Maricas insidiosas



Ayer domingo me ocurrió una especie de Expediente X del ambiente aunque, bien pensado, la verdad es que podría ser el pan nuestro de cada día, pero como una está ya mayora y no se mueve mucho pues me llamó la atención.

Estaba yo en un bar de dudosa reputación y más que dudoso nivel de personal con mi tx y mi amiga la Ketty cuando, de un grupo de tres muchachitos, uno de ellos se dirige a mí:

- Oye, que éste dice que si te llamas Mocho.


Yo, halagado, hipertonta, encantado de haberme conocido, y pensando que se trataba de uno de cada vez más innumerables fans, pongo mi sonrisa de gato de Chesire de la Alicia de Disney y le digo que sí, que ése es mi nombre, ¿por?

Y salta el que "decía que me conocía":

- Porque yo estuve en tu casa hace muchos años, por Atocha.

Cara de FLOP, WTF y todas las onomatopeyas internáuticas gilipolluásticas que se te ocurran. Risas salvajes de la Ketty.

- Perdona, pero yo no he vivido nunca por Atocha (respondo toda digna).

Y entonces al interfecto se le hincha la vena à la María Patiño style, se empieza a sulfurar por momentos y comienza a subir el tono de voz.

- Que sí, que vivías en una perpendicular justo al lado de la estación, que yo estuve allí, que blablablabla.


Vamos a ver, bonita, yo puede que no me acuerde de un polvo, de un tío, de alguien a quien me han presentado, pero de lo que sí me acuerdo es de dónde he vivido, y puedo asegurar que en mis sopotocientos años de vida, siempre he vivido más allá de los límites de la M30 de Madrid.

Pero como el grandullón ése parecía que iba a empezar a echar espumarajos por la boca de un momento a otro y, francamente, yo no veía la necesidad de ponerme a rebatir nada, y menos con una copa en la mano, le dije "ah, pues sería en casa de mi primer marido", y pegué la vuelta pimpinelescamente.

Amoavé amoasuponé.
Es posible que el tipo ése me conociera del año catapum chimpum, porque mi nombre se lo sabía, y que incluso hubiera estado en mi casa, aunque se equivocara de ubicación (otro de los #gaysdesubicados), y hasta que hayamos echado un polvo, que se remontaría a por lo menos 15 años atrás, calculo pero... ¿qué necesidad hay de contarlo en un bar?

¿A qué viene lo de decir a los amigos que corroboren el nombre?
¿Y luego lo de soltar en público que había estado en mi casa?
Y,, más aún, ¿lo de ponerse hecha un basilisco al negarle yo que había vivido por esa zona?


No sé, lo mismo tenía necesidad autoafirmarse delante de sus amigos con el clásico "yo he echado un polvo con ése" o estaba haciendo oposiciones a marica mala e intentaba ponerme en evidencia o en una situación incómoda delante de mis amigos y mi novio (a quien, evidentemente, le repanfinfla lo que yo hiciera antes de conocerlo, y parte de lo de después, notejodepuntocom).
Y un domingo, por favooooor, ¡que es el día de reposo!

En fin, el caso es que, fuera lo que fuese, yo no me acuerdo, así que muy mal polvo tuvo que ser.


Y, desde luego, mucho más graciosa fue la conversación a la que asistí en el baño minutos después entre dos jóvenes y alegres muchachitos.

- Pero Pedro, ¿te vas a drogar?
- Sí.
- Vas a acabar muy mal.
- Ya lo sé.

Ay, ¡esta juventud!


6 comentarios :

Unknown dijo...

Haberle contestado lo que dice siempre un amigo mío cuando no se acuerda de alguien: "habremos follado, pero ahora no caigo".

Igual os conocisteis en alguna fiesta en casa de alguien y él pensó que eras el dueño de la mansión. O eso, o te ha visto en la foto del interior de tu libro y le daba vergüenza pedirte un autógrafo.

Y no tendrás el teléfono del que alimenta a los pingüinos, ¿verdad?

Eleuterio dijo...

Me borraron el comentario, la puta digo.
Resumen:

Maricas malas y bobas, go home!

Anónimo dijo...

Jaja, Mochuelo, para tí sería un mal polvo, pero para él el polvo de su vida de que recuerda hasta tu nombre después de tantos años.

Valiente dijo...

Mocho; iba yo de señor respetable con una amiga bollo y me pasó la misma situación. El sujeto puntualizó: "hace ya muchos años pero me acuerdo porque fuiste con el primer hombre que me acosté y me asusté porque tienes una banana muy grande"(si, si, banana, literal). Mi amiga pestañeaba como las supernenas. Lo peor de todo fue cuando añadió: "además, ibas vestido exactamente igual que ahora"

Francisco Alemán dijo...

No comento, pero suelo leerte. La paso muy bien haciéndolo (leyendo).
Saludos.

Mocho dijo...

Gracias a todos :)

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