Apropiación cultural: ¡La Calçotada 2018!



Este año la situación sociogeopolítica no está para muchas bromas, así que aprovechando la sinérgica coyuntura meteocircunstancial del finde pasado... Hicimos una nueva calçotada.

Bieeeeeeeen.

Lo que viene siendo apropiación cultural, vamos.
Y como en casa estamos muy concienciados, la titulamos "Calçots a la Waterloo", pero leyédonse "Baterló", no "Guáterlu".

Y es que ya pasamos de ir al Can Punyetes a que te toquen cuatro cebolleticas y dos rodajitas de embutido cortadas con microtomo y te salga la cena por una pasta.

Todos los detalles de lo que es un calçot, la salsa romesco, las butifarras y cómo se preparan los tienes en la entrada de hace dos años aquí. No me voy a repetir.

https://okdiario.com/img/2017/06/28/carles-puigdemont-655x368.jpg

Este año la cosa ha sido casi idéntica, con alguna variación de personal.
El elemento condicionador siempre es la meteorología. Las calçotadas hay que hacerlas en febrero, y hacer una comida al aire libre es muy arriesgado. Tx y yo siempre tenemos conflicto con eso. Por él, la haríamos aunque estuviera nublado. Y según yo no, porque aunque la temperatura no sea muy baja, si no hay sol te acabas quedando frío. Después de repasar el parte motorológico del mes y las agendas de nuestros amigos... decidimos que el día perfecto era el 25.
Todo empezó el domingo a las 9 de la mañana. Subí a la terraza y...


¡Aaaaaaaghhhhh!
Whatsapps de las amigas invitadas que no pudieron venir:

¡OJALÁ OS LLUEVA PARA QUE LA TENGÁIS QUE POSPONER A LA SEMANA QUE VIENE Y PODAMOS IR!

Encantadoras, ¿eh?

Puesta de la mesa (14 personas)


Barbacoa preparada con los calçots ya limpios:


Primera tanda de calçots:



¡Butifarrismo!



Pan Tumaca, Salsa Romesco, Cerveza, Vino, Cava (del baratuji, que se lo beben como agua)


Cuando lo puse en instagram mis queridos amigos catalanes me saltaron ipsoflauto:


Que la salsa de los calçots no es romesco sino Salvitxada.
De verdad, ¿eh? Cómo son. Cuando ya nos hemos aprendido una cosa y te la indican así en toooodos los sitios a los que vas tiene que salir el antropoculinario de turno (el mismo que se tira de los pelos cuando oye lo de "receta del pantumaca") a decirnos que no, que la auténtica, única y original es otra.

No, no tenemos tejas para servir los calçots (no llegamos a ese nivel de rusticismo) y ya para evitar que nos acusen de apropiación cultural en vez de sardanas sonaron bachatas.

Lo sé, lo intento evitar, y el electrolatino me mata, pero cuando el 90% de los asistentes son adictos al salseo (y no me refiero a la salvitxada precisamente) y ves que se ponen a bailar como locos después de la comida, chica, qué le vas a hacer. 
Yo hubiera puesto Pon Pon Pon (además el día anterior estuve ensayando la coreo, no me preguntes detalles).


Y de postre... Tarta Selva Blanca, que había "cositas" que celebrar:


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