura dos telediarios, porque había poca gente y la calidad del sonido sigue siendo penosa. Menos mal que la Ketty y yo estábamos a lo nuestro, comiéndonos con los ojos a un brutángano tremendo con un culazo en el que se podía preparar un picnic para seis personas y rebañar con la lengua. Buf. Además, cumplió todas las expectativas australopitéquicas: respondió con una especie de ininteligible risa/bufido a los piropos emitidos. Bestial. También nos entró un señor ASÍ COMO DE MI EDAD que nos preguntó los nombres. La Ketty, que es muy larga ella, se presentó y señalándome dijo: "y éste no sé, lo acabo de conocer". Comprobamos cómo Eduardo Casanova (el Fidel de Aída) se sabía al dedillo la coreografía del vídeo de "Dramas y Comedias" de Fangoria, tan despendolado como siempre, y recogimos al desecho humano que se hace llamar TX y que se estaba durmiendo en un sillón antes de irnos a casa. De la estancia en el local lo único que sacamos en claro fue el éxito de la nueva receta de la cocina fusión: los alfajores con butifarra.


Bueno, hala, con esto ya habrás terminado esta entrada del blog, ¿no?

¡Pues no, jodía!

Que todavía ni he mencionado el sitio del título de hoy. Anda queeeee....

Pues ahí estamos, que el domingo hizo tan buen día, con tan buen tiempo, tan luminoso que pensé que qué mejor que dejar al tx en casa y pasar la tarde dentro de un antro. Porque el domingo se celebraba una nueva sesión de "Que Trabaje Rita".




QTR es una sesión mensual de domingo tarde que viene a recoger el testigo de lo que fueron las EPT (En Plan Travesti) de hace unos años o, un poco más de pasada, los Shangay Tea Dance de mucho más atrás: música chochi, ambiente divertido, mariconeo clásico, poca actitud (bueno, no para algunas) y ganas de terminar la semana con mucha fiesta.

La sala Charada, en la calle de la Bola esquina con Leganitos, está bastante bien de tamaño. No es grande pero no se ve agobiante. Y tiene unas instalaciones de luces la mar de atractivas (al menos para maricas exveinteañeras como nosotros). La planta de abajo tiene otra sala donde encontrar un ambiente musical distinto y la muerte, porque las escaleras tienen un peligro tremendo, que están como en esquina. Casi me dejo los filis y los dientes. También están los servicios, con las clásicas colas: la de chicas, la de drogarse y la de hacer pis.



Abren a las ocho de la tarde (20:00 pm para las estrictas), y nos dijeron que estuviéramos prontito. A las 19:30 sólo había una travesti en la puerta y gente pululando. A las 19:35 nos pusimos nosotros (tercer grupito, detrás de Don Otto) y en cosa de cinco minutos la cola llegaba ya hasta la calle de abajo. Abrieron poco antes de las ocho y hala padentrooooo.

Contras del lugar: es caro y la cola avanza a pedales.
A ver, se peta, y mientras la gente siga yendo en masa, pues pa qué bajar los precios. Si estás en lista de puerta la cosa te sale a 10 € entrada + copa o 15 € entrada + 2 copas. Vale, no es un exceso. Pero es que si no estás en lista, 15 € la entrada con copa. y el ropero 2 lereles. Jodó. Los 100 primeros como compensación tienen cóctel de bienvenida gratis, que ayer, con motivo de la Feria de Abril, era un rebujito. Luego está el sistema de cobro, que hace que la cola vaya lentíííísima. Ah, si vienes de travesti entras gratis, con eso te lo digo to.



Pero bueno, ahí estaba yo tan pancho y alegre customizado de Nati Abascal (ahora Naty) cuando me doy cuenta de que me he tomado el rebujito, tengo una copa en la mano... y el coche aparcado en Chueca. ¡Coño! ¡Que no me acordaba de que me había dejado a TX en casa y tengo que conducir. Pues nada, a bebérmela en cuanto antes y luego a bailar y bailar para exudar los efluvios alcohólicos y volver lo más tarde posible a casa, claro.

Porque lo bueno que tiene el sitio es que la marcha empieza desde el principio. A las ocho y cuarto, recién salidito de la sauna center que está a un paso, ya puedes estar pegando botes (además, con la musicaza del Señor Cuenca). Y si eres buen chico a las diez y media / once ya te puedes volver a casita, descansar y hala, al día siguiente madrugar que es lunes. Y si no, creo que está hasta las 2 de la mañana. Que para un domingo ya está bien, ya te vale, bonita.





Y otra cosa buena que comentar: lo bien que se lo curran las camareras. Las de la barra de la entrada, supermajas. Y la de la barra de al lado de la cabina, supereficiente. Porque la chica ni sonreía ni te decía ni mu, pero sabía manejarse con una soltura cojonuda frente a la masa de borregos que la atosigábamos, que si ponme el rebujito que si ponme Redbull en vez de EnergyDrink. Un diez. 



Y los tíos.
Sí, lo reconozco, me da complejo de señora mayor.
No sólo porque en esta ocasión iba acompañado además de un cobloguero cuasiadolescente postpúber, el señor Driver (¡holaaaa!), sino porque joder, cómo vienen empujando las nuevas generaciones. 

Señores, QUÉ TÍOS MÁS BUENOS.
Para babear, babear, seguir babeando y revolcarse en las babas.
Además, ¡hay cobertura 3G en el local! Así que puedes localizar a todas las perras que están grindereando y, escondiéndote en tu perfil en el que no se te ve la cara, empezar a soltarles guarrerías y cerdeces varias.



Y también hay mucha "moderna", de esas que no se sabe en quién se inspiran para esos estilismos capilares tan alternativos y que llevarán ropa de marca, pero parece que la acaban de sacar de un contenedor. La última moda: los pantalones no cortos, sino cortados. Vamos, llega mi madre allí, coge la Singer y no sale uno sin que le haga un dobladillo como dios manda, hombre ya.

Pero vamos, que carne, lo que se dice carne, hay. No sé, mira tú mismo: clic.
No se debe poner clic en los blogs #esmal




En llegando las once comenzó el show. 
¿Lo he dicho ya? Sí, dos veces. Pues va la tercera: la temática de la fiesta era "Feria de Abril". Y el chino de enfrente hizo el agosto vendiendo claveles y abanicos.
Anacronismo total: seremos muy modernas, pero lo que hubo de show es de un tardochenterismo de lo más clásico: travestonas haciendo playbacks de folklóricas. Vamos, como la Ponchi en el café Galdós hace 20 años. Muy transgresor, muy de modernas. Creo que una cantó en directo la del "no decirle mariquita, que tiene nombre también". En fin. Menos mal que Supremme De Luxe me sigue pareciendo la única drag de esta ciudad que tiene gracia y supo manejarse muy bien como presentadora. Y luego de soltarnos la de "Soy una feria" y otras así, empezaron las sevillanas.



Y no, sevillanas no. Sevillanas era lo que ponían en TODAS las discotecas al finalizar la sesión cuando yo tenía 18 años, o sea en el Pleistoceno Medio. Luego se pusieron de moda entre las pijas y hala, ya las ponían en los chiringuitos veraniegos de Gandía (#yotambiénveraneabaenGandíaShore) y aquello era un no parar de pijas con la piel color rotulador Carioca marrón, collares de perlas y mechas rubias que eran como palos tiesos moviendo piernas y brazos cuando tocaba con la misma gracia que pueda tener... no sé, Soraya Rodríguez... o Christina Rosenvinge, por poner dos ejemplos de persona alegre. Las futuras asistentes al rastrillo Nuevo Futuro, para entendernos.   Y nena, las sevillanas o sabes bailarlas y estás muy metido en el rollo andalú, o no hay quien las soporte. Porque cuando ya estás hasta las narices deseando que se acaben... ¡todavía te quedan dos!

Que sí, que serán muy modernas, pero cuando empezaron las sevillanas hubo un éxodo a la planta de abajo que ni Moisés en el Mar Rojo. Y halaaaaa, colapso de los baños, todas a mear y drogarse juntas.



Y como uno es un chico formal y no paraba de recibir mensajes de mi tx diciéndome "¿y bien?" decidí salir por la puerta y meterme en el McDonald's, que me moría de hambre, cojostio, y el alcohol ya estaba reposado, pero porsiaca. Gracias, Dri, por la compañía.

En fin, que el QTR es una fantástica opción y, vale, no está en precio flyer pero... coño, que es una vez al mes. Ya puedes decir a tus amigos que has ido a un "Club Gay" o, como dice el gilipollas de Alcalá de Henares, a decir que frecuentas clubs de hombres nocturnos cuando te vean con la muñeca tatuada cual drogadicta en Valdemingómez, como iba yo anoche.



Yendo de vuelta al coche pasaría por la procelosa calle Infantas a cruzar miraditas con los hombres que fuman a la puerta de los locales apostados cual marinero de copla de la Piquer... pero esa es otra historia que deberá ser contada en otra ocasión.


¿Y ahora qué hacemos con Google Reader?


  
Como bien sabes... aún hay gente que escribe blogs y, lo más sorprendente, ¡todavía hay quien los lee! (aunque ya ni comente ni nada). Para todos nosotros, queridos frikis, Google nos ha reservado una deliciosa sorpresa que desveló hace unas semanas: cierra Google Reader, la herramienta para realizar un seguimiento de blogs y otras web y que usamos el 99% de los que seguimos alguna página. Divino, ¿eh?

Sí, son esas cosas que hace Google para jodernos la vida a los internautas: es especialista en crear productos ultranovedosos que van a revolucionar la navegación por la red y que nadie sabe para qué sirven, como Buzz o Wave. O te complica la existencia comprando Youtube y obligándote a hacer login con su cuenta de Google, (¿qué pasa si uno tenía más de una cuenta en Youtube según el tipo de vídeos que subiera? Pues ah, te jodes o intentas bregar con unas instrucciones indescifrables). O ya lo más de lo más, el incomprensible Google+ , sus círculos y sus pijadas. Y para un servicio sencillo y útil que tenía, el Reader, va y lo cierra.


¿Y ahora qué hago yo con mis feeds? ¿Voy a perder la página que me avisa de todas las descargas de porno? ¿Y el blog del tío ése que está buenísimo y que no paro de dejarle comentarios aunque él ni me responde ni se digna a pasar por el mío? ¿Y mi suministro diario de chulazos? Aaaaaaaghhhhhhh.

Enseguida surgió la solución: usar Feedly.
Pero Feedly es un plugin del navegador que lo que hace es conectarte a tu cuenta de Google, con lo que cuando cierre Reader, se acabó el Feedly. Dicen que están trabajando en un servicio de adición de Feeds, pero si no está listo para antes de verano o si resulta una ful, ¿nos arriesgamos?


¿Entonces, qué?
¿Hay un sustituto para Google Reader?
¿Dónde puedo migrar mis datos sin volverme loca del potorro?
¿S'han acabat els dramas?

Tranquila, querida Piscis.
Por el momento, y hasta que cierre, que todo puede ser, tenemos THE OLD READER.

theoldreader.com es un servicio IGUAL que Google Reader. Vamos, que añades tus feeds y te manejas con la tecla J y la K para subir y bajar, como siempre. 
Puedes empezar de cero o puedes importar tus feeds del reader. 
¿Y cómo lo hago?



Pues mira, así.
Lo primero de todo organiza TODOS tus feeds en Google Reader DENTRO DE CARPETAS, que no quede ninguno suelto. No tiene ningún sentido pero la primera vez los que tenía fuera de carpetas no se me importaron, así que lo tuve que hacer dos veces.

Después sigues las sencillas instrucciones que Google te ofrece para exportar tus feeds.
¡Aha! Te pillé. No hay manera humana de saber cómo hacerlo.
Tranqui.
Abre Google Takeout. ¿Qué es eso, te preguntarás? Pues ni puta idea, te digo, pero lo abres haciendo clic en el enlace que te he puesto.
Pulsa el botón "Seleccionar Servicios". Haz clic en "Google Reader".
Se abre una nueva pantalla, vas abajo y pinchas en "Crear archivo".
Et voilà, en un ratito ya tienes un archivo zip.

¿Y ahora qué coño hago con esooooo?
Pues lo descomprimes, lerda. Y al abrirlo ves que dentro tiene ocho archivos. Los guardas.


Te vas a Theoldreader.com y te conectas usando Google. 
Permites acceso.
Sí, ya estás fichada, tú, paranoica obsesionada con la privacidad.
¡Pues no pongas en la red cosas que no quieres que se vean!
Y una vez dentro le das a IMPORTAR.
Examinas, buscas donde has descomprimido el archivo del Takeout, seleccionas el archivo XML y ya.


Te dirá que tus feeds se están importando en segundo plano y te aparecerán sólo unos pocos. Paciencia, ciérralo y olvídate porque tarda, y mientras esté importando todas tus mierdas, aparecerá arriba una nota diciendo "Sus fuentes se están importando en segundo plano".
Al cabo de unos días (sí, días, impaciente) dejará de aparecer esa nota y ya puedes usar el old reader tal como usabas el Google.

Hala, ya.
¿Que no te sirve?
Pues te jodes, que ya he hecho yo bastante.


EDITANDO: gracias a doña Meg podemos decir que todo este proceso se puede simplificar usando http://www.bloglovin.com , que además tiene app móvil. ¿En serio sigues tus feeds por el móvil? Estás muy mal, María del Carmen.  A mí no me gusta la manera de visualizar pero bueno, cada uno que elija. Ahora a ver cuál funciona mejor.



Elefant Club 011: La Casa Azul + Band À Part + The Yearning + Las Annettes + Cristina Quesada "Vamos a volar". Fiesta para Juan de Pablos @Sala Siroco


Un concierto como del 2001
A Guille Milkyway se le va la olla


Fiesta Elefant en el Siroco homenaje a Juan de Pablos y con el debut de las Annettes. Un caramelito muy de mi gusto. Me lo pensé: pues me llevo a Perla y los dos nos pegamos una "guys night out" popi, de pegar botes y cantar shalalalalá. Pero me falló el acompañante. Y le dije a tx: "oye, rey, como no voy a ir solo pongo las entradas a la venta, que están agotadas y seguro que en la página de Facebook me las quitan de las manos". Y el tx que no que no que no, que yo voy contigo. Y yo que ni hablar, que te conozco, que no te va a gustar y vas a estar amargándome la noche. Y él erre que erre que sí, que se venía. Y hala, poco antes de las diez estábamos en el Siroco.


La sala Siroco es ideal para un concierto porque tiene un tamaño tan pequeño que aunque estés algo alejado puedes ver bien. Y también siempre te puedes ir al fondo a la barra si no te interesa mucho el concierto. Y es lo que pasa con los conciertos de muchos grupos, que puede que te interese uno y el resto nada. 

Con lo cual tenemos montado el problema: si te vas alante te espachurran los fans, y si te quedas un poco a mitad de sala sufres el mal endémico de la gente que va a los conciertos: GILIPOLLAS HABLANDO. y que no paran, y que les dices que por favor se callen y pasan. Y el sábado joder anda que no hubo de esos, con mención especial al rubio subnormal del piercing en la lengua que iba con la churri dándoselas de moderno y contándonos todo lo que había hecho en Benicasim. Insoporteibol.

Pero bueno, yo iba a pasármelo bien, ¿no? Así que pasando de los habladores.


Y qué mejor que empezar con Las Annettes, en su primera actuación.
A ver, trío de chicas, canciones retro, vestidos popis y coreografías.
Annettes... ¿no suena mucho a Pipettes? Jajaja. Bueno, puede, pero el resultado es bastante diferente.
Las Annettes es el nuevo grupo de Ana, después de dejar la Cola Jet Set y no se sabe si manteniéndose o no en La Monja Enana (uno de mis grupos favoritos), porque con la Monja nunca se sabe.
La voz de Ana sigue siendo una de las más inconfundibles y con más personalidad del pop español, con ese toque naïf cuasi tonti que encandila (o irrita, que todo puede ser).


Alba, Estel y Ana salieron, le dieron al play para que sonara la música (se equivocaron un par de veces) y bueno, hicieron su show de 4 ó 5 canciones. Pop amable, agradable, y... sí, algo falto de fuerza, igual que los bailes. No sé, estuvieron bien, muy dulces, pero faltó energía.



La siguiente en actuar fue Cristina Quesada. Y quién es ésta, te dirás. Pues imagínate una niña como de metro cuarenta, con un vestidito corto rosa con cuellos blancos, manoletinas doradas, corte de pelo ad hoc y una margarita gigante de horquilla. Vamos, como si la hubieras sacado del Ocho y Medio de hace una docena de años. ¡Y tocando el Ukelele mientras cantaba cancioncillas en inglés! Muy fuerte.

Aquí ya tx se me puso un poco seta. Y entonces le solté: "¿Ves por lo que no quería que vinieras?" Afortunadamente cambió de actitud y empezó a tomárselo todo con humor.



Cantó también cuatro canciones, creo, y tuvo el detalle de hacer una versión de Viaje a los Sueños Polares, muy celebrada y coreada por el público. Encantadora la chica.


Los siguientes fueron The Yearning. Nuevo trío de chicas, o chica más dos coristas y dos instrumentistas, con voces muy conjuntadas, palmaditas, armonías muy conseguidas y un sonido muy Ronette. 

¿Ronettes, girl groups, sonido naïf? Hasta el momento, evidente: una fiesta para Juan de Pablos, sin dudarlo.



La verdad, The Yearning cantaron muy bien. Pero chica, todas las canciones suenan muy pero que muy parecidas, son muy largas y nos cansaron un poquito. El mejor sonido de la noche, yo diría.


Más de un cuarto de hora para ajustar el sonido para Band-à-part. Tirado a la basura, yo diría, porque anda que no sonaron marrulleros. 

Band-à-part recoge el testigo del auténtico sonido Elefant del cambio de siglo: pop luminoso y brillante con voz suave de chica. No llegan al encanto y a la elaboración de canciones de Niza pero se mantienen, ahí ahí. No puedo evitar ponerme a pegar saltos cuando suena "La Merienda", la sintonía de aquel Contempopránea 2008.

He hablado antes del Ocho y Medio de hace una docena de años. Es que el concierto parecía talmente de 2001. Coges a Popita de Superputa, le pones barba y unas gafas y es... ¡Javi de Band! Las greñas de moderno (mdm) que no falten.



Band animaron bastante el cotarro y lo prepararon para el gran fin de fiesta, pero el sonido fue reguleras: a Coral no se le entendió ni una sola frase. Genial, fantástico, divertidísimo y hasta con un polvo, el instrumentista que los acompaña.



Y ya estábamos todos listos y expectantes para la actuación de La Casa Azul, unos minutillos de espera y... 

y...

y se nos cortó todo el rollo.

Uno ya está acostumbrado a que en los conciertos de LCA haya intermedios con momentos sosegados en los que Guille Milkyway se pone al piano, hace versiones lentas de sus canciones y habla. Todo el mundo corea, saca los mecheros y se ríe de lo encantador y tímido que es Guille. Pero para lo que no estábamos preparados fue para que una actuación comenzara con una sesión de charla y pianito.

Vale, sí, una canción, dos, tres... hasta cuatro. Pero... ¿diez? 
Al Milky se le fue la olla completamente.
Con la excusa de que era una fiesta homenaje a De Pablos soltó una parrafada interminable antes de cada canción diciendo lo que admira Flor de Pasión, la importancia de la radio en su música y diversas chorradas más sobre sus canciones. 
Si le ponemos que cada canción la alargó hasta los 4/5 minutos plus el speech inicial calcula tú: UNA HORA de "Guille íntimo".
Por supuesto jaleado y coreado a voz en grito por los fans, encantados (y porque Elefant ha cerrado la página de Facebook del evento, que allí estaban las opiniones).
Insoportable. 


Pues mira, yo soy "fans", sí, y desde el año 99, lo que no me ofrece ningún privilegio especial, pero sí cierta amplitud de miras y perspectiva de criterio, y digo que no, que se pasó mucho.
Que lo de la timidez es ya impostura, porque se nota que se gusta a sí mismo y se recrea en las charlas. Y el aire "raphaeliano" de las canciones es gracioso en un par de ellas, pero joder, no. Se pasó.
¿Megalomanía? ¿Autocomplacencia?
¿No hay  nadie que le diga "oye, que te estás pasando"?
Pues no, porque los que lo rodean lo adoran ciegamente, y es el niño mimado de su discográfica.
 
Vale que nos podíamos haber ido, nadie nos obligaba a quedarnos, pero nos quedaba la esperanza de que cada canción al pianito fuera la última y oye, también tenemos derecho a decir lo que no nos gusta, ¿no? Porque vamos, TX se subía por las paredes. "Nunca mais", repetía. Por lo menos había WiFi en la sala y pudo entretenerse un ratito guarreando con el móvil.



Finalmente dejó el piano y ya nos pusimos todos a dar botes y bailar, con una muy buena (porque eso hay que reconocérselo) selección de canciones y su marcha y buen hacer de siempre, pero jodó, el desencanto ya estaba sembrado, y llevábamos más de cuatro horas allí metidos. Unas actuaciones que tendrían que haber terminado a la una y media y estábamos saliendo a las tres menos cuarto de la madrugada. Ausencia total de mesura. Qué diferencia con la launch party de La Polinesia Meridional en aquella misma sala, que fue justamente lo contrario, uno esperaba el conciertito al piano y fue un conciertazo en toda regla.  Ni que decir tiene que en cuanto acabó el último acorde de La Revolución Sexual salimos todos escopetados escalera arriba, por mucho que sonara la fabulosa Indicios de Arrepentimiento de Carlos Berlanga como primera canción de la "post-fiesta".

Por cierto, que me pareció ver a TiburonesEnKorador al lado de la cabina durante el concierto. Lo siento, chico, imposible atravesar la masa en la actuación y luego nos fuimos a escape. Estábamos justo en la otra pared, un poco más atrás.

Y claro, a la tarde siguiente TX me obligó a ir DONDE ÉL QUISO. Vamos, como para decirle que no.



Blog Widget by LinkWithin