Adiós a Tabata

 
Esta semana estamos de luto. Mañana sábado será la última noche que el pub Tabata de Madrid abra sus puertas, después de 20 años siendo un referente del ambiente madrileño.

Y digo referente porque Tabata (pronúnciese Tábata, como la niña de "Embrujada") siempre ha tenido su sello característico y diferenciador.

Tabata no está en Chueca, sino en la calle Vergara, al lado de Ópera. Y ya tiene mérito que un bar de ambiente (al margen de discotecas y sexclubs) sobreviva dos décadas fuera de circuito.



El ambiente de Tabata se puede definir como una mezcla de pijo, petardo y hetero-friendly. Pijo porque, para qué negarlo, a los más repimpollos les gustaba ir, petardo porque su música pasaba de todo tipo de modas y nos traía los grándes éxitos para bailar y corear de las últimas décadas (con especial atención a la ebollución de principios de los 90), y hetero friendly porque es el lugar ideal para llevar a tus amigas. Es cierto que la media de edad había subido en los últimos años pero yo lo explico porque a los que les gustaba ir hace 15 años les sigue gustando.

Pero, sobre todo, es un sitio divertido, con un ambiente agradable, amistoso y propicio a la risa. Es uno de los sitios favoritos del Tx, que se queda ahora un poco plof con la noticia.



Tabata surgió a partir de la terraza Regine's, en pleno paseo de la Castellana. Aquí hay que ser justos y hacer historia. Regine's supuso un antes y un después en el ambiente gay madrileño. Yo calculo que estuvo un par de veranos, y serían los del 93 y 94 (creo). Era una época en la que Chueca no había dado aún el petardazo de la visibilidad, todos los locales de ambiente estaban ocultos, todo ocurría de puertas adentro. Todo era cutre y sórdido, pero algo estaba empezando a cambiar.




Las lesbianas sacaron sus terrazas a la plaza de Chueca, y con el bar de copas de la Plaza del Rey, Montera 33 y el Hanoi (gracias, DiegoC) empezaron los locales con decoración cuidada ¡y con luz! Y el Café Terminal (que duró un suspiro) y , sobre todo, el XXX se dejaron de visillos de abuela y ofrecían amplios ventanales a la calle.

Fue la época de explosión nocturna de las terrazas de la Castellana, plagadas de pijos que dejaban el coche aparcado en triple fila y las colapsaban cada fin de semana. Lógicamente, hubo quejas de los vecinos y al cabo de un par de años cerraron casi todas. La terraza de Stella (Alaska & Co. época pre-Mario) se llevaba al sector gay de moderneo, pero su ubicación (un año en Avenida de la Paz, otro en Rosales) no era la idónea. Regine's apareció en pleno centro de la Castellana y fue un bombazo. Dos veranos a tope de gente casi diario, con música divertida, las primeras "drags-de-verdad", camareros en calzoncillos y todo el mariconeo "guapis" de Madrid allí metido. Nos lo pasábamos en grande. Y para ir al baño había que meterse en el puticlub de la esquina (San Giorgio's o algo así). O sea, lo más.



Cuando el Ayuntamiento acabó con el terraceo castellanensis, los de Regine's abrieron Tabata y allí continuó el mismo ambiente distendido, alegre y fiestero.

Editando: Me comentan que Regine's siguió por lo menos varios años más, y que tuvo otro momento álgido allá por 1999. No puedo comentar porque por aquella época yo andaba con mi primer marido y no pisamos esa terraza, pero seguro que sí.

Sinceramente, no tengo tiempo ni me pagan por ello, pero siempre lo digo: al igual que hay tantos libros y estudios sobre la movida y los 80, alguien debería hacer un trabajo de investigación sobre el fascinante tiempo de la explosión de la visibilidad gay a mediados de los noventa en Madrid (que se comió la preponderancia barcelonina en dos patadas).



En Tabata hemos pasado alguna nochevieja, veladas memorables y anécdotas graciosas, como a la Ketty tirándole nubes y gominolas a un chulazo al otro lado de la barra, el acoso que sufrió el Piki de los Pikitonis por parte de unos pijos salidos, o el conocer a un chico que bailaba como si le diera patadas a un balón y al que bautizamos Eto'o al instante.

Y se ligaba, que se lo digan a XXX, que allí conoció al "5 lobitos", un muchacho así llamado por su afición a que le fueran metiendo un dedito, dos, tres...

Cierra Tabata. En fin.


Y recordemos también que en Tabata se rodaron escenas de la primera microserie online que se hizo en este país, la genial e-namorarte, tropagonizada ni más ni menos que por la gran diva trash Mari Cielo Pajares.




No es que últimamente fuera mucho porque nosotros ya casi no salimos (la edad y tal), pero echaremos de menos la cola del guardarropa, eterna, con la señora que tenía una foto suya de cuando era vedette de plumerío. Sus camareros imponentes. Su dj que te ponía una música que invitaba al desmadre. Su color rojo puñeta...

Tabata (venga, va, Tábata) cierra porque ha finalizado su contrato de alquiler. Espero leer en un futuro que un nuevo proyecto abre en otro local.

8 comentarios :

Anónimo dijo...

Me encantan, estas cronicas.
Itman

Christian Ingebrethsen dijo...

A mi también me gustan mucho estas crónicas porque aunque Madrid siempre ha estado ahí, a pesar de mi nomadismo ilustrado (y casi siempre impuesto) y la edad (por lo que comentas tenia unos diez años cuando abrieron Regina's) me he perdido muchas cosas.

Abrazotes.

desgayficando dijo...

Las mochohistorias, pues la verdad que ni lo conocía

David dijo...

Yo sí que me he perdido todo eso... Y aquí la variedad brilla por su ausencia. Eso sí, como es ruta de camioneros, puticlubs hay unos cuantos.

Anónimo dijo...

Da penita que cierren un bar que te gusta.

Lo tuyo ya casi es memoria histórica, pero esas miradas al pasado tuyas que nos cuentas de vez en cuando están muy bien.

un-angel dijo...

Ay cuanta vida nos hemos perdido aquí en provincias rodeados de nuestras ovejitas y nuestras gallinitas sin saber que había mundo más allá. Que buena crónica, Mochete.

DiegoC dijo...

¿El bar del que no recuerdas el nombre era el Hanoi?

Mocho dijo...

Síiiiiiii. ¡¡¡ El Hanoi !!! Mil gracias Diego

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