¡¡¡ La receta del Cucumber Martini !!!

Este finde hemos estado en Barcelona para la poco grata situación de dar el pésame a un amigo. También hemos aprovechado para, como siempre, patear una ciudad por la que nos encanta cansarnos andando. Hemos sorteado las avalanchas de turistas en chancletas, nos hemos dejado ver por los locales más infames (!), hemos comido bien, regular y mal y, como viene siendo habitual, nos hemos tomado un cóctel, que yo es llegar a Beceene y sentir una necesidad imperiosa de acercarme a una coctelería.


A falta aún de conocer Torre Rosa (nos pillaba un poco a desmano) y sin ganas de ser sableados en el Dry Martini, intoxicados en Boadas o saliendo con mugre del Ascensor, nos acercamos al Campari Milano, que vale, también es caro, pero es super agradable por las tardes, antes de que se llene de gente.

Y qué mejor que tomarse un Cucumber Martini antes de cenar. Y esta vez nos lo han preparado de una manera tan exquisita que no puedo resistirme a dejar aquí la receta:


- Machacas medio pepino pequeño (pelado, claro, no me seas bestia), hasta que quede como puré. Le echas un chorrito de sirope de azúcar (si no tienes, azúcar fina pero entonces hay que machacar mucho más para que no se noten los granitos), remueves y lo viertes todo en el fondo de una copa de cóctel (máximo un dedito). Mientras, agitas en coctelera vodka, hielo y un chorrín de zumo de limón. Sírvase la copa con el fondo de puré de pepino y luego viértase encima la vodka helada para que se mezcle en la copa muy lentamente. Adórnese con una rodaja de pepino.

Exquisito es poco.
Y sí, está de moda.
Que pedir cosmopolitans es de marica poligonera que ve Divinity Channel.
Y entrar en una coctelería y pedir un mojito (porque no se sabe qué pedir) es una paletada.
El vaso de la izquierda es el Gin Fizz de TX.

Punto borde: Cuando nos sentamos nos dieron la desagradable sorpresa de que en media hora iba a empezar un miniconcierto de... jazz.

Afortunadamente, se retrasó un poquito y en cuanto el del contrabajo hizo tumb tumb tumb y sonó el primer maullido de la armónica, ya habíamos pagado y estábamos levantándonos. Según tx quedamos muy mal.

El sábado, el cruce de Paseo de Gracia con la calle Aragón presentaba este aspecto a las ocho de la tarde.


Es una foto panorámica en 360º. Si no te aclaras la imprimes, la recortas, pegas los extremos con pegamín, te metes dentro y le das vueltas a la cabeza como la niña del exorcista para que te hagas una idea.

Ah, cosa de los indignados.