Findechimpúnchimpún

 
Qué no parar, jamía, qué no parar.

El viernes, después de una jornada labolaboral de esas de tirarse por los pelos y salir a la calle gritando como las locas, se puso a llover.

¡Cojonudo! Y yo tenía sesión de firmillas del libro en Fnac Callao (la Fnac, que parece que si no le pones el artículo no es na de na).

Viernes por la tarde, finde de diciembre, lloviendo, y yo poniendo vocecilla de corderito contratenor a mi tx: Oyeeeee, que tengo que ir al centroooo, huuuy no sé si voy a llegar a la horaaaa, no me da tiempo a pasarme por casaaaaa. Y él sin inmutarse, sin ocurrírsele ni siquiera sugerirme que me podía acercar. Sorella di mia madre, voi siete inesorabile. Así que nada, al metro.

Chucuchú chucuchú y salir en Callao.


Pero vamos a ver, ¡qué ganas de salir a la calle tiene la gente! De noche, con frío, lluvia y toda la calle era un mogollón de paraguas chocándose unos con otros. Quin espant.

Llegué a la Fnac a las siete menos cinco, bien, y busqué mi mesita. Menudo bochinche había en las VIII Jornadas Comiqueras. Nos habían distribuido a 63 autores en dos plantas, con una mesita con nuestro nombre (que ya les vale, porque si mi editor me ha elegido un nombre artístico -que es el que figura en la portada del libro- , a mí me pusieron con nombre y apellido reales) y en cuanto me siento...


¡zasca! ya había un par de chicos monísimos esperando a que llegara para que les firmara el libro.
¡Pero bueeeeeno!
Y la cosa fue un poco desastrosa, porque yo había cogido un boli del coche y... ¿qué es lo que pasaaaaa? Que no pintaba, ni a la de tres.

Otro chico que llegó un minuto después me ofreció el suyo para que pudiera firmar ya toda la tarde.

¡ O sea, qué vergüenzaaaaaaaa !

Yo le propuse a un amigo que bajara por favor a la planta de papelería, cogiera un boli y me lo trajera. total, como no había que pasar luego por caja... pero ya me parecía demasiado azucarmorenístico todo.

Y encima me separaron de mi dibujante mediante un estante de libros.


En fin.

No sé cuántos libros firmé, creo que una docena o así, pero la verdad, me hizo mucha ilusión, porque los que vinieron no eran los amigos / familiares que vinieron a la presentación, sino seguidores de este blog (¡hola al seguidor de los martes, hola al de la trenka simétrica y perfectamente abrochada!) o personas que habían visto el libro y les había gustado.

Vamos, que estuvo muy bien, y mil gracias a los que pasasteis y os identificasteis. Sois unos cielos.


Estuve al lado de Fefeto, el autor del comic Anselmo, una historia muy marica que recoge toda la iconografía gay de la edad moderna, y que es un cielo de hombre (al día siguiente me invitó a la presentación en La Central, con intervención de La Prohibida, pero yo tenía cena de semigala en casa, con un tx atacado de los nervios como de costumbre).



Ahora que lo pienso... ¡Tx se quedó en casa!
Mejor, porque así la Ketty y yo nos fuimos después a tomar algo por ahí.
Peor, porque cuando llegué a casa...

¡¡¡¡¡ARGHHHHHHHH!!!!
Tx había estado preparando parte de la cena del día siguiente. En concreto, la salsa.
¿Tú sabes lo que significa para una persona que DETESTA la cebolla llegar por la noche y que toda la casa huela a cebolla?
Repug repug.
Casi me da algo.
Aunque claro, la culpa es nuestra por tener una casa tan moderna y cocainómana (es decir, sin tabiques).
Que hasta en la cama me olía a cebolla, aaaaaaaaaghhhhhh.



A la mañana siguiente me vengué de Tx haciéndole pagar en carnes su afrenta olfativa.

Y tol sábado tol sábado dedicados a limpiar y ordenar la casa (que así a lo tonto a lo bailo, llevábamos un huevo sin ponernos en plan domésticas) para por la noche ofrecer una cena superguays a unos amigos que venían de lejos (dos de Fuenla dos de Levante).


Que esa es otra, maripuri, que hemos empezado con la temporada de "tenemos que quedar con", porque casi todo el mundo que puede vuelve a casa por navidad, y ya este finde tuvimos cenorrio las tres noches. Y eso se nota en la panza y en la báscula (afortunadamente mi monitriz de zumba lo sabe y el lunes nos preparó una sesión nonstop que casi echo las tres cenas).

Pues eso, cena con los achos el sábado y comida donde los suegros el domingo.


Una vez tx le dijo a su madre que me encantaban los muslitos de cangrejo (es verdad, me encanta esa guarrería de surimi, aka abadejo de granja) y... ¿adivinas lo que me pone siempre que voy a su casa? Exacto. Mancanta.

 
Ópera por la tarde. L'elisir d'amore  en el Teatro Real en plan Gandía Shore pero sin Esteban, Ylenia ni Arantxa a la que le picaba el chichi con los condones.
Muy divertida, totalmente recomendable. Creo que quedan un par de funciones. Si puedes ir acércate. Ya lo sé, la ópera es cara y hay muchos gastos, pero como espectáculo, merece la pena.


¿Habéis visto la pista de hielo que han puesto en la Plaza de Oriente? Ay si Franco levantara la cabeza.



Y luego cena de despedida de los achos, que se volvían a la costa en Blablacar. Parece que funciona, oye, aunque joder, a saber a quién narices metes en el coche.



Que eso, que empieza la semana, babies, y que me tengo que sacar alguna foto ligero de ropa con el libro para promocionar en la página las ventas navideñas. ¡Qué perezónnnn!



10 comentarios :

Jorge dijo...

Pues el lector de los martes sigue fiel al blog. Un placer conocerte.
Salu2!

Unknown dijo...

Yo tuve visita y no me pude acercar el viernes. Pero bueno, ya lo tenía firmado ;)

Tengo un amigo que también usa mucho eso del coche compartido y está encantado, aunque yo no lo termino de visualizar.

Mocho dijo...

Muchas gracias por venir, Jorge, de verdad, hace MUCHA ilusión.

Cómo lo vas a visualizar tú llamándote Driver. Qué ser.

Eleuterio dijo...

Me encantó la cita suorangelesca. Me reí mucho.

Aquí se usa mucho lo de compartir auto con desconocidos para ahorrar costos. Suelen usarlo mucho los estudiantes (que suelen estar suculentos). Incluso hay una opción uranista cuya sede telefónica se encuentra en...,sí, caballero, en Berlín.

DiegoC dijo...

Mocho!!!Que hoy no te he visto en lo de Proustar!!!Me parece fatal fatal fatal...te has quedado sin mi detallito,hala!!

Anónimo dijo...

Buenas!
No sé si darme por aludido con lo de la trenka o no, pero en cualquier caso, tras sendas dedicatorias pasé por caja y compré el libro, jeje. Y por cierto, me ha encantado! me he reido muy mucho. Genial. ¿Para cuándo el siguiente? :-) Un placer conocerte Mocho y muchas gracias a Daniel también por el dibujo express.
Rast

Mocho dijo...

Rast, pues no sé si eras tú, pero la trenka perfectamente abrochada, con todas las trabillas simétricas era altamente perturbadora.

DiegoC, acercarme al centro de Madrid un miércoles por la tarde de diciembre con lluvia me resulta una tarea altamente imposible. Ya quedaremos en algún club de mala nota donde no podamos escapar, hombre.

Bueeeno, Eleu, al menos tú pillaste la cita :)

Pepe dijo...

Yo, que soy de provincias, me tuve que conformar con comprarlo por internalga, asi que mi ejemplar estará siempre viudo de una dedicatoria. Sinf!

Christian Ingebrethsen dijo...

Tienes razón en lo de L'elisir d'amore (fui a verla el último día y no es la primera vez que la veo) pero que quieres, es lo que tienen todas las óperas buffas, que son como un capítulo de La que se avecina pero cantado. Me han recomendado tu libro pero antes de hacerme con él he preferido pasarme antes a leerte un poco por aquí.

desgayficando dijo...

Andaaaa, pero si salgo nombrado en un post y yo sin enterarme, yo soy uno de los dos chicos mega monisimos o al que pedistes que bajara por el boli que ya no recuerdo?, me temo que fuí al que pediste que bajara a por el boli, que poco me piropeas mocho :-(

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