Qué de cosas

 

Bueno, parece ser que el cataclismo doméstico que prometía transformar nuestra casa en un AquaPark está dominado, pero el susto de despertarse a las 2 y media de la mañana por un ruido de como si estuviera lloviendo en casa sólo se lo deseo a mis más queridos enemigos.

A lo que íbamos.

Miércoles noche: Me pone un mensaje mi amigo La Marchi: que no puede ir a la ópera al día siguiente, que si sé de alguien a quien le interese su entrada. Me pongo manos a la obra y en 5 minutos (5) la entrada está vendida vía Twitter. Para algo sirven las redes sociales, ea.

Jueves: La ópera, claro. La fille du régiment, de Donizetti. Una producción graciosa, bien interpretada y con una compañía la mar de agradable. La caña de después con el Señor Pastoso, su amigo el hetero ojosbonitos et al. siempre es agradable porque no hay nadie que salga con lo del "yo sé más que tú". Al día siguiente me pongo a leer el foro de la perpetua indignación operística. Lo que a mí me había parecido una función muy disfrutable resulta que había sido una mediocridad. Un drama.

Viernes: En teoría iba a ir con mi amiga MariConflictos a la clase de zumba, pero le entró pereza y Tx y yo finalmente nos metimos en una de "estiramientos". Es decir, media hora tirados en el suelo con música pseudo new-age (¿alguien se acuerda de la música new age? ¡menos mal que no!) y sonidos de chorritos de agua y respiraciones profundas. O sea, acabar groggy perdido. ¿Ganas de salir? Naaaaah, mejor quedarnos a ver algo en la tele.

Qué poco previsor he sido. Cuando eliminaron algunos canales de TDT yo aproveché para borrar Factoría de Ficción y Neox de mi tele, a ver si con suerte Tx no se enteraba y dejaba de martirizarme con Aída y Los odiosos Simpson. Pero con la tontería del nuevo cambio de frecuencias Tx se encargó de la resintonía y... oh, cielos, volvieron a aparecer. Mierda, otra vez gente gritando y chistes "inteligentes".

Pero justo coincidió que en una de las teles estatales estaban emitiendo "Invasión", la versión 2010 de "La invasión de los ladrones de cuerpos", a cargo de Nicole Kidman y Daniel Craig. Nunca me ha gustado meterme con la Kidman por lo del bótox, me encanta que se botoxice si quiere pero hay que reconocerlo, es verdad: su cara ha dejado de tener expresión, pobrecica mía. La peli tiene un pase, no es buena pero no es bochornosa, a excepción del final, que es una cagada total.

Sábado... sábado... ay, sí, reunión de antiguos compañeros de universidad.

Comprobación de un hecho evidente: Los menús cerrados para grupos son una ful, incluso en un lugar al que has ido anteriormente y te ha parecido bien. En cuanto los comensales pasan de 8... malo. Comida basurilla, vino basurilla y mucha cerveza. En fin, menos mal que la compañía merecía la pena.

Mientras tanto, en otro rincón del planeta tenía lugar la boda de dos exbloggers de la época dorada del mundo blog. Y, como yo me sentía muy maléfica, calculé la hora justa en la que deberían estar en plena ceremonia y les mandé un mensaje de felicitación por nuestro habitual medio de comunicación a ver si con suerte les sonaba el móvil. Nada, no hubo suerte. Los móviles no sonaron y el mensaje salió como leído días después.

Y el domingo... huy, la presentación en Fnac del libro  Gayconography.

Mira qué sillitas más monas en plan Ana Rosa nos pusieron para charlar:

Yo llevaba un papel con un guioncillo de lo que que quería hablar. Lo doblé, me lo metí en el bolsillo trasero del pantalón y... se me cayó. Claro, a quién se le ocurre comprarse unos vaqueros ultraceñidos en el momento de pico de bajada de peso. Luego subo un poco y... como un redondo de ternera, igual.

El caso es que, previsor que fui, llevaba en mi móvil el mismo texto. Pero claro, con una mesa a la altura de las rodillas, poco llegaba yo a leer, así que me puse el móvil en el muslo y lo fui consultando. Entonces parecía que estaba yo dedicándome a chatear, lo cual fue enseguida notado por Mr. Desgayficando, que me mandó un mensaje diciéndome que estaba muy feo mirar el teléfono en una presentación. Yo advertí a los presentes que no estaba con el "Grainder".

Quiero agradecer a los amigos que allí se pasaron, al lector que vino ya  a las jornadas comiqueras del año pasado (siento haberte confundido con el lector de los martes), a Driver GT (¿te fuiste sin pagar la cocacola de después, por cierto?), a DiegoC, a Desgay, a Pensamientos Pastosos, a Maggie Wang Kenobi, a Lawrence, a Santiago... joé, espero que no se me olvide nadie. Muchas gracias.

Mi churri, aka el Tx, no me sacó ninguna foto, porque se dedicó a sacárselas a un señor que estaba en un lateral bailando, a un osito hetero que apareció y cuya novia le instaba a que se fueran YA de allí y a mis amigos que daban cabezadas. ¡Eso es un novio!

La presentación duró media horita, aprox, las preguntas del respetable cinco minutos y la caña de después en el Jamonal el tiempo justo para bitchear un ratito.

Porque luego fue llegar a casa, acostarnos y despertarme yo a las dos y media de la mañana porque... ah, coño, que ya lo he dicho en el primer párrafo.