Se abre la veda



Por si no tuviéramos suficiente con la subnormalidad del "bautismo civil", a mi tx se le ha ocurrido la gran idea de este año:

Poner un belén laico

Y, hay que reconocerlo, a mí todo lo que sea embarrocar la casa con decoración excesiva me chifla. Porque ya vive uno demasiado entre blancos, negros y líneas rectas y simples.

Así que le dejé que diera rienda suelta a su afán navideño y me apareció con esto:



Ah, la fiesta de puesta del árbol, muy bien. Cada asistente tenía que traer una bola para colgar en el árbol. Mi pobre hermana, que tiró de las que yo había desechado años atrás y dejado en casa de mi madre, quedó totalmente abochornada ante el exceso bolístico que aquí se vivió. Claro, pobreta, ella no sabía que tenía que competir contra un puñado de maricas desquiciadas.


Por su parte, Perla ha decidido que la próxima fiesta que haga en su casa será la de las teles de plasma, y todo el mundo que asista tendrá que traer una.


Conjunción cósmica


¿Leire Pajín vs. Soraya Sáenz de Santamaría?

¿Marta Ferrusola vs. Michelle Obama?
¿Rita Barberà vs. María Teresa Fernández de la Vega?
¿Bibiana Aído (desnuda) vs. Angela Merkel (en deshabillée)?

NO

Esta tarde se produce una auténtica conjunción cósmica:

el primer encuentro de las familias TX - Móchez.

Aaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhh


Lo de Bibiana Aído desnuda es porque es una de las frases googleadas por las que más se entra en este blog, después de Zeb Atlas and Matthew Rush y famosos psicópatas blogueros, claro.


Los niños de la piscina, porque es lo primero que he encontrado y hoy tengo prisa.



Calendarios y santorales



Hoy es San Erasmo, ayer fue Santa Flora y mañana San Nosequé.

¿Por qué todos los calendarios que me traen tienen que venir con el santoral?

¿No sería más mono uno con efemérides o anécdotas?

Grupo de Facebook Por calendarios Myrga sin santorales ya.

Si por lo menos nos pusieran santos divertidos como San Francisco De A-Sissy...

dance

dance

Las cremas de Melissa Hindell


Pues estábamos el sábado partiéndonos la caja de reirnos con las historias de las líneas de Monchito y las cremas que te ponen la cara azul cuando de golpe nos fijamos en la cara de nuestra querida Perla.

No es que estuviera sonrosadito, no. Es que directamente tenía más coloretes que Heidi.

Y eran las nueve de la noche, y no hacía calor ni el chico había bebido. Y todavía no habíamos empezado con los ataques de risa.
¿Entonces?

Pues nada, que Miss Paris Morgan de la Morgan Corporation le había traído de Amsterdam una crema hidratante con un toque de autobronceador Y LE HABÍA DADO REACCIÓN ALÉRGICA.

Y entonces nos empezamos a montar una historia en plan Melissa Hindell.

melissa
melissa

- Lidia, estoy medio aflatá. Que me ha traído la Paris Hindell una crema y que debía estar caducá.
- No.
- Sí, que me han salido unas erupciones que parece que vengo de las montañas.
- Amos.
- Pues qué raro, si es de Chanel, dice la muy fresca. ¡Ja! Si aquí pone Charnel.
- Uyuyuyuyuy.
- Ah pues no sé, yo la compré en el Cortinglé.
- Qué fresquísima que es.
- ¿En el Cortinglé Jadeputaaaa? Si en Ámterdam no hay Cortinglé, que la compraste en el mercadillo.
- Dede luegooooo...
- Tanta crema tanta crema, si a mí lo que me gusta es el jabón Lagarto.
- Di que sí.
- Y ahora me va a mandá un antiinflamatorio o me presento en el primer avió, y ya se lo vas diciendo a tu prima, que fue la que nos animó.

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Y con la tontería anduvimos toda la noche, con el tx sujetándose en las paredes porque se caía de la risa. Aunque se le quitó pronto, porque nada más entrar en un bar un chico me agarró del brazo y estuvimos hablando unos minutillos. Y el tx, que no es nada celoso, me dice:

- ¿Y ése quién es?
- Pues el último tío con el que follé antes de liarme contigo.

¡TOMA!


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vidfeo


Aclaración a la entrada anterior (clic): los filis son unas medias suelas, normalmente de goma, que se cosen o pegan a las suelas de los zapatos cuando las tienes muy gastadas (clic).

Filis


Siguiendo la historia... (clic), mis escapadas nocturnas barceloninas suelen empezar en un bar que hace unos 15 años (o más) era lo más moderno, pero como la gente que sigue yendo es la misma, se ha quedado en plan Senda de los Dinosaurios. Pero no está mal, porque el público asistente le hace a uno sentirse menos freak que de costumbre y porque siempre hay alguien a quien saludar.

El otro día fui lo menos: me encontré con cuatro amigos/conocidos y los fui esquivando descaradamente uno tras otro. Además, estoy seguro de que a ellos tampoco les apetecería un guano ponerse a hablar conmigo. Habría que establecer un término para esa gente que son algo más que conocidos pero no llegan a la categoría de amigos. Son con los que puedes cruzar algo más que un hola y un adiós, que sabes algo de su vida pero que los ves ocasionalmente, sólo cuando te los encuentras, ¿conoamigos?

El caso es que andaba yo intentando escaquearme de entablar contacto visual con el pesado de los tirantes cuando un grito me sobresaltó:

- ¡¡¡Pero Mochaaaaa, hija de la gran puta, qué gorda te has puesto, cabrona!!!

La Filis. Inconfundible.

- Déeeeejame que te vea, vieja. Qué lista eres, con lo gorda que estás no se te notan las arrugas de la cara. Ahora bien, bonita, la papada se te cae.

Después de que medio bar se enterara de que estoy pasado de años y de kilos, procedimos a darnos los dos besitos de rigor y a empezar a rajar.
Conozco a la Filis desde hace más de tres lustros. Es una típica M.E.I. (marica de edad indeterminada) y ya lo era así hace quince años. Al principio no nos caíamos nada bien mutuamente. Yo por aquella época era bastante gilipollas y él tenía ramalazos de marica mala y retorcida. Nos juntábamos por amigos comunes pero nos evitábamos. Perdimos totalmente el contacto durante los 4 años que me duró mi primer marido y cuando nos reencontramos vimos que con el tiempo se nos había quitado mucha tontería de encima a ambos y descubrimos que lo pasábamos muy bien juntos saliendo de copas. Ni se nos ocurre llamarnos o comunicarnos durante todo el año, pero cuando nos encontramos es como si fuéramos íntimos. Así de frívolos e insustanciales somos ambos.

- ¿Y el pelo? ¿Ese pelo? ¿Es de verdad? - se puso a pegarme tirones de pelo hasta que la paré - ¡Te lo has puesto como la Nancy!

La Nancy es un amigo nuestro que, hace una década, aterrorizado por la pérdida capilar, se hizo unos implantes en la frente como los que hacía Junior, el viudo de la muertita. El problema es que con el tiempo la línea del flequillo va retrocediendo naturalmente, y ahora se tiene que hacer unas filigranas anasagastis del copón para que no se le vean las dos líneas de puntitos en los que de cada uno salen cuatro pelitos negros, como las cabezas de las muñecas.


- Pues no, tengo pocos pelos pero son míos, lo que pasa es que tienes envidia porque a ti casi no te quedan y te tienes que rapar para disimularlo, fea.
La Filis siempre ha querido hacerse algún retoquito en la cara, pero le tiene pánico a todo lo que suene a bisturí, y dice que el bótox es tóxico y te da migrañas. Le hablé de las infiltraciones de ácido hialurónico, que te las ponen en las comisuras de la boca y te quitan las líneas de Monchito.

La Filis me miró con desconfianza, dijo que prefería seguir con los maquillajes. Se suele poner algo así como un emplasto de arcilla color rotulador carioca marrón bastante mate, pero que cuando pasas por alguna zona de luz negra brillaba como las cremas esas que se ponen los esquiadores.

Fijándome un poco más le solté: Oye, qué mala pinta tienes, ¿no?

Y es que la Filis siempre sale de marcha bebida y follada de casa. Es muy práctico: no se tiene que gastar dinerales en copas y tira de agenda o se acerca a alguna zona de cruising a echar un polvo o unas pajillas antes de salir de bares. Así sale sin ansiedad, a divertirse.

- Es que se me ha acabado todo el alcohol en casa y me he tenido que hacer un cubata con Listerine.
- ¿Pero tú estás loca, Filis?
- Tiene un 6% de alcohol, era lo único, y no iba a tirar del Vim limpiahogar.
- Bueno, al menos conservarás el buen aliento.

Me dijo que estaba intentando cambiar de casa, y ante la desesperación de los precios le había entrado un ataque de nosequé y se había tirado toda la tarde enviando emails con insultos a todos los que anunciaban piso en alquiler en Idealista, llamándoles guarros por tener la casa tan sucia o ridículos por querer alquilar esas mierdas a esos precios imposibles. Lo próximo que se le ha ocurrido es ir a casa de sus amigos, sacar fotos y luego poner anuncios con ellas. Está loca.

Después de descojonarnos mutuamente de sus adicciones y mis taras, la Filis decidió que el local en el que estábamos era muy aburrido y que me llevaba a otro. Salimos como la reina madre, despidiéndonos con la manita y mariconeando de lo lindo.

Y de la senda de los dinosaurios pasamos a una especie de guardería. Uno de esos sitios superfashion lleno de niños jovencísimos (mucho) y requetemegapijos. Allí la Filis se puso a dar besitos por toda la sala mientras yo me quedaba tomándome una copa totalmente fuera de lugar. La Filis volvió al cabo de un rato:

- ¿Qué te pasa? Si aquí se parla castellá.
- Que no pego ni con cola.
- Ah, claro, es que tú no te metes nada.

Y me contó que en ese sitio intenta camelarse a los yogurines con sus historias imposibles, y se invitan mutuamente a drogas y copas. Tal cual. Y llamó a tres niñatos con los que "intentamos" mantener una agradable conversación.

- Mirad, es mi amigo la Mocha, que ha venido de Madrid expresamente para lo del Liceu.

Eso provocó un súbito interés en los niñatos, incomprensible para mí. Pero es que tras tres frases me enteré de que el día anterior había actuado Marta Sánchez en una gala en el Liceo en la que hubo todo un desfile de personalidades sociales y se pensaban que yo había venido a eso.

- ¿Conoces a la Lomana? ¿Conoces a la Lomana?

Perplejo, con cierta influencia del Cutty Sark, pero salvando la situación, solté una frase muy mariñas:

- ¿La rubia de la cara planchada? Todo el mundo está harto de que salga en todos lados y esté hasta en la sopa. En Madrid hay media docena con mucho más estilo, dinero y más discretas que ella.

Seguí el diálogo con tonterías y anécdotas que me inventaba sobre Nati Abascal o las hijas de la Preysler, hasta que uno de los que parecía menos imbécil me soltó:

- ¿Tú cuántos años tienes?

Lo miré de refilón con cara asesina y mentí muy serio para inmediatamente seguir con chascarrillos varios sobre maricas televisivos: "Nací en el setenta y siete". Es la gran prueba: 2009 - 1977 restar llevándose, pocos lo consiguen. El pijito de la pregunta arrugó el hocico y nos dejó. La Filis siguió inventándose historias entre absurdas y sobrenaturales mientras sobaba a los niños, hasta que les pidió por favor que si nos podían ir a pedir unos cubatas, que en ese bar no admitían American Express.


- Pero Filis, ¿no te parece triste lo de ir de típica marica vieja camelándote niños?
- Mocha, chica, los maricones hemos tenido que sufrir durante tantos siglos los estereotipos que de vez en cuando hay que aprovecharse de ellos.
- También tienes razón (y es que cuando la Filis se pone filósofa, por muy borracha o drogada que esté, sienta cátedra).

Cuando volvieron los niños siguió con el sobeteo y yo me di una vuelta para seguir sintiéndome un freak. Al ratín llegó uno de los niños y me echó mano al cinturón, preguntándome insistentemente por la marca de mis calzoncillos y pidiéndome que se los enseñara.

Solté una mirada furibunda a la Filis: estaba descuajeringada de la risa en una especie de sofá rococó. Me acerqué. Resulta que la muy perra le había soltado que yo tenía chófer particular (pobre tx) y que únicamente usaba unos calzoncillos de Hugo Boss serie limitada que sólo vendían a clientes especiales de manera personalizada. En ese momento de la risotada que soltó dio un cabezazo hacia atrás y le dio en toda la cara el fluorescente de luz negra, dándole un aspecto semimonstruoso.

- Tienes la cara azul, le dije.
-¡ El Listerine !, gritó acojonado.

Y le entró una paranoia, se fue corriendo y pegando gritos al baño y ya no lo volví a ver el resto de la noche, mientras el niñato seguía empeñado en verme los calzoncillos.



Comiendo


¿Te pues crer que de todas las veces que he ido a Barcelona en los últimos lustros no había pisado nunca la Barceloneta?

Todo lo más había llegado hasta el Palau del Mar por un lado y al Puerto Olímpico por el otro, pero la única referencia que tenía de la Barceloneta eran las proclamas de orgullo de Loles León (que no es hermana de Rosa León y Eva León, que ésa es otra).

Pues el novio de mi querida Rocío de la Mancha me llevó a pasear la Barceloneta y a tapear en su local más típico: La Bombeta.


Como ya se sabe, Barcelona está A TOPE de guiris y turis (entre los que me encuentro, claro) y más desde el desembarco salvaje de las Low Cost a su aeropuerto y al de Gerona. Y todos van con sus guías Routard en mano recorriendo todos los sitios típicos. Y se meten a cenar a las ocho de la tarde, llenándolo todo. Menos mal que fuimos a una hora decente, que al momento el bareto se llenó.

La Bombeta es ideal para tapear a buen precio y con raciones que no te sientes timado.

Otro de los problemas de la avalancha guiri (y no me refiero a gente paseando en chanclas por la rambla) es el tema hoteles. Imposible conseguir uno a precio decente. En el que me he quedado esta vez ha sido de los más suigeneris, pero a mí eso de llamar al portal, subir al segundo piso a la recepción y que luego las habitaciones estén dos pisos más arriba siempre me ha parecido muy gracioso por el rollo picadero que tiene. Esta vez la habitación era tan mini que yo creo que el baño era hasta más grande. Eso sí, centriquísimo.

Y el sábado nunca hay mejor plan que comerse una buena pxxxx en Sitges (sustitúyanse las x por lo que se quiera). Qué lujo de buen tiempo a mediados de noviembre, qué rabia de falta de playaaaaaa en los madriles. Allí también nos tocó el triste recuerdo de Pepe Rubianes, con quien hace tiempo compartíamos cerveza en una terracita de allí.


Por cierto que la comida fue en la Santa María, que está muy agradable, tiene precio asumible, y las raciones son enormes, aunque la calidad de la cocina es mejorable.

Siguiendo con la ruta gastronómica, el viernes cenamos en Casa Leopoldo, todo un clásico, con unos azulejos en las paredes que serán supertípicos, pero hacen que el sonido rebote de una manera escandalosa, y con eso de que teníamos a un grupo de guiris en evidente viaje de trabajo (todos sexo masculino, semitrajeados y CERO pinta marica) con ganas de cantar y meter escandalera, la cena fue un poco sonora de más. Es carete, aviso.


En fin, que me vienen de maravilla los viajes a Barcelona: los amigos me miman, me llevan a la playa, me sacan de copas, a exposiciones interesantísimas, me ceban... y encima con la dosis de libertad de haber dejado al tx en Mandril, que también tiene su punto.

Ah, sí, es verdad, que fui al Król Roger. Muy bien, muy gay muy gay.



Robert Pattinson desnudo



Taylor Lautner desnudo

Ciudad Condal (y no me refiero a Carrión de los Condes)


¿Algún evento, concierto, mercadillo, obra de teatro, musical, bar de ambiente, fiesta salvaje, tienda, disco, exposición, concurso de sardana, etc, que NO me deba perder por nada del mundo este fin de semana en Barcelona?

Mira que voy con mi jersey más bonito.


Drogas y culos


Verse una peli en casa es uno de los planes más habituales de las tardes de domingo en las que uno está tirao, cansado, sin ganas de hacer nada ni de salir. Lo ideal es una película intrascendente y ligera, de esas en las que si te levantas a hacer pis y vuelves no te has perdido nada relevante.

sunday

sunday

Pues bien, el domingo nos vimos TRES PELIS.

Qué pena, qué tristeza, qué viejas pellejas fósiles atapuérquicas estamos, pensarás, no sin razón.

Pero no.

Porque no las vimos en casa sino en casa de unos amigos y con más compañía, lo cual es mucho más triste.

triste

triste

Ah, no, no es culpa mía, nonononó, si mis amigos se vuelven setas con la edad y somos capaces de tirar de telepizza... ¿qué pasa? ¿No lo hacen los heteros -y algunos maricones, véase mi marido- con el fútbol? (por cierto que al Fútbol ya le podéis ir quitando la T, porque nadie la pronuncia).

Pues eso, que la primera peli fue
LA PROPOSICIÓN, de Sandra Bullock, que nos vimos a la hora de comer.


Después de leer la frase anterior, entenderé perfectamente que miles de seguidores de este blog dejen de serlo ipsoflauto.

propo

propo

Pues mira, es una comedia romántica de lo más típica, con su guerrita de sexos y sus detalles cómicos en plan actualización de las comedias clásicas. La Bullock está graciosa y hace un papel acorde a su edad, el chico, un tal Ryan Reynolds (como el papel de aluminio) es mono aunque está demasiado maquillado y blandito. Ah, y enseña el culo (dato fundamental). La peli apesta cuando se empieza a poner pastelosa y luego tiene el final que todos esperamos. Sale el papá de Poltergeist, Mary Steenburgen muy bien operada y una de las chicas de oro, serie que jamás seguí ni fui fan salvo cuando íbamos a Valencia a casa de quien ya sabes y tomábamos tarta de queso en la cocina por la noche. Cada uno teníamos una personalidad. A mí me tocaba Sophia, por escatológico. Eh, que peor eran Blanche y Rose (sustituyendo Saint Olaf por Cádiz).

La proposición es ideal para "peli de domingo" y para que la bajes y la veas con tu madre, hermana, sobrina o mariliendre. Está bien hecha y no es bochornosa. Después de verla, nos fuimos para casa, echamos un polvo y descansamos un poco para... volver a coger el coche y regresar a casa de los amigos donde habíamos visto a la Bullock. Creo que la excusa era una cena con más amigos. No escarmentamos.

Y para amenizar la velada y para que el anfitrión nos enseñara las múltiples cualidades de su
Apple TV, qué mejor que vernos otra peli. Esta vez se trató de un clásico, una tv movie que hizo furor en las pantallas españolas: El misterio de Salem's Lot.

Nos sentimos como quinceañeras, porque el protagonista era...
DAVID SOUL

starsky

starsky

Aaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh.

No, no enseña el culo.


Otra que cumple perfectamente como "peli del domingo", porque aquí no es que te pudieras ir a echar un pis tranquilamente, sino a fregar los platos y preparar los mojitos. Por favor qué lentaaaaaa. Ni que decir tiene que mientras la veíamos, nuestro amigo XxYy chateaba salvajemente en el bearwww promocionando sus nuevas fotografías sin perder ripio de la película.

salem

salem

Por lo menos pudimos disfrutar con los trajes a cuadros, las chaquetas de pana con coderas, los estilismos para ir a dormir y los pelos de la chica y del prota, que tenían mucha tela. Como es por partes, sólo vimos la primera, dejando la segunda para próximas reuniones. Eso sí, creo que todos estábamos de acuerdo en que nos ponía más Starsky.

Lo peor de todo es que, no contentos con la doble sesión, para la post-cena tuvimos... ¡¡¡
LA TERCERA!!!


A ver, qué ponemos. Algo así moderno, para compensar. ¡Ya está! Mentiras y gordas, la película española que fue un éxito de taquilla este verano. Protagonizada por jóvenes estrellas de la televisión y con un guión coescrito por la expresidenta de la Academia de Cine y actual ministra de Cultura (oooooooh).

trailer

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La verdad es que las otras tres películas que he visto del dúo de directores Albacete/Menkes me parecen una basurilla, pero algunas tenían su gracia (la de Sobreviviré no, y no entiendo la fama que cogió, ni la peli, ni sus insulsos actores ni su banda sonora). Pero, reconozcámoslos, con Mentiras y gordas nos temíamos lo peor, y lo sabíamos.

Y no es lo peor, es...
LA WORSA. Va de un montón de niños muy jóvenes que se ponen hasta arriba de coca y pastis y luego enseñan el culo. Ellas también enseñan las tetas, pero luego duermen con bragas.


Creemos tener la vaga idea de que son varias historias paralelas que transcurren en un fin de semana o algo así y que terminan todas en una rave. Y todos toman muchas drogas y todos follan mucho y todos tienen un problema interno gordísimo y gravísimo que se supone que es lo que nos tiene que hacer pensar. Pero es todo tan burdo, tan evidente y tan tópico que aburre. Eso sí, culos, los que quieras. Todos los tíos que salen enseñan el culo (Mario Casas, Maxi Iglesias, Hugo Silva, Alejo Sauras), y el tal Yon González también la polla.

Las historias se intentan cruzar pero vamos, como que cada una va a su aire, y de repente te das cuenta de que hace mucho que no sale tal chica, y le toca ya. Y va y sale. De la actuación de los chicos pues no sé qué decir, están todos pasmaos. Pero claro, hacen de drogadictos. Huy, perdón, de chicos que se drogan. Así que se supone que lo mismo hasta lo están haciendo bien. No te creas, que también hay momentos de denuncia social, como la chica que se cree gorda o el chico que ve a su padre bebiendo el bar.


Y cuando uno llega al final y cree que la moraleja de la peli va a ser "las drogas son maaaalas, no te droooogues", pues no. El mensaje final es
tan retrógrado que indigna. Y lo voy a escribir en blanco para no fastidiárselo al incauto que pretenda verla.

"
No pasa nada por meterte todas las pastillas y rayas del mundo, pero si eres maricón eres un desgraciado y te mueres por eso."

Uno creía que aquella absoluta mierda llamada Segunda Piel (no la veas) sería la última película española con protagonista
mariquita torturado 70's style. Pues no, parece que seguimos erre que erre con los mismos mensajes y estereotipos de siempre. Si bien el tema del mariconismo está llevado de una manera convencional pero correcta durante todo el metraje (es lo que se espera), la escena del bar de ambiente y el final son de echarse a potar (esa música, pordió). Muy José Luis Martín Vigil, vamos.

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En fin. Como estábamos comiendo, bebiendo y sin parar de reír (nosotros no fumamos), Perla de Vichy, agotada tras un día de rodaje en bicicleta por las calles de Madrid, dormitaba en el sofá pero nos iba contando los diálogos que nos perdíamos. En plan: "Es que ésta tiene al novio en la cárcel" o "Callad ya que ahora viene algo muy fuerte". Pero con los ojos cerrados. Qué grande es Perla. Mientras, XxYy seguía dándole al chat. ¡¡¡Y salió un pollón, que lo vimos de refilón!!!
Mentiras y Gordas no da la talla para peli del domingo. En todo caso es como para que tus sobrinos de 15 años se la bajen o consigan de estranjis y luego tengan fantasías húmedas. Para los demás... una bazofia. Además, es muy larga, qué coño.

Para las superfansas, cómo no, la canción principal es de Fangoria:

sss
sss

Y en llegando la una y media de la mañana, decidimos volver a casita, que al día siguiente mi tx trabajaba y yo tenía que preparar la casa para uno de los acontecimientos mochotxísticos del año.

Agotao, estoy agotao.

Prenavideños


¿Eres de los que todos los años empiezas a despotricar y soltar pestes de la navidad, del consumismo, de la horterez de los adornos, de las luces, de los belenes y de los villancicos?

NOSOTROS NO


Ya hemos comprado el árbol y para finales de mes o principios del siguiente tenemos planeada una fiesta árbol en la que cada invitado tiene que venir con una bola superpreciosa para decorarlo.

Échate cremita, bonita.




Stop the music. Nueva canción de The Pipettes


Cuando ya todos creíamos que las Pipettes, con tanto cambio de chicas y sin ninguna de las cantantes originales en la formación, tres años sin disco y meses sin actualizar ni web ni myspace, ya iban a desaparecer... ¡¡¡NUEVA CANCIÓN!!!.

Se llama Stop the music y suenan algo ñoñas de más y con las armonías vocales un poco bananaramizadas.

Pero lo importante es que ... AY, HAN VUELTO.

La grabación de la radio, aquí.

Y un vídeo ilustrativo (en Blogger y en Dailymotion, por si lo borran), acá:










Oh sacrilegio


Qué quieres que te diga (que mi vida va genial), ayer me salí de la ópera en el intermedio (clic). Que sí, que mucho Händel y mucho barroco y mucha orquestilla de prestigio, pero aquello era un aburrimiento. Hora y tres cuartos de tirolín tirolán tirolín tirolirolirolirolirán en las que lo único que merecía la pena era la protagonista. Y me quedaba el entreacto y luego otra hora y media más. No hija no. Que ahora que vivo en el quinto coño tengo que atravesarme todo Madrid en metro, llegar hasta donde tengo aparcado el coche, cogerlo (¡!) y largarme al polígono. Francamente, llegar a la una no me apetecía nada, por mucho ambiente que hubiera en el teatro (tanto entre el público como sobre el escenario). Anda que no. Que ya ves tú cómo me lo monté, que llamé al tx a la salida del teatro y llegué a casa a tiempo para ver un programa de la tele en el que salía el hermano de un amigo y con la cena recién preparadita. ¿Sí o qué? Y ahora todos los operapuristas me están diciendo que me perdí lo mejor, que la cosa se puso superinteresante y megamaravillosísima. Pero como soy un ansioso, un frívolo y un insustancial, yo me fui. Por cierto que peazo dos borricones que se me pusieron al lado en el metro. Estoy salido. Será la luna llena. O el resacón del fiestón de Halloween de superhéroes que montamos en casa. O el momento super dabadaba revival project de José Luis López Vázquez con las Buby Girls.



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