Departyendo



Pero dónde vas, Mocha, venga de salir venga de salir el viernes y el sábado por la noche con la que está cayendo. Que la temperatura ha bajado un huevo, que no puedes salir a la calle sin rebequita por el relente que hace, que encima teníamos buenrollimanifestación en el centro de Madrid (con los consiguientes altercados posteriores) y tú hala con el coche parriba hala con el coche pabajo.

Pues chica mujé, qué quieres que te diga (que mi vida va genial, que todo transcurre tal y cual...) que a los amigos les da por hacer fiestas privadas en casas. Y tuvimos una el vendredi soir y otra el samedi, que somos muy franceses.

Y que fueron muy divertidas, qué leches. Y con gente muy diferente. En una nos intentaron vender una Thermomix y en otra TX se dedicó a filmar a los asistentes bailando para editar un vídeo posterior. En las dos hubo su dosis justa de bitcheo, su comida tradicional y su ración y media de pavonerío.




Porque bonitas, tengamos la edad que tengamos, siempre queremos presumir y ser las más monas de la fiesta. Y claro, luego pasa lo que pasa.

A mí mi TX me regaló por mi cumple una preciosa camisa azul marino con estampado retro (vamos, que parece una corbata de mi padre de hace treinta años). Huyyy, le digo, me está un poco justitaaaa. Baaah, tranqui, me contesta, si ahora estás adelgazando, un poco más de zumba y ya. Pues bien, la camisa es ideal para estar de pie todo el tiempo metiendo tripa (lo que viene siendo hacer un abdomineitor continuo), porque cuando hay que hacer un movimiento un poco brusco...



¡La pelusilla del ombligo!

Pero no te creas que fui la única, no.

Que aquí mi amiga la Rocío de La Mancha tuvo su momento "la protagonista de la fiesta soy yo" por culpa de una botella de ron "Diplomático".

No es que se tratara de mariquitas licenciados en ICADE que se van fuera a vivir su sexualidad fuera de los círculos tardorretrógados en los que se han movido siempre, no. Se trataba de auténtico Ron Diplomático, de Venezuela.



Que yo te diría que estaba de puta madre si la puta de la calva no se hubiera bebido ella solita toda la (ana) botella.
¿Consecuencias?
Que nos quedamos sin probar el ron.
Que la de La Mancha se agarró un pedal del quince.
Y que empezó a hacer cosas muy graciosas, como empeñarse en recoger nosequé del suelo y entonces...


RAAAAAAAAAAAS


Porque parecía que estábamos compitiendo a ver quién iba vestido más retro y claro, los pantalones de jubilaíllo que me llevaba la calva no resistieron "la agachasión".




Aunque después de que le sacara la foto y se la enseñara a todo el mundo, el comentario no era "hala, se le han roto los pantalones", sino... "¿tiene los pelos de la parrusa de color morado?"

Y no te creas que estuvo toda la noche con el culo pegado a la pared, como si aquello estuviera lleno de mariquitas, noooooo. Que con el melocotonazo que llevaba hasta estuvo bailando y haciéndose cargo de la selección musical, reemplazándome.

O sea que entre los dos podríamos perfectamente haber estado haciendo whaleing en la fiesta, o sea, las ballenas (o las belugas).




El caso es que dos parties distintas, muy divertidas y de las que nos fuimos a hora temprana porque mira, la edad no perdona y el estado de cansancio era más que evidente.

Hubo que compensar tanto ajetreo con un poco de gimnasio (#yonodigogym) tanto el sábado como el domingo. Y no lo cuento para presumir, sino para provocar, que al Tx se le olvidó echar a la bolsa la camiseta y el pantalón para hacer deporte y para que no se volviera a casa yo le dejé la ropa que tenía prevista ponerme a la salida: mi bonito pantalón de chándal y mi camiseta limpia. ¿Y? Pues que a la salida yo tuve que volver a casa de kommando con un minipantalón de deporte sudado que se me iba bajando y una chaquetilla, sin camiseta, cuya cremallera tenía una tendencia tremenda a irse desabrochando, aprovechando Tx el camino para sacarme unas indecentes fotografías robadas en el parque infantil que separa nuestra casa del yonodigogym.




¡peroquécerdas!

Muchas gracias, mis niños, por invitarnos a estas dos superfieshtash. Lo pasamos en grande, en las dos, volvimos íntegros a casa y además tuve la precaución de tomarme el SanEspidifén al llegar por la noche en vez de esperar a la mañana siguiente, así que de resaca CERO.

¡Y descubrimos el ALMOGROTE, que no es ningún chulángano superbruto sacado del Growlr sino una deliciosa crema de queso típica de La Gomera. ¿Cómo te quedas?


Muertaenlabañera, majabonita.

3 comentarios :

Unknown dijo...

Eso me demuestra que tengo que salir más. Pero ejque hacía una rascaaaaa...

Anónimo dijo...

Uys, ¡qué bien lo han pasado Vds.! ¡Fiesta + fiesta + guarrifotos (y más fiesta, hay que pensar)!

En llegando a unas edades y, más allá del abdomineitor, adoptado el cuerpo unas configuraciones morfológicas indeterminadas... ¡viva la lycra!

desgayficando dijo...

Madre mía como os lo pasáis, por cierto la camisa es preciosa (nota: yo le regalé una muyyyyy parecida a mi chico, asi qué, que voy a decir)

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