90's revisited





Cada equis años algún gurú de las tendencias suelta la frase definitiva: "Vuelven los X0", siendo la X un número correspondiente a alguna década pasada. En realidad no lo dicen los gurús de las tendencias, sino los periodistas tertulianos colaboradores de Ana Rosa (Ctrl+C Ctrl+V) y programas similares, y como ya se sabe que ellos no admiten discusión alguna porque están en posesión de la verdad absoluta, hay que creérselo.

Ahora toca "Vuelven los 90", más que nada porque los 80 están muy atrás y los 00 no saben cómo decirlo, y fueron hace dos días, oye.


El caso es que el otro día me sorprendieron con un impactante titular:

"Vuelve el gotelé"

Por favor, decoratrices e interioristas, ya os podéis ir haciendo de cruces si es verdad. Aunque siendo prácticos, el gotelé es la solución más cómoda para paredes desiguales, siempre que no hagas el horror de gotelé tapado con veinte capas de pintura plástica tipo habitación de hotel de media estrella o lo que se le ocurrió a mi amiga Sharleene, que fue poner el fondo en temple violeta suave y la gota en amarillo pálido: un horror.

También tengo una toalla de leopardo, estampado que dicen que vuelve, pero para mí no cuenta, porque nunca se había ido.


En fin, el caso es que las tendencias pueden o no volver pero... ¿y los hombres?

Hace unas semanas, sin estar yo presente y sin ser nada de eso yo, tx quedó con unos amigos a los que se unió un terceto de hombres que él no conocía. Y lo típico en las reuniones, que uno saca su móvil, otro el suyo y se pone todo el mundo a cotillear y a ver fotos payasas como si se estuviera en una reunión de compañeras de fin de curso de la academia de ofimática. Y en esto que aparece una foto mía y uno dice: "Anda, ¿no es Mocho ése de las plumas naranjas?". 

Al ir varias miradas hacia mi TX, éste dijo "Sí, es mi novio". Y entonces comenzó una avalancha de afirmaciones atropelladas en plan: "Huy, si lo conozco desde el año catapún... ¿te acuerdas? Estaba en todas las fiestas. Ya no sale, ¿no? Todo el mundo lo conocía. No faltaba a ningún Shangay y blablablabla".


El caso es que era gente sí, conocida, y en efecto, de principios de los noventa (sí, amiga, sí, tengo una edad) de esos que te presentan o conoces y luego saludas en los bares diciendo un hola y dos tonterías pero que no sabes más de su vida. De hecho era un grupito del que no me acordaba ni de los nombres. No sé si seré yo el frívolo, alzheimérico e insustancial, pero parece ser que ellos conservaban mucha más información de mí que yo de ellos.

Pero bueno, por mi parte NO VUELVEN LOS 90, que tx me dijo que ni se me ocurra intentar volver a contactar con estos elementos, que le parecieron unos pijos, redichos y pasadísimos de vueltas. Vamos, que dejaban a los colaboradores de Ana Rosa en pantuflillas.


Y es que, amiga, el ambiente ni se crea ni se destruye, sino que se transforma (primera ley de la termodinámica del mariconismo), porque resulta que hace un par de días...

...me he encontré en un bar con un conocido al que no veía desde hacía 20 años (fijo). La verdad es que era un chico supermono por el que todo el mundo babeaba de lo lindo. Y, como tal, trabajaba en una tienda de moda muy fashion. La anécdota es que una vez llevó a una fiesta una botella de champán con la etiqueta de la marca de la tienda. En aquellos momentos aún no estábamos estúpidamente concienciados con lo políticamente correcto y decíamos champán, aparte de que probablemente fuera champán y no cava, que la marca era internéichonal.



Y claro, llegas tú acostumbrado a tu güisquito VAT69 comprado en el VIP's baratísimo con CocaCola normal (¿light? ¿con 20 años? ni se nos ocurría), ves una botella de champán de marca desconocida que está calentorra y evidente, ni la tocas.

Nadie se bebió el champán. ¿Y qué ocurrió con la botella? Pues que fue rodando de fiesta en fiesta durante DOS AÑOS.  ¿Que tu amigo Igor celebra su cumple? Pues mira, llevas una botella y quedas comodiós. ¿Que esta vez es Timoteo el que quiere que sus amigos del cogam conozcan a los de salir por la noche -porque parece ser que era superincompatible-? Pues llevas la botella de cavachampán. Al final los cogamitas se liaban con los de salir y Timoteo se quedaba tan solo y colgado como la botella de champán. Creo que al final cayó en un cumple de nosequién y se puso final a la historia, pero ya nadie se acordaba del chico monísimo que la había traído por primera vez.

Yo sí, porque para las cosas así insustanciales tengo una memoria alucinante. Y el caso es que este finde estoy en un bareto y de repente miro a un tío... y lo miro... y lo remiro... y lo compruebo en el Grindr para no equivocarme (porque estaba, claro) y... ¡coño! si es el tío del champán. No había duda, era él.

¿Y sabes lo más sangrante de todo? Pues que por muchos años que hayan pasado, por muy talludito, con sus patitas de gallo y tal... ¡¡¡SEGUÍA ESTANDO ESCANDALOSAMENTE BUENO!!!


No hay derecho, no hay derecho (lo que quiero es patear, gritar que está muy mal hecho, -no hay derecho, no hay derecho-, y no llorar)

AGH.

12 comentarios :

Eleuterio dijo...

¿Y tú haces, cual esposa obediente, todo lo que te dice tu TX? Libérate, suelta tu peloooo...

Mocho dijo...

¡¡¡como si me quedara mucho!!!

2800 dijo...

Ahora es cuando dices eso de "yo conocí el Xenon"

Mocho dijo...

Peor: ahora es cuando digo lo de que yo conocí el Xenon cuando todavía quedaba público que se creía que era una sala de fiestas e iba allí después de las bodas, y nos mezclábamos todos.

Yo conocí el Shangay en el China Club de Amor de Dios, con eso te digo todo.

MM de planetamurciano dijo...

Esperemos que el buenorro del champán no sea el de la primera foto, porque maremía que puto horror.
Tengo dos botellas de licores rarísimos en casa que me endosaron no sé hace cuanto ya y deseando estoy de que me inviten a una fiesta pa endosarlos yo, porque eso no hay quien se lo beba.

Mocho dijo...

Ay si las botellas que van de casa en casa hablaran...

No. Me guardé la foto grinderesa, pero no es plan ponerla aquí.

El "buenorro" de la primera foto es un modelo especializado en portadas de novelas románticas.

DiegoC dijo...

Pues entonces eres más mayora que yo,porque el Shangay yo lo conocí ya en el Stella,creo.Aunque mi mejor amigo iba a un sitio que llamaba Baños,creo que estaba por detrás del Holiday Gym de Princesa,y ya hacían esa fiesta...¿sería el China Club que tú mencionas?La duda me corroe...

Mocho dijo...

Shangay: China Club en la calle Amor de Dios (el antiguo La Luna de la movida). De allí pasó a Baños, luego fueron (no me acuerdo el orden) Bocaccio, Princesa, Stella, Flamingo y Pasapoga. ¿me dejo alguno?

SARAH JESSICA FLETCHER dijo...

Joder con la Tarzana melenuda de la primera foto...qué miedo, no?

Anónimo dijo...

Lo de las botellas indeseadas que giran y giran de evento en evento y de casa en casa es una realidad más grande que cualquier otra que hayas dicho...jejeje... y lo del leopardo, ya lo pueden clamar los gurús de la moda, que yo por esas no paso, lo que me recuerda que para gurús de la moda, ya mismo, el miércoles que viene, LA TARASCA volverá a dictar, en GRANADA, los usos y modos de la moda granadina para todo el año que viene...

DiegoC dijo...

Hijo,qué memorión: yo me acuerdo del Stella y del Flamingo y ya.Por cierto,el Flamingo era aquél que había en una calle chiquitina que sale a Gran Vía y que era una sala multifiestas ¿no?Yo lo recuerdo porque alguna vez fui a una sesión de música góticosiniestra que se llamaba Dark Hole.

Mocho dijo...

Exacto. Ese mismo.

Baños, Bocaccio y la sala ésa de Argüelles para mí fue la época más divertida. Y sí, la Flamingo es la del Dark Hole y el Ocho y Medio, lo que ahora viene siendo el almacén de la tienda Zara de encima, vamos.

¿Quién coño es la Tarasca?

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