Amsterdam en naranja: Oranje, oranje (i)

Pues sí, nos hemos ido a Amsterdam este puente. Y se puede decir que ha sido un viaje muy naranja.

Lo primero, porque fuimos con EasyJet, que vuela por la mañana tempranito desde Madrid. Lo segundo, porque nos cogimos el EasyHotel, de la misma marca naranja. Y lo tercero, porque pillamos el finde del día de la reina, el más naranja del año.


¿Y para qué os cogisteis un hotel si os ofrecieron quedaros en la casa de Miss Paris Morgan, de la Morgan Corporation, a quien íbais a ver?, me dirás. Pues cosas veredes, María de la Consolación. Que Tx quería sentirse un poco menos dependiente y la Corporation es de esas de "hoy hemos quedado doce para dar un paseo, y luego nos juntamos a comer con ocho más pero tenemos que esperar aquí a que aparezca nosequién". Yo lo veía también una bobá, pero era condición para que hiciéramos el viaje. Así que busqué algo barato y... voilà, nos decidimos por el Easy Hotel.

A ver, es un hotel TOTALMENTE low cost. No hay ningún tipo de bar o restaurante, no hay limpieza ni cambio de toallas durante la estancia y cualquier extra te lo cobran: la tele, el guardar maletas, la wifi, tooodo. Como todo lo lowcost. Pero mira, como lo sacamos con mucha antelación (6 meses) nos salió muy apañado de precio y, por encima de todo, es un hotel NUEVO. Es decir, por el momento no está cochambroso, como puedes ver en las fotos. Que son de nuestra habitación, no de la web del hotel. Además, en un exceso de lujerío, pedí la habitación grande "con ventana", que es la cara.


No quiero ni imaginarme cómo serán las habitaciones pequeñas, aunque por Tripadvisor ya he visto algunas de Londres que parecen camarotes del Costa Concordia.


 
La nuestra, siendo mínima, nos permitía movernos: un minipasillo a cada lado de la cama y un pequeño espacio en la entrada. Aceptable, cabía la maleta. Vale, no te cambian las toallas pero... si nos ponemos en ese plan, ¿es que acaso en casa no utilizamos una misma toalla tres días? Pues eso. El lavabo era mini pero en la ducha cabíamos perfectamente nosotros dos con toda nuestra voluminosa presencia y teníamos espacio de sobra para hacer cochinadas, así que bien.


El Easy Hotel no está céntrico céntrico de eso que puedes ir andando a todos lados, pero está bien comunicado (a 15 minutos en tranvía de la Estación Amsterdam Centraal, lo que no es nada, vamos, y con un bus nocturno que para a 500 metros). O sea, bien.

¿Que si lo recomiendo? Pues mira, tú verás. A nosotros nos ha salido bien, pero cada viaje es un mundo.


El cómo llegar y el cómo moverse en Amsterdam.
Pues llegas en avión y te coges el tren (3,80 € y unas máquinas muy poco "intuitivas"). En 20 min o menos estás en la estación central.

En Amsterdam hablan jurjur, que es el idioma de allí, pero TODO el mundo se maneja bien en inglés. Ojo no hagas la paleta y pienses que si sueltas barbaridades en español nadie te las coge. Sí, bonita, sí. Hay muchas personas que lo han estudiado.

¿Y qué hacer en la estación central? Pues buscar el andén 2b, subir (no es fácil, no) y tomarse un café de bienvenida en el café 1e Klas (1ª clase), que era la antigua sala de espera de los pasajeros de primera. Porque tú lo vales, porque allí nos estaban esperando y porque tienen una cacatúa que baila cuando te pones delante. Ole.


Si eres cutre, te vas a la antigua sala de espera de los pasajeros de segunda, que reconocerás enseguida por su característico olor: es un Burger King. Oye, que no pasa nada, ¿eh? Si hay hambre...

Y sales de la estación, cruzas los andenes de tranvía y te sacas una tarjeta de transporte válida para los días que vayas a estar (de 1 a 5). Si tienes el hotel dentro de los canales puede que no la veas muy rentable, pero con tres viajes diarios está amortizada, y además vale para los buses nocturnos. Hay otra tarjeta que funciona tipo la Oyster londinense, pero para estancias cortas no merece la pena.



Y pumba ya está. Te pillas un mapa de las líneas de tram, otro de las líneas nocturnas y hala, a recorrerse la ciudad.

De todas foooormaaas, la gente en Amsterdam se mueve en bici. Bicipacá, bicipallá. La Morgan Corporation nos tenían preparadas unas, que no pudimos usar por el mal tiempo, nuestra baja forma y el follón del día de la Reina.

Por cierto, ojo a la foto, pone Beatrix 1980-2015.
¿abdicará en esa fecha?

Porque, señoras, el 30 de abril allí se celebra el Koninginnedag, en principio la fiesta del cumpleaños de la reina, pero como la actual nació en enero mantuvo el día del cumple de su mamá, la reina Juliana. Sí, como la sopa. Y desde una semana antes van poniendo luminosos en las calles de "quedan X días para el día de la Reina".

Ese día consiste en que todo el mundo se lanza a la calle vestido de naranja de la manera más payasa posible (dinastía Oranje) y se dedica a beber cerveza. Los bares sacan barras y hay música y jaleo por toda la ciudad. Básicamente, es eso. Como unas fiestas en cualquier pueblo sólo que en plan mogollón.Y, fieles a su fama de mercaderes, los amsterdaminos sacan a la calle toda la guarrería que tienen en casa y la intentan vender en puestecillos callejeros en plena acera. También te alquilan sillas por si estás cansado sentarte un poco, o te dejan usar su cuarto de baño al módico precio de 2 €. Vamos, que tontas no son.


En la foto de arriba, puestecillo en la calle en el que ya ni vendían mierdas, sino que las regalaban. Nos pillamos un cd y un bolso. Atravesar esa calle nos costó unos 40 minutos. Muy tremendo todo.

Todos los que tienen barca o bote y no tienen miedo a accidentes salen a navegar por los canales, que se convierten en un auténtico caos con todo tipo de embarcaciones llenas de gente bailando y bebiendo.


Aunque ya la noche anterior hay mucha animación (véase la foto, tomada en una zona de acumulación de bares de ambiente, que parece el Orgullo Chico de Madrid enfrente de la Sixta durante las fiestas de la Paloma), el día de la reina el jaleo comienza por la mañana y a eso de las diez de la noche se acaba. Y punto. La gente se recoge y al día siguiente a currar, que allí lo del 1 de mayo como que no se lleva.


Pero claaaro, desde por la mañana hasta por la noche son muchas horas de jarana, y al final del día la peña va cada vez más y más pasada de todo. Además, considerando que Amsterdam es destino turístico predilecto para todo tipo de hooligans y jovenzuelos que van a buscar putillas y maría, por la noche había zonas con ambiente algo "rarito".


Lo mejor de todo fue la customización que organizó la Morgan Corporation: el día antes compramos tela naranja y nos hicimos (bueno, las hizo Ti) unas bandas con nombres de reinas o princesas para cada uno.

 
Así, teníamos a ZorRania de Jordania, Prinseca Letizia Sabater Ortiz, Infanta Elena de Perdigón y Grecia, reina Fabi ¡Hola!, Knorr de Jordania, Belén Estaban princesa del pueblo, Emperatriz Zara Diva y marquesa de otras marcas, Máxima ZorraQuieta... y a TX y a mí nos tocaron la reina Soufría de Grecia y la princesa Corinna de Botswana y el Pardo. 


El día comenzó con un brunch en casa de unos amigos. Allí nos hicimos las fotos de familia (real) de rigor, nos acicalamos y... cargamos las mochilas con botellas de todo tipo de bebidas. Y allá que salimos vestidos cual mamarrachas a la calle los 16. y digo mamarracha, sí, porque yo fui abducido por el espíritu de las Baccara cuando eran bailarinas de TVE y me agencié un bonito casquete de plumas naranjas. Ello, unido a la banda y a tres collares de perlas, me proporcionó un aspecto la mar de deplorable. Pero mira, da igual, que todo lo más que conseguimos fue que unos españoles nos preguntaran que dónde habíamos comprado las bandas.


El día de la Reina puede que sea el día más agobiante para estar en Amsterdam. Para una visita a la ciudad, mejor otro finde. Pero chico, HAY QUE VERLO. Además, la reina Beatrix es bruja, porque mira que hizo días de perros lloviendo a mares antes y después de la fiesta, pero el 30 de abril amaneció con un sol tremendo.

Y ya de la ciudad y tal hablo en otro momento, que si no esto se eterniza.

Respecto al ambiente gay, lo primero que haces es agenciarte cualquiera de estos dos mapas y... ya hablaremos, ya, en la próxima entrega.



Otras ciudades:
Londres 1 y 2
Amsterdam (ii)

9 comentarios :

Eleuterio dijo...

Amsterdam es una cioudad muy buena onda. Allì pase un cumpleaños en el que me empeñé en fumar susbtancias a las que no estiy acostumbrado. Penosas situaciones en los Coffee Shops y media hora tosiendo mientras mi chico disfrutaba.

El Museo Van Gogh es tremendo.

Y lo de los barcos de fiesta es genial.

Ros dijo...

ay, yo quiero ir pero manu no está por la labor :(

ASTRAKUS dijo...

Una vez leido el post viajero y mirado todas las fotis, me pasa como a Marnie (la ladrona) pero con el naranja...qué monocromático todo...

Anónimo dijo...

¡Me recordaste la final del mundial de fútbol, contra HOLANDA, con mi novio, que se pasó todo el partido gritando como un poseso: "¡Con las NARANJAS los españoles hacemos ZUMO!" Que yo pensaba que le iba a dar un pitángano o algo peor... Pero se ve que sí, que vistas las fotos que nos pones, los "naranjitos" son bastante exprimibles y achuchables, la verdad...

Mocho dijo...

Pues qué quieres que te diga: no, no lo son, son altos, graciosos... pero feíllos. No nos gustaron particularmente.

Rosarioso dijo...

Qué divino tu post!

Tu blog debería ser declarado "de interés cultural".

Digo, al menos a mí me resulta super instructivo a la hora de viajar.

Saludos

Mocho dijo...

Jajajaja, gracias, Rosarioso. Espera a mañana que viene la segunda parte

Anónimo dijo...

Bueno qué maravilla. Yo siempre he tenido ganas de ir a Amsterdam y con esas cosas que cuentas y las fotos creo que no voy a poder resistir mucho más.

El sombrero de plumas lo quiero para mi para ir haciendo el moñas en La plaza del rey

Mocho dijo...

¿El moñas? ¡¡¡Oiga Vd., que yo iba de reina!!!

Ken, píllate un vueling o un easy jet, te bajas del avión, te pintas, te vistes y pumba ya estás.

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