¿Lo consolo o no lo consolo?


Otro finde sin salir, para que luego no digan de mí sin ser nada de eso yo.

El viernes sesión de gimnasio. Al tx le ha dado por sacarme fotos en el vestuario. Dice que le da morbo y además le pone el estar escondiéndose de los demás para que no nos pillen. Así en plan posado robado sentado en el banco, o con la puerta de la ducha entreabierta. En fin, un caso de hombre.




Y el sábado recibimos por la mañana la llamada de la Ketty. Que si íbamos a ir al cine a ver Julio César de Händel (conocedor como es él de mi afición por la ópera). Y mira, chica, yo quería ir, pero se lo comenté al tx y dijo que no, que él prefería verla en teatro. Y yo pensándome para mis adentros "pues espera sentado, bonico, porque este año donde más cerca la ponen es en el Palais Garnier de París, e ir, lo que se dice ir, no vamos. ¡Si fuera Celine Dion todavía! (n.p.e.q.l.e.) (nota para el que lo entienda).


Pero mira, al final entre el tx y la Ketty decidieron que sí, que íbamos los tres tan panchos. Y oye, qué bien lo pasamos. Eso de entrar en el cine a las seis, encontrarrnos con unos amigos muy ideales, escuchar una ópera con los ruidos de la película Combustión nosequé en la sala de al lado, tomar unos sangüis de extranjis en el entreacto y salir a las once silbando y tarareando (todos) fue una experiencia la mar de gratificante. La crónica, aquí.

Pero lo más lo más... lo más fue cuando nos aparece esto:



Achilla, el general líder del ejército egipcio bajo las órdenes de Tolomeo.
Interpretado por un tal Guido Loconsolo
¡Semejante brutarraco en pantalla gigante!


Se hizo el silencio.
Y una gran mancha de aceite inundó la sala.
Él, con su aire machirulo, con su casaca medio desabrochada para insinuar pecholobo, con esa cara de chulángano italiano... ayyyy.
Y va en la siguiente escena, se quita la chaqueta y deja entrever un tatuaje tribal que ni que acabara de salir de la Kluster.
Y ya cada vez que aparecía soltábamos todos un suspirito.
Que otra cosa no habrá, pero gayses en la ópera, aunque sea en el cine, ni te cuento.
Hala, te dejo con unas fotos que he encontrado rebuscando aquí y allá.
Un auténtico barihunk.









¿Es o no es para quitarse las bragas y tirarlas por la ventana?


2 comentarios :

AdMiles dijo...

Nos hubieran puesto el otro día este Leporello y lo mismo no hubiera habido bronca. Suponiendo que quizá hubiera al menos dos o tres gayeres el domingo en el Real. Ja ja.

Unknown dijo...

¿Gimnasio con duchas con puerta? ¿Pero a qué clase de sitio indecente va usted a hacer deporte? Ya me parece mal el mío que tiene mamparas separadoras...

Del chulazo, pues que no está nada mal. Pero es que yo estoy muy enamorable últimamente, no sé qué me pasa.

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