Viaje norteño (iii): Más Cantabria


Sigo con nuestro viaje estival


En los días siguientes, Tx y yo continuamos recorriendo bonitas poblaciones de la geografía cántabra, tales como:

Santillana del Mar

Yo creo que compite con Aínsa (Huesca) por el top pueblos de decorado de zarzuela. TX estaba encantado, le pareció maravillosísimo. Y eso que es un pueblo que si te fijas es superturis y la casa que no es un hotel es un restaurante o una tienda de souvenirs "artesanos".



Por muy "turistizado" que esté la verdad es que es un gustazo pasearse por las calles y ver los edificios.

Le quitamos media maceta de geranios de calificación por los absurdos horarios de apertura de la colegiata.


Bárcena Mayor

 

Otro pueblecito zarzuelero en el que se ha conservado la arquitectura típica montañesa.
Un bonito paseo y también ruta para senderistas y ciclistas.
 
Aprovechamos para que nos sacaran los cuartos comprando una quesada y unos sobaos de la tierra (lo mismo que puedes comprar en cualquier super de la zona pero comprándolo allí como que queda más auténtico).

Curiosa la conversación con la chica que atendía en la tienda:
- Qué pueblo tan bonito, ¿eh?
- Sí, para un rato

Ay pobra. Y es que claro, los turis llegamos, nos sacamos la foto, consumimos y nos vamos, pero ella -además con pinta así de europea del este- que tiene que estar allí todo el año lo verá con otros ojos.



Otros ojos como los de la simpatiquísima chica que nos atendió en un bar del pueblo que nos sacó unas aceitunas (no digas olivas, noooo) sazonadas por ella misma y nos dio agradable conversación... hasta que apareció el repartidor de bebidas y ya se volvió loquísima del todo, empezó a coquetear con él, y en cuanto el chico se daba la vuelta ella decía "qué ojos, qué ojoooos, es lo único bueno que pasa por el pueblo en toda la semana". Muy tremenda ella.



Bárcena Mayor muy bien, sí. Y de camino allá, una curiosidad, la ermita mausoleo en el cementerio de Cos, que nos dejó así un tanto entre vaticanizados y tajmahalados.


La base de operaciones la teníamos en Santander


La visita a Santander se hace en un ratito. Se puede seguir la ruta que propone la oficina de turismo. No tiene nada de llamativo salvo la península de la Magdalena y la playa de El Sardinero, popularmente conocida como "Entrepijos". Sinceramente, ni siquiera está bien como base operativa porque aparcar es un parto y mejor habríamos estado en algún puebluco, pero bueno, era visita obligada.



Al ser Santander capital de provincia supuestamente poblada, decidimos pedir consejo a los lugareños acerca de los clubs de hombres nocturnos a los que poder acercarnos a tomar una copichuela en un ambiente selecto y amigable.

Mi primera opción siempre es consultar a blogueros o conocidos internáuticos que sean o vivan allí, pero la respuesta fue francamente desoladora:

El único sitio de ambiente de verdad es el Dragón. Si no lo conoces, te encantará. ¿Recuerdas cómo eran en Madrid el Rick's o el Black and White a finales de los ochenta? Pues el Dragón nunca ha llegado a ese nivel. Es el típico y encantador local de ambiente "muy de la Transición española", sin ningún tipo de iluminación natural, y donde continúa considerándose lo más de lo más que actúe una drag queen imitando a Rocío Jurado. Aparte de eso hay un par de sitios "gay friendly" donde son super friendly sólo si no pareces muy gay. Están más o menos por la misma zona, y ya te pasaré el nombre cuando consiga acordarme. En definitiva: lo mejorcito del ambiente santanderino está en Bilbao.

Vaya, pues había que buscarse la vida. No había más remedio que tirar de las apps del iPhone. Yo no quería, oiga, no quería. Pero, francamente querida, el resultado no fue mucho mejor. Lo primero que nos llamó la atención fue que todo el que nos escribía o contestaba, oh, misteriosamente, era una especie de busto parlante. Busto descabezado, claro.




Pero algunos fueron amables y nos dijeron que fuéramos a "El Trovador", o al "Colilla Queens" (un lugar llamado Colilla Queens es digno de ser conocido aunque sólo sea por el nombre), e incluso nos animaban a acercarnos a la Sauna Santander. Pero al pedir opinión de los locales la respuesta era siempre la misma: "No sé, yo no voy" "Dicen que no está mal" "No lo frecuento, que aquí me conocen". ¡Muy Castilla la Vieja eso, ¿eh?!



Un drama, finalmente tx y yo nos dijimos que pasando de ambiente santanderino, que para salir una noche entre semana en agosto y que haya cuatro gatos pelaos y nosotros, mejor nos íbamos a dormir pronto para madrugar al día siguiente y aprovechar mejor los días.

De lo que sí que nos habían hablado, y muy bien, fue de la...


Playa de Liencres


Francamente, una maravilla. Natural, sin construcciones, con zona de dunas, bosque y aparcamiento bien grande (lleno de autocaravanas de guiris, todo sea dicho). Como a TX no le gusta el sol ni la arena, nos acercamos una tarde que no hacía muy buen tiempo y ya pude yo corretear a gusto mientras él me divisaba sentado desde lo lejos y me sacaba fotos a lo "posado robado" Ana Obregón Style. Cenamos en el chiringuito, que sí, vale, es un poco trampa y con una calidad tirando a mediana, pero estar a pie de playa lo merecía.




Nos habían advertido que en la playa había cancaneo.  Sí, pero... ¿dónde? Porque anda que no es grande ni tiene recovecos la jodía. Pues en esto que estábamos en el aparcamiento cuando miro hacia la izquierda y... ¿qué es eso? ¿un perrito de las praderas? ¿un suricato?

No, amiga, no, era la clásica silueta de un hombre desnudo emergiendo de entre las dunas para echar un vistazo para inmediatamente volver a esconderse.
- Churri, la zona de cancaneo está allí, dije, señalando.
- Bah, tú lees demasiados blogs, contestó, allí hay dos señoras y un viejecito paseando.



Volví a mirar. En efecto. Dos señoras de edad más que mediana pintaguiris total se peleaban por no caerse rodando por una duna, mientras un hombre vestido de abuelo que va a la playa miraba desde lo alto de la duna. Acerquémonos un poco, acerquémonos.

Crucé el aparcamiento, subí la duna y... ¡voilà! Allí mismo había dos tíos totalmente desnudos (salvo las gafas de sol de rigor) comiéndose la polla mutuamente. ¡A 5 metros de los coches, no te creas que se habían escondido! Las señorascandinavas habían conseguido huir de allí sin caerse (quién les manda subirse a las dunas) y el otro señor estaba al lado, de mirón. Un poco fuerte.




Mi natural discreción hizo que me retirara de allí antes de que el señor me propusiera alguna guarrería y desplazándome un poco hacia el interior ya lo vi claro: la zona de cruising gay de la playa de Liencres está por un senderito que separa el bosque de las dunas que está la mar de transitado. Pero no estábamos para ir andando por la arena, que es incomodísimo, y se hacía de noche, así que poca inspección hicimos.




Eso sí, a la vuelta, ya cenados, cuando todas las familias decentes estaban retirándose (y nosotros, y nosotros) observamos cierto movimiento de luces en el aparcamiento. Vuelta de rigor (cotillas que somos) y ... oh, sí, Noche Oscura del Bosquecillo, que diría San Juan de la Cruz.

En fin, poco más que comentar, que había que dormir para madrugar e ir a...

Comillas


Bueno, está bien, es un paseo agradable. No me dejó prendado pero bien. Interesante arquitectura. Y además tenía aseos públicos en el aparcamiento de la entrada. (Oye, que me estaba meando)




Vale, hay un palacio así como muy repimpollesco, una universidad ultracatólica donde a los niños les dicen que no deben abortar y cosas así y una casa de Gaudí. Para un paseo. 




Y con esto creo que ya no me queda más Cantabria que comentar. Mi idea era habernos acercado a Laredo y Castro Urdiales pero me los desaconsejaron particularmente en  vacaciones de verano porque se ponen bastante imposibles y ya ver más tiendas de colchonetas como en San Vicente como que no. Para otra ocasión, quizás.



Nuestro viaje tendría sus últimas etapas en la región de al lado: Euskadi, País Vasco, Provincias Vascongadas o Vasconia, como tengas a gala de llamarlo según tu educación o la cantidad de Radio Intereconomía que escuches, claro. Pero eso será ya otra entrada.

9 comentarios :

Miquel Àngel dijo...

Me gusta esto de pueblecito zarzuelero para definir algún pueblo. Y tienes toda la razón de llamarlo así.
Y por otro lado divertido el comentario del ambiente, pero tambien muy real. Y no soy de Cantabria.

starfighter dijo...

Hace algo más de una década que pude comprobar el ambiente santanderino y veo que se mantiene igual. Sigo sin entender la capacidad de atracción que tienen unas dunas y un bosquecillo sobre los gays, mira que nos gusta...

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Hola. Tengo que decir que aunque el ambiente de Santander no es ninguna maravilla al menos lo hay no como en muchas ciudades de la Castilla profunda, a lo mejor no soy muy parcial ya que soy nuevo en estos temas y cualquier cosa me maravilla. Si lo se en los madriles hay más de todo pero no estamos allí.
Por cierto Mocho es que eres cagadito al dibujillo ese q usas de imagen en el blog, espero no haber provocado un conflicto parejil por reconocerle en esa bonita aplicación de señores, si lo sé soy muy fan pero tranquilo que con la medicación ya no acoso a casi nadie.
Besucos.
Agustín.

Eleuterio dijo...

Me encantó la chica con el repartidor.

Lo de "Sí, para un rato" podría aplicarse a Tréveris (exagero malignamente) luego de 14 años en mi caso. Pero vosotros tenéis que venir.

El único bar gay de aquí es "Palette", atendido por el dueño que cada sábado por la noche se viste de mujer para servir cócteles. Y como conoce a M. de verlo en "La jaula de las locas" lo acosa todo el tiempo.
¿A que te dieron deseos de venir?

Mocho dijo...

Agustín, ya esperaba tu comentario, y nada de conflictos, hombre. Saludos mil. Al final no salimos por pura vagancia, de verdad. Y tienes razón, será como sea, pero al menos lo hay.

Eleuterio, ya tengo ganas de hacerme un itinerario "Efectos del Festival de Eurovisión en la cuenca del Mosela". Y el Palette no me lo pierdo NILOCA.

Starf, yo lo de las dunas no puedo con ello. Qué asca de arena. Qué pringosismo.






Anónimo dijo...

Estoy con la chica del pueblo, la de las "aceitunas" (decir "olivas" en ANDALUCÍA también lleva aparejada la pena de muerte, o el destierro a MADRID, lo que suene peor), que no creo yo que en esos mini-pueblos norteños haya muchos más entretenimientos con los que recrearse la vista, jejeje, sobre todo si es con "miras" (juego de palabras) sexuales, jejeje...

MM de planetamurciano dijo...

Que modeLna me parece el Planeta Murciano cuando leo como está el ambiente en otras ciudades, oiga1

Sufur dijo...

Qué identificado me siento con la zagala de Bárcena: para un rato. ¿Verdad que Liendres mola? :-P

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