London Spy

 
Hoy la cosa va de una serie de televisión de la BBC:


El argumento gira alrededor del encuentro de Danny, un chico despreocupado y fiestero que vive al día con Alex, un chico solitario, asocial y tremendamente metódico. Entre ellos surge una relación en la que no todo son verdades. La aparición de un cadáver y la intervención de los Servicios Secretos de Inteligencia convertirán la trama en una auténtica historia de espías.



Se trata de una miniserie de 5 capítulos de cerca de una hora de duración cada uno que se centra en cómo pasan las cosas más que en los acontecimientos en sí. Lenta, oscura, desasosegadora, agobiante, con muchos silencios, consigue crear en el espectador la sensación de angustia por la que pasan los personajes.

Las interpretaciones son... cómo diría... muy inglesas. Nadie dice una palabra más alta que otra, todo se mueve dentro de una corrección alto irritante, las conversaciones terminan todas con frases que son sentencias, sin embargo la ambigüedad flota en el ambiente. Es como cuando dicen "not bad" en vez de "good", un truco para revolver el lenguaje. 



Ben Whishaw (el Q de las nuevas de Bond, el prota de El Perfume), lleva casi todo el peso de la serie en el papel de Danny. Y puede con él. Un interpretación con mucha fuerza, muy desde dentro, en la que importa tanto lo que calla como lo que dice.



Edward Holcroft (que salía en Kingsmen, una de las pelis más disfrutables del año pasado) está terriblemente desesperante en su papel del hermético Alex. Qué ganas de darle dos bofetones y que se suelte un poco la melena. Precisamente, por eso mismo lo hace muy bien.



Jim Broadbent (Moulin Rouge, Harry Potter, Gangs of New York) es Scottie, "la marica vieja" amiga de Danny, su apoyo en los momentos duros y su ayuda principal a la hora de intentar salir del embrollo. 


Charlotte Rampling (Portero de Noche, La Caída de los Dioses) aparece como "estrellona" invitada poniendo de los nervios a cualquiera que la vea con su frialdad y aparente serenidad, aunque cuando se desata... lo hace como debe ser.

Y ahora el gran dilema de esta serie: ¿se trata de una serie de espías con personajes gays o de una serie gay con un trasfondo de espionaje?

Pues mira, chica, tómalo de manera versátil, porque se puede ver desde los dos lados. El creador de la serie opta más por hablar de una la relación personal enmarcada en un thriller. De hecho, deja muchas cosas sin explicar y sólo soluciona el misterio principal, lo que le interesa es dejar claro cuál era la verdad entre Alex y Danny. Pero también tantos cabos sueltos dan pie a que haya una continuación en la que se vayan atando, una posible segunda temporada que aún no está muy claro que se vaya a rodar.



En el terreno de lo meramente gay la serie habla de temas universales: la necesidad de amar, el vacío emocional, la extrañeza (y el rechazo) que provoca una amistad entre dos gays de edades muy distintas y el uso de la condición de homosexual como elemento de chantaje: ayer, hoy y siempre.



London Spy es una serie para ver en casita tranquilo, concentrado. Yo la veía en streaming con el iPad en la cama, con los cascos puestos, imagínate. Puede llegar a desquiciar porque no avanza, y en ocasiones es demasiado autocomplaciente: se regodea en su oscuridad, lentitud, en su agobiante trama. Al final puede parecer frustrante porque no acaba de revelarlo todo pero... ¿acaso era necesario? ¿o ese final en plan "vámonos de compras, maripuri" es para arreglarlo todo el año que viene?

De todas formas, son sólo 5 capítulos, no es como esas series americanas que se dedican a darle vueltas a todo y después de 13 (o más) interminables episodios cuando crees que está todo solucionado dan un giro tramposo de guión y te dejan en ascuas durante un año.


En fin, a mí me ha parecido interesante. Ahora tú verás, como haces tanto caso de mis recomendaciones y no-recomendaciones...

Ah, no sale Raquel Welch.

Y, para terminar, una canción que le viene muy al pelo a la serie London Spy: Secretos, de la época chochi de la Sambasilia. Teeeela con el vídeo.




5 comentarios :

starfighter dijo...

La tengo ahí a medias, he visto los dos primeros capítulos y es verdad que, a veces, exaspera por su lentitud y apariencia de que no que pasa nada. A ver si la acabo estos días.

Recomiendo también "And then there were none", una adaptación de "Diez negritos" de Agatha Christie. Sólo tres capítulos y muy buena. Es lo mejor de las series inglesas, la concisión y nada de explayarse al absurdo.

Anónimo dijo...

Así, sí... ésta tiene buena pinta. Aunque no salga la Raquel.

Christian Ingebrethsen dijo...

No tenía ni idea de esta serie pero pinta muy bien, además los british suelen estar muy acertados con las series, manejan los ritmos como nadie y normalmente saben cuando parar.

desgayficando dijo...

BBC, espías, Jim Broadbent, Charlotte Rampling, vendida si señor

Anónimo dijo...

muy aburrida, pero muy!!

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