Un viaje alucinante (i): Arches y Canyonlands


La primera parte del viaje de vacaciones de este año transcurrió por el suoreste de Utah. Créeme, los parques nacionales de esa zona son fascinantes. Y nada de pensarse que te vas a encontrar una tierra llena de mormones agresivos vestidos de siglo XIX con rastrillos y guadañas dispuestos a quemar vivos a los maricones después de haber leído el libro de Pilar Urbano sobre la Reina Sofía, no. Mormones los hay, evidentemente, pero el recorrido es megaturístico y la única evidencia de su existencia son las biblias y otros libros que encontrábamos en los moteles.

Tampoco te creas que te vas a encontrar con los chicos del calendario de mormones semidesnudos que salió hace unos meses. Ni de coña.


Aclarado esto, cinco mariquitas españolas iniciaron su periplo por los desiertos americanos. En el aeropuerto de Denver ya empieza la aventura: la compañía aérea se llama Great Lakes Airlines, la tarjeta de embarque es un ticket de papelillo, la pegatina del equipaje va escrita a mano con rotulador y luego te mandan por un pasillo eterno a un módulo prefabricado que parecía un ambulatorio de la seguridad social. El embarque es a grito pelao y la nave es una avioneta de 19 plazas que va así como a botes. SuperPánico.


En poco más de una hora se llega al aeropuerto de Canyonlands Field (CNY), que es así como una caseta en medio del campo. El coche lo tienes que tener reservado, porque en el aeropuerto no hay nadie. Hay un teléfono de National/Alamo, llamas y viene una persona desde Moab (a unos 15 minutos) a darte las llaves y demás.


Aquí ya, al gusto. O empezar a visitar desiertos o ir hasta Moab, alojarse, comer (que no te pase lo que al pikitoni, que le dio una bajada de azúcar que casi se nos queda en el sitio) y luego planificarse. Los vuelos de Denver llegan a las diez y veinte de la mañana o a las cuatro de la tarde.

El mapa del recorrido, aquí:
(clic)


Tanto Moab ciudad como el aeropuerto pillan muy cerca de dos parques: Canyonlands y Arches. A Canyonlands hay que ir por la tarde a ver el atardecer, porque es alucinante. Arches es más diurno. La página web del National Park Service de Estados Unidos es buenísima: te dice claramente qué puedes ver, por dónde tienes que ir y cómo planificar tu visita dependiendo del tiempo del que dispongas. Además, te puedes descargar los folletos y mapas de los parques. Una maravilla.


Mi consejo: si se va en plan relajado y se pasan dos noches en Moab el primer día alojarse, comer, comprar bocadillos para el picnic del día siguiente e ir a pasar la tarde a Canyonlands. Si sólo se pasa una noche en Moab, hacer una visita a Arches, comer (llevando la comida), tarde en Canyonlands y a la mañana siguiente resto de la visita a Arches y carretera.


Arches (Arcos) nos dejó a todos alucinados. Al principio te paseas por las carreteras y dices el típico ah, sí, qué bonito. La primera parada, Delicate Arch. Aparcamos y vemos el sendero, calificado como ligeramente "strenuous" (arduo). 3 millas. Y 146 metros de subida. Lleve agua (llevábamos). Bah, nada para unos pizpiretos aventureros como nosotros. Echamos a andar grácilmente por un senderito y miramos a lo alto de una roca.


"Dónde irá esa gente de ahí que parecen hormiguitas", decíamos. Ah, panolis, pues eran los que iban delante de nosotros. Tras casi una horita de subir por las rocas llegamos al maldito arco y ... oooooohhhh.


Verdaderamente es una maravilla. Situado al borde de un precipicio, enorme, majestuoso. No puedes evitar caer rendido ante esa belleza. Y no porque fuera lo primero que vimos y estábamos rendidos y muertos de hambre, no, es que es bestial. El arco es el que adorna las matrículas de los coches de Utah, con eso digo todo. Además, el sendero de vuelta, como es cuesta abajo, se hace en un pispás.


Nosotros bajamos después a Moab pueblo a comer y descansar un poco pero si eres organizadito y has llevado comida, puedes ver más cosas. El folleto te dice lo que puedes visitar. Para mí lo más llamativo es hacer la visita a la zona Windows, dar la vuelta a la Balanced Rock y admirar el punto de vista de Park Avenue, donde está la roca de la oveja y la que llamábamos nosotros "de las tres pubillas", que resultó llamarse en realidad "las tres cotillas".

Y aunque haya que cortar la visita y dejar el resto del parque para el día siguiente, el atardecer hay que verlo en Canyonlands.

Canyonlands (Tierra de Cañones) está dividido en tres partes separadas por la Y que forman los cañones de los ríos Verde y Colorado. La parte que nosotros vimos y que es la que se visita habitualmente es la llamada Island in the Sky y, como fuimos bastante tarde, sólo nos dio tiempo a llegar al
Grand View Point.


Suficiente. Merece la pena el paseo de una hora al borde del precipicio del cañón a la hora de la puesta de sol, cuando la tierra se va volviendo roja roja, por mucho miedo que de y por mucho ucraniano macarra pegando gritos y sacándose fotos en los lugares más peligrosos que te pillen al lado. Toda una experiencia, y una pena que no pudiéramos ir a otras partes, pero la noche nos cayó encima. Sé que es un topicazo decirlo, pero las fotos no hacen justicia al lugar.


En Moab, lo peor: buenrollitos perroflautas que iban al festival de música folk y un grupo como de 30 moteros belgas de un club de Harley Davidson que hacían nuestro mismo recorrido (cazadoras de cuero, bigotones, melenas, cintas en el pelo...) Vamos, lo que más me motiva a mí.


Al día siguiente desayunamos, compramos comida, vimos lo que nos faltó de Arches y... halaaaaaa, camino de Escalante. Pero creo que ya he escrito demasiado por hoy.


¿Que por qué suelto este rollazo?
Pues porque me sirve de recordatorio a mí y mira, lo mismo a alguno le sirve de orientación si hace el mismo viaje en otro momento.
Todas las fotos, excepto las de los mormones, by PasaElMocho, Pikitonis & Famille Fartons.


Continúa aquí

14 comentarios :

RMN dijo...

Jo.
Mola un güevo.

A mi las extensiones así de terreno tan abiertas me dan como miedo. En esos momentos me gustaría volar.

El pueblillo es total!
Como en el Sim City!!

The Walking City dijo...

Toda esta historia de Utah me recuerda una peli gay que se llama "Lay down with dogs" y a como se cachondeaban de los pardillos del interior de USA: Square State!

Efter dijo...

Qué viaje tan chulo, pero qué hijo de Utah. Vivan los mormones con poca ropa.
Lo apunto todo, no me lo paso por el arco... del triunfo, que das mucha información útil.

Maggie Wang Kenobi dijo...

¡Qué atrasos! Tener que subir la montaña sin una mísera escalera mecánica. Es que el interior de los USA sigue estando un poco en el tercer mundo, mondié.

Anónimo dijo...

Mare ke envidia y ke paisajes y ke experiencia.
¿ Es cosa mía o algunas de las rocas tienen un pelín de forma de falo?

MM de planetamurciano.tk

Tom dijo...

Que envidia me dais hijas de puta.

Lo único que me falta en esas fotos son los típicos actores porno que viven en el desierto follando a saco.

Otto Más dijo...

Qué piernas la almatosa!

Peritoni dijo...

Joooooo, qué bien!, así lo recordamos todo y como tienes esa memoria prodigiosa (que pareces la Streisand)...

QUé recuerdos más chulos, jo.

Mocho dijo...

papatoni:

CLIC

Al resto: habrá más entregas

Rosarioso dijo...

Qué linda experiencia. Muy buenas las fotos y las explicaciones turísticas, ya te veo coordinando un tour, de Chueca al Cañón non stop!

Saludos desde Argentina.

Pikitoni dijo...

Eres mala Muriel...

Menuda morriña me ha entrado!!

Strawberry Roan dijo...

¿Y no te quedaste unos días en Denver para ir una noche al Charlie's?
Es un gay country western bar en donde puedes regalarte la vista con algunos cowboys de pura cepa. Sexo, sudor, alcohol y sombreros. Alucinante.

Mocho dijo...

nop.

Denver fue sólo aeropuerto, hotel y aeropuerto.

Ángel dijo...

¡Qué envidia vecina! Viaje alucinante con mayúsculas :-)

Besos!

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