martes, 10 de noviembre de 2009
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Verse una peli en casa es uno de los planes más habituales de las tardes de domingo en las que uno está tirao, cansado, sin ganas de hacer nada ni de salir. Lo ideal es una película intrascendente y ligera, de esas en las que si te levantas a hacer pis y vuelves no te has perdido nada relevante.
Pues bien, el domingo nos vimos TRES PELIS.
Qué pena, qué tristeza, qué viejas pellejas fósiles atapuérquicas estamos, pensarás, no sin razón.
Pero no.
Porque no las vimos en casa sino en casa de unos amigos y con más compañía, lo cual es mucho más triste.
Ah, no, no es culpa mía, nonononó, si mis amigos se vuelven setas con la edad y somos capaces de tirar de telepizza... ¿qué pasa? ¿No lo hacen los heteros -y algunos maricones, véase mi marido- con el fútbol? (por cierto que al Fútbol ya le podéis ir quitando la T, porque nadie la pronuncia).
Pues eso, que la primera peli fue LA PROPOSICIÓN, de Sandra Bullock, que nos vimos a la hora de comer.

Después de leer la frase anterior, entenderé perfectamente que miles de seguidores de este blog dejen de serlo ipsoflauto.
Pues mira, es una comedia romántica de lo más típica, con su guerrita de sexos y sus detalles cómicos en plan actualización de las comedias clásicas. La Bullock está graciosa y hace un papel acorde a su edad, el chico, un tal Ryan Reynolds (como el papel de aluminio) es mono aunque está demasiado maquillado y blandito. Ah, y enseña el culo (dato fundamental). La peli apesta cuando se empieza a poner pastelosa y luego tiene el final que todos esperamos. Sale el papá de Poltergeist, Mary Steenburgen muy bien operada y una de las chicas de oro, serie que jamás seguí ni fui fan salvo cuando íbamos a Valencia a casa de quien ya sabes y tomábamos tarta de queso en la cocina por la noche. Cada uno teníamos una personalidad. A mí me tocaba Sophia, por escatológico. Eh, que peor eran Blanche y Rose (sustituyendo Saint Olaf por Cádiz).
La proposición es ideal para "peli de domingo" y para que la bajes y la veas con tu madre, hermana, sobrina o mariliendre. Está bien hecha y no es bochornosa. Después de verla, nos fuimos para casa, echamos un polvo y descansamos un poco para... volver a coger el coche y regresar a casa de los amigos donde habíamos visto a la Bullock. Creo que la excusa era una cena con más amigos. No escarmentamos.
Y para amenizar la velada y para que el anfitrión nos enseñara las múltiples cualidades de su Apple TV, qué mejor que vernos otra peli. Esta vez se trató de un clásico, una tv movie que hizo furor en las pantallas españolas: El misterio de Salem's Lot.
Nos sentimos como quinceañeras, porque el protagonista era... DAVID SOUL
Aaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh.
No, no enseña el culo.
Otra que cumple perfectamente como "peli del domingo", porque aquí no es que te pudieras ir a echar un pis tranquilamente, sino a fregar los platos y preparar los mojitos. Por favor qué lentaaaaaa. Ni que decir tiene que mientras la veíamos, nuestro amigo XxYy chateaba salvajemente en el bearwww promocionando sus nuevas fotografías sin perder ripio de la película.
Por lo menos pudimos disfrutar con los trajes a cuadros, las chaquetas de pana con coderas, los estilismos para ir a dormir y los pelos de la chica y del prota, que tenían mucha tela. Como es por partes, sólo vimos la primera, dejando la segunda para próximas reuniones. Eso sí, creo que todos estábamos de acuerdo en que nos ponía más Starsky.
Lo peor de todo es que, no contentos con la doble sesión, para la post-cena tuvimos... ¡¡¡LA TERCERA!!!
A ver, qué ponemos. Algo así moderno, para compensar. ¡Ya está! Mentiras y gordas, la película española que fue un éxito de taquilla este verano. Protagonizada por jóvenes estrellas de la televisión y con un guión coescrito por la expresidenta de la Academia de Cine y actual ministra de Cultura (oooooooh).
La verdad es que las otras tres películas que he visto del dúo de directores Albacete/Menkes me parecen una basurilla, pero algunas tenían su gracia (la de Sobreviviré no, y no entiendo la fama que cogió, ni la peli, ni sus insulsos actores ni su banda sonora). Pero, reconozcámoslos, con Mentiras y gordas nos temíamos lo peor, y lo sabíamos.
Y no es lo peor, es... LA WORSA. Va de un montón de niños muy jóvenes que se ponen hasta arriba de coca y pastis y luego enseñan el culo. Ellas también enseñan las tetas, pero luego duermen con bragas.

Creemos tener la vaga idea de que son varias historias paralelas que transcurren en un fin de semana o algo así y que terminan todas en una rave. Y todos toman muchas drogas y todos follan mucho y todos tienen un problema interno gordísimo y gravísimo que se supone que es lo que nos tiene que hacer pensar. Pero es todo tan burdo, tan evidente y tan tópico que aburre. Eso sí, culos, los que quieras. Todos los tíos que salen enseñan el culo (Mario Casas, Maxi Iglesias, Hugo Silva, Alejo Sauras), y el tal Yon González también la polla.
Las historias se intentan cruzar pero vamos, como que cada una va a su aire, y de repente te das cuenta de que hace mucho que no sale tal chica, y le toca ya. Y va y sale. De la actuación de los chicos pues no sé qué decir, están todos pasmaos. Pero claro, hacen de drogadictos. Huy, perdón, de chicos que se drogan. Así que se supone que lo mismo hasta lo están haciendo bien. No te creas, que también hay momentos de denuncia social, como la chica que se cree gorda o el chico que ve a su padre bebiendo el bar.
Y cuando uno llega al final y cree que la moraleja de la peli va a ser "las drogas son maaaalas, no te droooogues", pues no. El mensaje final es tan retrógrado que indigna. Y lo voy a escribir en blanco para no fastidiárselo al incauto que pretenda verla.
"No pasa nada por meterte todas las pastillas y rayas del mundo, pero si eres maricón eres un desgraciado y te mueres por eso."
Uno creía que aquella absoluta mierda llamada Segunda Piel (no la veas) sería la última película española con protagonista mariquita torturado 70's style. Pues no, parece que seguimos erre que erre con los mismos mensajes y estereotipos de siempre. Si bien el tema del mariconismo está llevado de una manera convencional pero correcta durante todo el metraje (es lo que se espera), la escena del bar de ambiente y el final son de echarse a potar (esa música, pordió). Muy José Luis Martín Vigil, vamos.
En fin. Como estábamos comiendo, bebiendo y sin parar de reír (nosotros no fumamos), Perla de Vichy, agotada tras un día de rodaje en bicicleta por las calles de Madrid, dormitaba en el sofá pero nos iba contando los diálogos que nos perdíamos. En plan: "Es que ésta tiene al novio en la cárcel" o "Callad ya que ahora viene algo muy fuerte". Pero con los ojos cerrados. Qué grande es Perla. Mientras, XxYy seguía dándole al chat. ¡¡¡Y salió un pollón, que lo vimos de refilón!!!
Mentiras y Gordas no da la talla para peli del domingo. En todo caso es como para que tus sobrinos de 15 años se la bajen o consigan de estranjis y luego tengan fantasías húmedas. Para los demás... una bazofia. Además, es muy larga, qué coño.
Para las superfansas, cómo no, la canción principal es de Fangoria:
Y en llegando la una y media de la mañana, decidimos volver a casita, que al día siguiente mi tx trabajaba y yo tenía que preparar la casa para uno de los acontecimientos mochotxísticos del año.
Agotao, estoy agotao.