El día del orgullo de las señoras que




¡Qué barbaridad!
¡Cómo están las señoras!
Hace ya unos añitos que nos libramos de los grupos de las señoras que.
Pero ellas se han mantenido ahí escondidas, en estado latente, dispuestas a saltar en cuanto nos pillen con las defensas bajas.
Y lo han hecho.

Queridos amigos, las últimas investigaciones del observatorio de señoras que desvelan que HAN RESURGIDO.

Y más virulentas que nunca.


Comencemos con los primeros indicios:

Indicio 1:
Un par de amigos míos van a comprar al Simply (tu supermercado de barrio en el barrio en el que lo haya, claro, que en el polígono no lo hay). Y se quedan mirando las botellas de vino. Hay un vino blanco al escandaloso precio de 1 euro y claro, les da vergüenza llevarlo a casa de Almatosa que nos invitaba a cenar a todos.

Pero en esto salta una señora con su chanelito y su collar de Majórica que estaba a su lado y casi les grita que se lo lleven, que es buenísimo, que ella misma cada día se compra una botella y mientras está cocinando SE LA BEBE.

Hágase Vd. una idea, amiga, de la imagen. La buena mujer con los sofocos preclimatéricos con una mano agarrando la sartén con los huevos fritos y con la otra empinando en alto la botella.

¡Desatada!


Indicio 2:
Mi amigo Chococrispis, para apaciguar el calor interno que lo consumía en unos días de temperaturas ambientales extremas, decide acudir a un local de esparcimiento acuático para adultos del sexo masculino. Un sitio, por así decirlo... vaporoso.

¿Y quién es el primero que le entraaaaaa?

Pues un conocido actor / showman exmiembro de un popularísimo y empanadíllico dúo de humoristas, famoso además por sus cotorrísticas onomatopeyas.

¿Hay algo más SEÑORA que eso?


Indicio 3:
Mi amiga Perla está en el trabajo con una clienta.
¿Y cómo se despide la clienta?
¡Acariciándole LA BARBA!

¡Pero qué confianzas!
Nuevamente señoras desatadas.


Indicio 4:
Éste es el más grave.
Más que nada porque me ha ocurrido a mí.

De lunes a viernes aparco mi coche en un aparcamiento de superficie, en la misma plaza, rodeado de los mismos coches, a cuyos dueños voy conociendo aunque sólo sea de vista.


La señora que aparca enfrente mío será algo más joven que yo, como de cuarentaypocos. La conozco porque le hace fiestas al perro delante de la puerta de mi oficina y por sus coloridos y variados tintes de pelo. ¡Qué número usará! Hemos cruzado algún saludo y poco más.

El caso es que el otro día llego de un recado y la veo que me ve entrar con el coche y se queda parada en la puerta del aparcamiento. 

Ya está, ya la tenemos liada. Está esperando a que yo salga para echarme alguna bronca porque alguno de mi oficina ha aparcado delante de mi coche bloqueándole la salida, porque el aire acondicionado hace mucho ruido o por cualquier gilipollez.


¿Qué hago? ¿Hacer como los jugadores del Real Madrid cuando salen del autobús que hacen que hablan por teléfono para que nadie los pare?

No soy tan maleducado. Salgo, cierro el coche, cojo mi cartera, me dirijo a la puerta donde está ella montando guardia y le digo "hola, buenos días".

¿Y qué me contesta?

- "Oye, que he pensado si no te molesta venirte a dar una vuelta conmigo".

- Estooooo, ¿quéeeeeeeee?

- Sí, a hacer unos recados.

Quédome ojiplático, paralisiático y ensimismido.

- Muchas gracias, tengo que bajar a trabajar, le dije sonriendo.


¡Pero bueno! ¡Menuda FRESCA!
¡Que lo mismo no pretendía nada sexual, sino contarme sus penas o, pero aún que le hiciera de porteador de la bolsa de la compra!
Lo cual no sé si es peor.

Amiga, LAS SEÑORAS ESTÁN DESATADAS.


Y desde aquí pido a la señora Botella que organice en Madrid una manifestación / desfile / cabalgata del orgullo señora (llamarlo orgullo maruja me parece insultante y yo sólo insulto a quien me cae mal) para que las SEÑORAS QUE se puedan desfogar un día al año y no asusten a los pobres mariquitas.

A todo esto, se lo cuento a Tx y... ¿qué me dice?
Que le parece muy bien, que ole los huevos de la señora y que ya iba siendo hora de que ellas también se suelten la melena.

Tenga Vd. TX para esto.

6 comentarios :

Unknown dijo...

¡¡¡El Mocho ha ligadooooooooooooooo!!!

Ay, digamelón, así que en los vapores andaba... ¿Y no aceptó para poder contarlo después? :D

Y tengo la visión de la señora cocinando con el vino: un chorrito para la cazuela, un chorrito para mí...

Christian Ingebrethsen dijo...

Bien mirado, siempre puedes ofrecerte para aplacar los furores uterinos (o furores en general, que a esas edades son una olla a presión de furores variados).

Anónimo dijo...

Ains, neno, si es que lo que no te pase a ti... pero no puedes dejar así a la pobre señora; tienes que averiguar qué le sucede, aflige y perturba. Y por supuesto, contárnoslo.

¡Qué ganas de ducha!

un-angel dijo...

Yo estoy con el Driver, como experimento sociológico deberías haber aceptado y luego hacer una crónica en condiciones, jajaja...
En determinados momentos de la vida a uno se le crean confusiones entre "el vino blanco de beber" y "el vino blanco de echarle al pollo" y hay que bandearlos y asumirlos, no es exclusivo de señoras aburridas de su circunstancia......
...ah, ¿que solo me pasa a mi?

desgayficando dijo...

Uy mocho te he visto un poco en momento outing eh, menos mal que lo del empanadillico se sabe ya desde hace decadas en el marimundo. Pero bueno he aquí lo importante, así que aparcas en un parking de cruising hetero, que fuerteeeeeeeee, pues alégrate hombre, que sigues triunfando, la señora te vio que eras un mozo de buen ver

Ilúvatar dijo...

vaya que están desatadas por allá! jajaja

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