Canciones para robots románticos

Bueno, un mes después del lanzamiento del último disco de Fangoria y después de varias escuchas en la bici elíptica del #yonodigogym (qué barbaridad, he vuelto a engordar lo que no está escrito este invierno), creo que ya puedo escribir en el blog sobre el cd, ¿noooo?

Veamos, como siempre digo, yo me considero fan, pero con criterio, me compro el disco pero no me trago como bueno todo lo que me vendan, como ya dije cuando escribí sobre Cuatricromía, que sí me había gustado pero los dos anteriores me resultaron algo murga.

Pedí en preventa Canciones para robots románticos por comodidad: lo pasaba a recoger a un súper del Cortinglés y me evitaba el viaje en horario comercial al putocentropuntocom de Madrid, porque en el polígono no venden discos. Bueno, es posible que en Mediamárquez lo tuvieran, ahora que pienso, pero como les tengo tanta manía... El que con el cd regalaran un dvd del "cómo se hizo" pues bueno, realmente me daba igual.

Se suponía que los precompradores íbamos a tener en nuestras manos el preciado cedé antes que nadie en el mundo y podríamos ponernos como locos a publicarlo a los cuatro vientos en las redes sociales, pero no. Por problemas "de distribución", llegó una semana después que la fecha de lanzamiento oficial, con todas las fansas tuiteras desgañitándose de rabia.

Pero llegó.

Lo primero, oooooh, qué monoooooo.

Una vez más los de Estudio Gatti se han currado la imagen con unas fotos retocadísimas en plan american retro que son una cucada.

El digipack la verdad es que merece la pena tenerlo.

¿Que es mejor escucharlo en plan streaming y para navidad comprar la edición especial con dos canciones más, siete remezclas y un souvenir? Puede, pero mira, lo hice con el Absolutamente y al final la edición deluxe me pareció tannnn horrible que acabó siendo el único disco de Fangoria que no tengo en formato palpable.

Bueno, el caso es que un buen acabado hace que un producto sea atractivo y vendible. Y eso lo saben muy bien Alaska & Nacho, y lo miman.

Y ahora lo bueno... ¿y el contenidoooooo?

Pues si en Cuatricromía hablábamos de cuatro epés diferenciados, aquí directamente podemos hablar de dos elepés, o un cedé con una cara A y una cara B.

Las primeras seis canciones son puro milkywayismo: sobreproducción, coros, soniditos shiu shiu, suspiritos de berjusa y subidón subidón. O sea, ideal para montarte una fiesta happy tú solito con los auriculares.

La segunda parte es más sinestra, cancionprofánica y neogótica cual iglesia de Viena. Vamos, lo que has venido leyendo en cualquier entrevista o blog, ¿no?

¿Y las letras? Pues lo de siempre: Oyeeeee, a ver, búscame palabras con un mínimo de cuatro sílabas, ¿valeeeee? Como de costumbre, es el grupo que más cuida sus textos y obliga a muchas maris a andar buscando en la wikipedia (el diccionario ya no se usa) qué siginifican muchas de las palabras que ponen.

Y ahora sí que sí, vamos canción a canción:

1. Disco Sally. Inicio perfecto, tiempo lento / medio, pianito casazulero.... y chica, qué quieres que te diga, después de haberla escuchado muchas veces... sigo sin saber de qué va. Que sí, que la Disco Sally era un personaje de la época dorada de Studio 54 en Nueva York y tal, pero... ¿qué nos quiere decir la canción? ¿Habla del inexorable paso del tiempo? (el paso del tiempo siempre es inexorable, como la Zia Principessa). Quién lo sabe.

2. Geometría polisentimental. Trallazo discochochi con una idea muy original: la de trasladar las relaciones personales al terreno geométrico/matemático. Sacará de quicio a las más antifangorianas.

3. Fiesta en el infierno. Celebración del desamor y de los cuentos de hadas que se hacen añicos. Muy potente y con un agudo de los de... huy, ¿podrá Alaska cantarlo en directo?

4. Iluminados. Exceso absoluto, subidón rutabakalaero, coros desaforados. La Conchita Velasco puesta hasta arriba de vapores de Indasec levitando vestida de monja. Ascética y mística. Brutal.

5. Manual de decoración para personas abandonadas. La canción más elegante del disco. Cuando un corazón está roto hay que redecorar, no sólo la casa, sino todo el conjunto. Ideal para mariquitas que se sienten especiales (y superiores) por saber cuál es el sillón de Le Corbusier.

6. Voluntad de resistir. Canción de La Casa Azul cantada por Alaska. Punto.

7. La marisabidilla, el escorpión y la que quita la ilusión. Última (por el momento) de la trilogía de canciones de "Las Tres Aburridas" (después de Las Walpurgis y Criticar por Criticar), con una letra muy, muy realista, Porque... ¿quién no tiene una amiga que cuando le cuentas algo te suelta un corte que te deja muerta? ¿o esa bloguera -huy, ¿seré yo?- que no para de soltar espumarajos de Fairy Cicuta por la tecla? ¿O la que te suelta el "te lo dije"? ¿Y qué me dices de los haters?

8. La nostalgia es una droga. Camela rulez!

9. Mentiras de folletín. Ideal para drama queens que quieren dejar de serlo. O pretenden quererlo. Ojo con esos aguditos, Olvi.

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10. Delirios de un androide cardado. Canción "de las raras", que suena entre siniestra y chochi.

11. La procesión va por dentro. Más siniestralidad, misticismo y rollo oscuro.

12. Larga vida y prosperidad. O también puede ser "Aquí paz y después gloria", versión Star Trek. Desamores pero con esperanza. Para acabar el cd cuesta arriba.

13. Sinestesia. Ésta sólo está en la versión para descargar de iTunes. Curioso poprock con un punteo de guitarra muy a lo The Cure de los 80. Muy buena.

Y hala, ya está.

A mí me ha gustado bastante.

El concierto de presentación en Madrid es en la Pachá a un precio que... ¡Seamos cutres y lowcost y esperemos a que actúen en las ferias de los ayuntamientos de este verano!

Bip Bip.

Todas las imágenes obtenidas de la web de Fangoria y los enlaces multimedia son todos externos. Si alguien siente sus derechos perjudicados que me lo diga y las elimino ipsoflauto.