Tom de Finlandia, la película


Aprovechando que estos días pasados mi Tx estaba viendo nosequé de baloncesto en la tele, me puse a ver pelis de esas que sólo puedo ver en privado (No, porno no, eso no tengo que esconderlo, ¡malpensada!). Y es que lo siento mucho pero hasta que no prohiban los tiempos muertos en el baloncesto durante los últimos cinco minutos, no vuelvo a verlo. ¡Qué coñazo!

Y la peli que, cascos Princesa Leia Style on y pantalla iMac me tragué, fue Tom de Finlandia (Tom of Finland, para las internacionalas). Ya ves tú, yo descargándola con unos subtítulos ampliamente mejorables y luego me dijeron que en Spanien se estrenó en cines.


Todos conocemos los dibujos de Tom de Finlandia. ¡Quién no ha sentido ese bofetón de rubor al hojear por vez primera esos dibujos tan perturbadores pero a la vez tan estéticos! ¿Pornografía a lápiz? Sí, pero no sólo eso. Forman parte de la iconografía gay histórica, son modelo, ejemplo e influencia que perdurará. Su importancia no es solo artística sino también social e histórica. Los dibujos de Tom de Finlandia dieron un paso de gigante en la imagen de los gays, que hasta entonces siempre había estado ligada a lo femenino o a lo aniñado. La exagerada hipermasculinidad de sus dibujos dio un portazo a esa idea. Los homosexuales son hombres a los que les gustan otros hombres, aparte de ser modelo fundamental para la estética leather.


Me interesaba saber más de la vida de Tom de Finlandia más allá de lo leído en Wikipedias y similares. Y la película es eso mismo, su biografía.

Y la peli tiene una parte buena y otra mala.
Empecemos con la mala, jejejeje. Sí, es MUY aburrida.
No aburrida porque sea lenta, sino en la manera de narrar. El director despoja la historia de cualquier atisbo de emoción, es imposible empatizar con los personajes, van soltando frases y lo mismo te dicen que alguien se está muriendo como que hay que poner la mesa que hay visita.
Yo no sé si es un reflejo del topicazo de que los mediterráneos somos ardientes y los nórdicos fríos, pero es que es así: la peli es gélida. No se puede tratar con tanta asepsia una escena de guerra, una orgía en Los Ángeles, la muerte de un ser querido...
Pero evidentemente la intención es esa. A mí me hubiera gustado algo más sensacionalista, pero no, es así, como probablemente también lo fuera Touko (Tom).


En la parte buena tenemos que es interesantísimo lo que cuenta sin contarlo, el trasfondo de la historia, la verdadera historia detrás del argumento. La represión a los homosexuales en Finlandia a mediados del siglo pasado, las guerras entre Finlandia y la URSS, el cruising, los tabúes familiares, las fiestas privadas, los bares clandestinos, la liberación gay de los 70, la aparición del sida, el boicot de las imprentas, una convención leather... 

En ninguno de estos puntos se centra la película, pero te deja verlos muy bien porque, en su brevedad, están muy bien retratados. Sinceramente, lo mejor.


Otro de los aciertos de la peli es mostrar cómo Tom se fijaba en su alrededor para generar su universo iconográfico: los motoristas, la policía, sus amigos... y ese personaje mítico, Kake (léase caque, no queic, por favor), originado de forma muy romántica y que a lo largo del filme aparece como la conciencia de Tom.


Los actores están tan sobrios como el tono general del film. Impecables y con un parecido físico notable con sus personajes. La peli está rodada en finés (inglés algunas partes), idioma cuya prosodia está alejadísima del español pero comparte la raíz de algunas palabras, es muy curioso. No me puedo ni imaginar un doblaje de esta peli, dramatizando los diálogos, sería horripilante.


Y poco más que decir. Es una película para ver tranquilamente en casa casi a modo de documental, hay que estar muy despierto porque la primera parte (hasta el viaje a Berlín) es bastante soporífera pero finalmente a mí me despertó interés.

La peli termina con la gran exposición que se hizo en Helsinki en 2016 sobre la obra de Tom. ¿Sabías que los carteles que la anunciaban fueron denunciados por obscenos y retirados de la red de transporte público? Pues sí, en esas estamos todavía entrados en el XXI. La imagen era ésta:





2 comentarios :

un-angel dijo...

Pues es verdad la importancia de este señor, yo una de las primeras cosas que descubrí en mi super tardío amanecer gay (antes de saber ni que existía un día del "orgullo", fíjate) fueron los dibujos de este señor, de hecho hasta me compré un libro titulado "Tom of Finland: the art of pleasure" que era una pocholada ( bueno, que "es" una pocholada, de hecho lo tengo a la vista desde donde te escribo ). La peli me han dado pocas ganas de verla tras tu crítica, jeje, pero en fin, la apunto en las posibles opciones para tardes aburridas... a mi siempre me ha intrigado el porqué en los dibujos muchos de los señores tienen en los pantalones esos bultos a la altura de los muslos( como por ejemplo el señor de en medio de la tercera imagen que has puesto...
¡Besetes Mochis!

Anónimo dijo...
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