¡ Audra McDonald en el Real!

Por favor, ¡qué estrés!

Entradas para recital de Audra McDonald en el Teatro Real de Madrid compradas con antelación hace un par de meses. De las baratas, que aunque me la habían recomendado mucho yo a esta señora no la había escuchado nunca. 

Y es una cantante de musicales. En un teatro de ópera. Huyyyyy, peligro peligro. Puede ser una cursilada de cuidado o un coñazo. Que los fans de los musicales son como los de los Anillos o los Simpson: toooodo lo que se refiera a ello es maravilloso. Pero yo, sin conocer, nein. Nada, nada, de las baratitas.

- Oye, tx, he comprado para tal y cual... ¿te vienes?

- No

Cojonudo.

Empiezo con la lista de contactos a los que les puede interesar. Los amigos se iban todos a ver "El Eunuco" (¿el nenuco?) al Teatro de la Latina. Los fans musicaleros ya tenían su entrada. Tirando de bloggers: oyeeee, pero es que es sólo una y yo quiero dos... Un caos.

Hasta que llega la semana y me dice Tx.

- Oye, que sí voy, porque es sábado y así luego damos una vuelta con los chicos.

Fantástico.

Pues va y resulta que se pone malo malísimo la semana anterior, con una afonía, unos mocos y unas toses del demonio. Y el mismo día cancela. Que no puede ir porque se va a encontrar mal, va a toser, lo va a pasar mal y a hacérmelo pasar mal a mí.

- ¡Aggghhhhhhhh!

Así que el mismo día por la tarde ya dispuesto a perder la entrada (quedaban a la venta bastantes en taquilla, así que venderla en la puerta era tarea difícil) o buscarme acompañante.

¡Blinnng! Estrellita, oye... ¿y agradecer a este comentarista bloguero que ha venido a mis presentaciones y a verme a la caseta de la feria del libro incluso con una tarta de Santiago invitándolo? Le puse el mensaje y a los pocos minutos confirmación: DiegoC se venía. ¡Bien!

Pues quedamos en la puerta e hicimos el tour "Real", que a mí me encanta lo de dar los paseos por los salones tannn falso siglo XIX de la planta segunda del teatro. El azul, el rojo, el verde, el naranja, es todo tan agresión cromática, tan de señorona, que da risa. Lo mejor, el restaurante puticlub de las mil y una noches.

DiegoC hizo un comentario muy acertado: en el salón donde están todos los cuadros de los reyes de España están ahí Isabel II, los Alfonsos, Fernando VII, JuanCarlos y la Sofía (las malas lenguas dicen que al ver su retrato tannn cursi se dio la vuelta y salió sin decir ni pío, pero a saber las malas lenguas cómo son) ... pero faltan los de ahora, ¡la Leti y el Felipe!

Luego nos subimos a la quinta planta a nuestra butaca lateral y cuando quedaba un minuto para que empezara el recital... tararíiiii, corriendo a cambiarnos de butaca al centro, antes de que unas lagartas que bajaban a toda velocidad desde cuatro filas más arriba se nos adelantaran.

Bien, lo pudimos ver desde las butacas centrales del teatro, aunque como es recital y les da por adelantar tanto los escenarios tapando el foso, tuvimos que estar incorporados hacia delante para ver bien. Pero bueno, muy bien. Fíjate en la primera foto de esta entrada. Bien, ¿no?

¿Y qué tal fue el recital?

Waaaaaaaah, estupendo.

Y mira que el programa era raro rarito, con sólo tres o cuatro concesiones a cosas famosas.

Pero la señora Audra McDonald se metió al público en el bolsillo desde el minuto 1.

Primero, porque es actriz / cantante. Y se nota.

Nada de soprano que se aventura en el terreno del musical con resultados discutibles.

Ni de actriz que hace intención de cantar y se queda en eso, una buena intención.

No.

Esta tía es actriz, porque sabe expresarse, comunicar, interaccionar con el público, reflejar emoción... todo. Y es una cantante excelente.

Se marcó más de hora y media de programa oficial acompañada de bajo, percusión y piano y dando un repaso a canciones poco conocidas, interpretando de manera estupenda desde lo más jazzístico a lo más lírico, mezclando momentos alegres con dramáticos, con una intensidad única. Un diez de señora.

Empezó chapurreando en español y luego ya dijo que lo sentía pero tenía que hablar en inglés. Era algo complicado seguirla en todo lo que decía entre canción y canción, pero bueno, creo que le entendí casi todo.

Habló de las canciones, los compositores, de cómo odiaba cantar "My fair lady" (y nos invitó a corear el I could have danced alll night con ella), de que su hija no soportaba que le cantara nanas y... emocionante mini speech antes de cantar Over The Rainbow como primer bis, en el que nos contó que colabora en un proyecto de integración social y de paso hizo mención a Stonewall. (Ni que decir tiene que todos los gays del público estallamos en despepitantes aplausos).

Audra nos lo hizo pasar bien, pero sobre todo ella se lo pasó en grande. Porque estas cosas se notan. Sólo hizo dos bises (es normal, el recital fue largo e intenso) y antes del segundo (When did I fall in love) entró en escena y antes de que cesaran los aplausos hizo como que iba a cantar el "Let it go" de Frozen, descojonada viva de la risa. 

En fin, un recital super disfrutable.

Ah, el ambiente, que se me olvidaba, que esto es un blog de supuesta temática gay.

Pues sí, chica, qué quieres que te diga. ¿Musicales? Pues repletito.

Habría que haber echado serrín para empapar el aceite del vestíbulo.

No saludé a mucha gente. A unos pocos. Y hasta a algunos a los que sólo veo en clubs de hombres nocturnos de muy mala reputación (los clubs y los hombres).

También a exbloggers, amigos de antaño y hasta ¡gente de las news!

Una velada memorable. Gracias DiegoC por la compañía y luego, congelaíto perdido... pero Tx tuvo a bien salir de casa -se encontraba "mejor"- y salir a buscarme.

Bueno, ¿y cómo coño meto al chulazo en esta entrada?

Pues así, sin venir a cuento. Uno muy light

Ah, más detalles del recital, en mi blog "serio": clic.

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