Bearcity 2 The Proposal

Ayer por la noche recibí la "proposal" de un amigo. No es que me pidiera matrimonio, sino que nos proponía a tx y a mí acercarnos a ver la película "Bearcity 2: The Proposal", que se proyectaba en el Festival de Cine Gay de Madrid (creo que se llama lesgaicinemad o algo así, pero posiblemente el año que viene sea el LGTBQRTRCineFest).

Y mira, con eso de que el sábado llovió a mares y lo más que hicimos fue autoinvitarnos a casa de un amigo a tomar café y luego acercarnos a saludar en un visto y no visto a Doña Angelina Jolín y Pedropé que andaban por Madrid, pues nos animamos a ir.

Se proyectaba en la Sala Berlanga, lo que era el Cinestudio California, que yo pensaba que ya estaría convertido en un Carrefour Market o algo así, pero me entero ahora de que lo compró la SGAE y lo reabrieron en 2010 como sala de Arte y Ensayo, como en sus viejos tiempos. Lo han dejado en forma de grada y aunque los paneles de madera que hay delante de cada butaca no son muy cómodo para las rodillas (ya se sabe que los gays solemos tener las rodillas delicadas de tanto agacharnos) me parece una muy buena sala. Y, si eres un nostálgico, siempre tienes los bajos de Aurrerá a un paso para que te saquen una navaja a la mínima de cambio. ¿O eso tampoco se lleva ya por allí?

Pues eso, película de ambiente "bear" proyectada un domingo a las diez de la noche fuera del distrito centro. Es decir: llegar y hola, hola, hola, hola... porque seremos pocos, pero joder, nos conocemos todos. Y a los que no saludas no hay problema, ya te sabes sus fotos de memoria en los diversos divertimentos tecnológicos que tenemos entre manos. ¡Y todos salían a 100 metros de distancia!

Bearcity 2 es la continuación de Bearcity (lógica aplastante, no sé por qué pero las lógicas siempre son aplastantes, nunca contundentes o rotundas, no: aplastantes). 

Bearcity era una comedia amable y simpática que aunque se movía peligrosamente en el límite de la vergüenza ajena, se salvaba por los toques de humor y cierto puntito autocrítico que me hizo gracia. Ya hice mis comentarios por este blog (clic).

Bearcity 2 retoma los personajes y los mete en nuevas historias. Tenemos tres parejas: el twink y el masquecuarentón, el chubby y el bombón latino y los osetes graciosos con veleidades artísticas. Y el "tema" principal es el matrimonio gay, embebido en el marco de una macroquedada osa.

Al igual que la anterior, esta peli roza los terrenos pantanosos de caer en la cursilería: qué buenos amigos somos todos, qué comprensivos somos con nuestra pareja, cómo nos queremos, qué amistosas y graciosas son las quedadas osas, qué enrollada y guay es la mamá de un gay (si hasta la llaman Miss Madrigal, en homenaje a las Historias de San Francisco de Maupin)... Pero afortunadamente una vez más vuelven a aparecer los puntos críticos y humorísticos que levantan el film.

Son detallitos como insinuar que la gente va a las quedadas a drogarse y desfasar, la coña del que usa Scruff "sólo para charlar con los amigos", la separación radical entre gordos y musculosos, el "¿se necesita otro documental sobre...?", la falta de comunidad dentro de la comunidad y el ya comentado tema principal de la película: ¿es el matrimonio el estatus ideal de una pareja gay o es la propia sociedad y el ambiente el que empuja a las parejas al matrimonio sólo porque ya es legal en algunos países?

Además, cuando más pastelosa y más previsible se va poniendo, un par de (leves) vueltas de tuerca argumentales le dan un aire diferente y fresco al final. Bueno, no muy fresco porque el guionista se ha estudiado muy bien una conocida película de la chiquita ésta que hizo Kramer contra Kramer. Y no digo más porque desvelo cosas ¡ooooohhhhh!

Y luego tiene sus chistes. Muy bobos algunos (el padre al que no dejan entrar al baño), con su puntito otros (me partí de la risa cuando la mariquita loca hace saltar los plomos y todas las CPAP dejan de funcionar) y con su dosis de morbillo los de más allá (el tour a ver ballenas). Situaciones de comedia que oye, no serán el colmo del ingenio, pero hacen reír.

Bearcity 2 no pretende ser una obra maestra ni un estudio de las problemáticas de la homosexualidad. Es lo que es: una comedia y, como tal, funciona. Las interpretaciones son aseaditas, se ha rodado con un presupuesto decente y pasas un buen rato.

Para los amantes de celebrities, hacen cameos Kevin Smith y Johnny Scruff. Bueno, y también sale una drag que no sé quién es, pero está graciosa. 

A Tx le gustó pero se quejaba de las tipologías de hombres que aparecían, y eso que él es auténticamente ursófilo: ¿es que no aparecen tíos normales? Todos son superexcesivos. Y aquí quien haya ido a alguna quedada bear en los USA por favor que nos diga si es verdad que son todos tan tan tan tremebundos.

Lo dicho, se deja ver.

En Madrid se vuelve a proyectar esta semana en el Ateneo y seguro que pasa por otros festivales de cine marica de España y sus provincias.

Y a la salida del cine tenía dos Woof. ¡Jajajajajajaaja!

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