Señora, todo lo que usted me está pidiendo son drogas.

Qué barbaridad, casi un mes sin escribir, con la de cosas que me han pasado a mí y han pasado en el mundo.

¿Que no te has enterado? ¡Que por fin tenemos gobierno, tía! O sea, más de lo mismo, como puse la semana pasada con lo de la canción de La Casa Azul. Lo más divertido es ver cómo unos se empeñan en creer que han ganado las elecciones cuando han quedado terceros, cómo otros han explotado en pedazos sin que a día de hoy tenga yo claro exactamente por qué y cómo a río revuelto, ganancia de ppescadores (mujer refranera, mujer puñetera). Podría ser peor... pero puede ser entretenido.

Como en verano no nos pudimos ir de vacaciones por quirúrgicos motivos, Tx y yo estamos pillándonos días sueltos por ahí, puentes largos y cosas de esas que hacen los burgueses, y como tenemos un status y una reputación que mantener, NOS HEMOS VUELTO ADICTOS A LA NOCHE BENIDORMÍ. Fue nuestro Ylenia tour 2016 (4ª parte).

Querida, ¿tú sabes lo que es ir en octubre a Benidorm? Pues lo mismo que ir en agosto pero con dos diferencias: 1) tardas la décima parte de tiempo en atravesar una calle y 2) el que se siente extranjero eres tú, porque son todo ingleses en viajes low cost. Es decir, estábamos en nuestra salsa.

Además, las tiendas de mierdirropa están ya de liquidación porque van a cerrarlas hasta el verano que viene y son un delirio de precio. Este año por lo que veo los colores flúor y los bilinis de ojo de dragón están ya de capa caída pero vuelve el strass. ¡Y mucha pedrería!

De todas formas, nuestra zona favorita de Benidorm es el pasaje que une la calle de Santo Domingo (aaaah) con la plaza de la Constitución. Si no quieres rodear la manzana, tienes que atravesarlo para llegar de una a otra. Y es... es....

Es un batiburrillo de bares de pinchos (pintxos, para las caleborrocas) en el que está todo el mundo sentado en taburetes bajos y hay un espacio como de un metro para que los transeúntes transiten. Es decir, se organiza un bochinche de padre y muy señor mío y tardas varios minutos en atravesar los... ¿20 metros? que tiene el pasillito. Todo sin contar que los que están sentados tomándose una deliciosa tapa de solomillito de carrillada de caribú con queso helvético con cebolla confitada y frutos del bosque (vulgar chopped con rulo de queso de cabra, cebolla frita -puagh- y mermelada, todo comprado en Lidl) estén comiendo mientras los culos de los que van andando les pasan a centímetro y medio de su cara. Divino.

Pero lo mejor, lo mejor, lo mejor de todo es que cuando por fin consigues atravesar el pasillo y sales aliviado a la fantástica y amplia plaza de la Consituciò (que antes se llamaría de José Antonio, digo yo)... te cae en la cabeza todo el chorro caliente de las salidas de los aires acondicionados de los locales, dejándote un aroma a Eau de Sepia (o chopito frito, en su defecto), que te acompañará toda la velada. 

Además, el día del pular pusieron... ¡una Pilarica de auténtica resina! O sea, MANCANTA.

Dejando de lado el elemento de restauración, nos sentamos en una terraza y el momento más delirante surgió cuando le pedí la contraseña wifi al camarero y me contestó en perfecto inglés con acento albaceteño. Como no iba (porque estaban todos los guiris conectados) le volví a preguntar, ya en inglés (no fuera que hubiera tomado por español al chico siendo de cualquier otra nacionalidad) y mantuvimos una breve charla acerca de cómo acceder con otra contraseña. Posteriormente la otra camarera nos dijo que los únicos españoles que estábamos en la terraza éramos nosotros y los dos camareros. Absurdo. La culpa es mía por decir "guai-fai" en vez de "güi-fi".

Pero es que en este país estamos tontos con lo del inglés.

¿Por qué nos da vergüenza pronunciar correctamente el inglés y NOS REÍMOS cuando alguien lo hace? Porque "españolizamos" todas las palabras. Y eso es algo muy palurdo. Lo que ocurre es que está tan arraigado que ya lo hacemos sin darnos cuenta.

Si tú vas a un bar y pides la "guaifai" lo más seguro es que a) no te entiendan y b) tus amigos se te choteen. No, aquí hay que decir "güifi". Pero vete tú a cualquier otro lugar del planeta y que se te ocurra decir "güifi". Lo más seguro es que a) no te entiendan y b) cuando lo hagan se te rían en la cara, especialmente si es un país hispanohablante (latino, que se dice ahora para no herir estúpidas susceptibilidades).  Lo mismo ocurre con marcas comerciales. Tú suelta "Firestone" por ahí y ya verás, ya.

En fin, a lo que vamos. Seguimos en Benidorm, su noche y.... ¡su ambiente gay! Y, querida, si ya en verano el rollo era así un poco viejillo... ni te cuento en temporada baja. Mejor dejarlo, no perder horas de sueño y aprovechar la mañana para ir a la playa a broncearse al sol porque, como todo el mundo sabe, el moreno de Talavera no es el mismo que el moreno de Benidorm (sic dos chonis en el bus 146 -Callao/Los Molinos-, Madrid, circa 2003).

Más cosas que han pasado (o están pasando)... ah, sí, las elecciones en los EEUUIUU. Jílari contra Donald. No pienso poner las noticias en tres días, y aún así me lo voy a tener que tragar. Qué mal suena eso de tener que tragárselo, ¿no? Yo normalmente lo escupo.

Otra. Estamos a tres días del once del once, día del carnaval alemán en Maspalomas y día del soltero en Aliexpress (hazte tus propias compras para ti). O sea, todas las guarrerías que tienes en el chino de la esquina a mitad de precio, aprox. ¡Aprovecha! Ya sabes que se han puesto muy estrictos en lo que a falsificaciones de marcas se refiere, así que te va a ser dificilísimo encontrar esa "réplica" de reloj Tag Heuer con el que pretendías impresionar a ese pijito del Grindr con el que no acabas de quedar a pesar de llevar dos meses intentando camelártelo. Querida, con reloj o sin reloj NO VAS A QUEDAR, así que prueba a comprar móviles Xiaomis, gadgets inútiles o utensilios de cocina, y reza por que no te los paren en aduanas.

Porque también puedes aprovechar para comprar los regalitos de navidad. Pero ten en cuenta una cosa. Los sistemas de correos chinos están ya de por sí colapsados, si hay avalancha de compras el 11/11 el caos va a ser total. Considerando que en Spain el mes de diciembre es la hostia, con el superpuente de la Consti, los moscosos de libre disposición que mira, justo los hago coincidir con las vacas de los niños y las bajas debidamente justificadas, Correos Hispania también se colapsa. O sea, que las cinco semanas habituales de plazo de entrega se van a alargaaaaar mucho. Vamos, que para nochebuena no te llega el dildo inflable que habías pedido. Por cierto, que los de Gearbest se han copiado y también tienen rebajas el 11/11.

Sin embaaaaaargo, en casa de los Tx Móchez somos muuuuy previsores... y hemos hecho nuestras compras de chinoiseries en octubre para que nos lleguen durante noviembre. Pero no puedo poner nada en el blog porque la mayoría de ellas son "complementos decorativos" para nuestra ya célebre fiesta de las bolas de navidad (sí, lo siento, a ti no te voy a invitar, la hemos limitado mucho a familiares e íntimos, quizás a la de los cumples de febrero, que esa tiene que ser épica).

Lo que te puedo decir es que YA HEMOS EMPEZADO con las pruebas de decoración navideña. Si en Primark ya tenían adornos el 30 de septiembre, nosotros no vamos a ser menos.

De todas formas, si quieres ser original (en el sentido de auténtico, no de imaginativo) y no quieres volverte loco comprando calzoncillos falisificados de marca en el Ali, ¡esta semana tienes las rebajas de AussieBum y puedes pillarte gayumbos de verdad por 7 / 8 euros

Lo que me parece absolutamente inaceptable es que ¡CUÁNDO SE HA VISTO QUE EN UN ANUNCIO DE CALZONCILLOS NO SALGAN MODELOS IMPRESIONANTES! Sí, vale, musclemarys depiladas con mutaciones genéticas que les causan más abdominales de los que naturalmente existen y culos postizos, pero tíos buenos al fin y al cabo.

Esto es el acabose.

Y me quedan muchas cosas por contar, porque me dirás tú, oh querida lectora capricornio, qué coño tiene que ver el título de esta entrada de blog con lo que he escrito, pero es que lo de las drogas venía ahora. Y, francamente, no creo que haya nadie que después de lo que he soltado quiera seguir leyendo, así que... continuará (o no).