El amor de las tres naranjas


Estos días la cosa va a ir muy de lírica. Pero es que tengo sobredosis. Hoy ha tocado ir a El Amor de las Tres Naranjas, de Prokofiev, en el Teatro Real. La música, preciosa; el argumento, un cuento delirante; la orquesta, excelente; los cantantes, pues unos bien, otros regulín y alguno fatal, pero todo dentro de lo aceptable.

Escenografía, decorados y vestuario... pues al principio me han gustado, por lo coloristas y llamativos, pero luego me han parecido directamente UNA MARICONADA. No quería poner esto, pero es que es verdad.

- El personaje de Trufaldino, el bufón, iba de travestona como una especie de cruce entre McNamara y Hanna Schygulla, con toques de Shangay Lilí.
- La bruja mala iba como la Zeta Jones en Chicago, con más tetas si cabe, y un aire a lo Elvira Mistress of the Dark.
- La corte de la bruja mala estaba formada por bailarines cachas que llevaban un minishort de cuero negro, botas altas, camiseta de rejilla negra transparente y ajustada y como complemento un látigo. ¿Guiño leather?
- Coro, decorado y figurantes recordaban mucho a Kiss Me Kate.

Y por si todo esto no fuera poco, en el momento de llevarse a las dos primeras princesas muertas, aparecen LOS VILLAGE PEOPLE. Todos. Y, con la música de Prokofiev, se ponen a hacer la coreografía de brazos del YMCA. ¿Que no me creéis? Mirad la foto que saqué durante los saludos (mala calidad pero tirar de zoom digital con un móvil y desde el 5º piso como que no da para mucho). Ahí los tenéis a todos (el poli va cambiado porque también hacía de maricona de la corte de Trufaldino).


Señoras escenógrafas y directoras de escena: córtense un poco, por favor, que un guiño resulta gracioso, pero tanto, cansa. Por cierto, cuando bailaron el YMCa sólo nos reímos dos personas de mi fila. Lo que me reafirma, querida Kathy Cordero, en que no hay tanto gay en la ópera, o que reviejas del blues que tengamos esas referencias o iconos musicales quedamos ya muy pocos. Pulse para ampliar, pulse.


6 comentarios :

Anónimo dijo...

Jajaj... yo también comento la función en mi blog. Pero estuvo bien, hombre. Como digo, creo que la movida gayes enriquece y actualiza la historia. Lo de que el papel de la cocinera lo haga un hombre estaba es así desde la versión original, así que creo que el resto de la puesta en escena es un aggioramineto que no molesta. Es una ópera estrenada en 1921, en pleno surrealismo, y seguramente en su momento también fué un poco epatante.

Y que el público del Real no se cosque, o que le moleste sin más y sin saber por qué, no es de extrañar: les sacas de la Traviata y ya todo les parece mal...

Mocho dijo...

Me satura tanta cultura mariconeril, de verdad. Pero bueno, visto así un día después hasta me hace gracia. Lo que más me sorprende es que en los recortes de prensa que he leído decían: "estética de comic". Ya, como no sea de Ralph König...

Chica fina opina dijo...

Querer revitalizar a los clásicos o a los géneros no significa que tengas que vestir a los personajes como las Spice Girls (que además están ya pasadísimas de moda) ni que aprendan coreografías super-chachis. Pero una vez en el ajo, si te lo tomas con humor, como e stu caso, hasta puede ser divertido.

Anónimo dijo...

Se ha sabido hoy por la Agencia Internacional de Noticias Culturales "Arte Hoy" que los famosos galeristas norteamericanos Melissa y Robert Hindell tienen pensado visitar en breve España para contactar personalmente con la genial María Fernández y ultimar detalles para la gran retrospectiva monográfica de sus Crisantemos que esperan poder celebrar por fin en el mismísimo Moma de Nueva York. Esperamos contar con el esperadísimo testimonio sonoro de las entrevistas e incluso de otros momentos de su estancia en casa de la sin par pintora andaluza.

Esta primicia informativa deriva de fuentes cercanas a Maleni Fernández, hermana de María, sitas en "Carnicería Los Mondongos", C/ Doctora Camacho, 48, Los Palacios y Villafranca, Sevilla.
(Vamos, que fue a comprar un puchero y se le fue la lengua, veremos a ver cómo le cae a María)

Anónimo dijo...

Pues a pesar de tener un ambientazo terrible, yo tengo que reconocer que en tan magno evento cultural seguro que me quedaría dormido (no es que no me guste, es que me pasa casi siempre)

Mocho dijo...

Yunzapita, si te digo además que fueron dos horas sin descanso, te duermes sólo de pensarlo.

Consejos para narcolépticos o power nappers (que a mí también me pasa): Echarse una siesta antes (imprescindible ir descansado) y tomarse un par de cafés, que el Red Bull no hace nada. Mascar chicle.

Vaya, no sabía yo que los tentáculos de Melissa Hindell llegaran hasta aquí. Se lo diré a Lidia.

Al menos ya sabemos que su hermana puede llamarse Maleni. Qué raro, suena demasiado valenciano.

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