Y luego nos preguntan que por qué no vamos al cine

 
Hemos visto (o intentado ver) en casa cuatro películas estrenadas con gran aparato publicitario. Las cuatro nos han resultado un plastazo, una basura, una ñórdiga.

Y es entonces cuando te dices: sí, vale, la industria cinematográfica está en crisis. Pero, ¡joder! ¿Y la pretende solucionar así? Porque vamos, voy al cine y pago 10,20 que cuesta la entrada por ver semejantes bodrios y me cago en todos sus putos muertos y no vuelvo más.



Que sí, que la culpa es nuestra. Que tenemos que pasar de Hollywood e interesarnos por el cine de autor (joder, con lo marintelectuala que era yo cuando era jovencito, quién me ha visto y quién me ve), que tienes que ver pelis buenas, y no lo que te meten con cuchara. Pero chico, de un tiempo a esta parte uno se ha vuelto poligonero, vive con su churri, acercarnos al centro al cine es un parto y lo más cercano que tenemos son multicines en varios CCR (¿hay que explicarlo, Centros Comerciales Remotos), con lo cual la oferta más accesible que tenemos es la de películas supercomerciales.

Y vamos por partes.



El Gran Gatsby del australiano. A mí no me molesta lo del montaje histérico ni los excesos visuales. Mi problema con esa peli son los actores, con el carisma de un postre de gelatina: Tobey Maguire es para darle de tortas, y la Carey Mulligan, que está últimamente hasta en la sopa, no hace nada. A DiCaprio le pasa lo que a Cruise, que haga lo que haga no te lo crees. Y luego la historia: ya me pareció aburridísima en la versión de Redford/Farrow. Vamos, bodriete aguantable sólo por la estética.







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Luego las otras dos pelis que ya he comentado por aquí de tierra postapocalíptica, la de Oblivion de Cruise y la After Earth con Will Smith. Es que no hay por dónde cogerlas por pretenciosas, ñoñas, predecibles y, en el caso de la primera, por mucho presupuesto que tenga, parece "barata". Sobre Smith no voy a decir nada para que no me llames racista pero 
tela con el señor, su hijo y toda su familia.



Y ya la última: El Llanero Solitario, versión Disney 2013.

Estooo... ¿de verdad se gastan los dinerillos en hacer esta cosa?
Y eso que en principio no pintaba mal. Yo no soy fan del llanero porque lo único que vi fue una versión en dibujos animados muy malos allá en el año catapún chimpún de la que lo único que recuerdo es el "Hi-yo Silver, away". O sea que no tengo prejuicios de cómo se han cargado el personaje, el espíritu de la serie de tv del año de maricastaña y tal. Vi la película cuasi totalmente virgen. Además, me esperaba algún tipo de entretenimiento para toda la familia tipo "Piratas del Caribe" (mismos productores, director y protagonista), o sea, algo insustancial e intrascendente para pasar el rato.

Pero no. Es una bazofia de principio a fin. ¿En serio nadie ha revisado un guión que avanza a trompicones alternando escenas de acción con larguísimos ratos de aburrimiento mortal? Los chistes son para niños de 4 años, y ni eso, no tiene ninguna gracia. ¿¿¿Para eso casi tres horas de peli???



¿Hablábamos de actores sin carisma? Al lado de Armie Hammer (el llanero), los protas del Gatsby son Sarah Bernhardt. a Johnny Depp no se le coge el punto cómico en ningún momento y la chica es "rara". Los únicos actores que están bien son el malo (William Fitchner) y Helena Bonham-Carter (pero cómo su papel es tan anecdótico, ni caso).

A lo que voy, que ni para niños ni para familias ni para adultos ni para ná. Menudo sopor.

Y, sin embargo, una película de la que no esperábamos nada de nada nos ha mantenido la atención.


Se trata de Objetivo: La Casa Blanca (Olympus has fallen), y es la típica peli en la que héroe de acción tiene que solucionar él solito un ataque terrorista. Película de género con todos los clichés habidos y por haber: hombre caído en desgracia que tiene apañárselas solo, conflicto conyugal, presidente de los Estados Unidos que quiere mucho a su familia, niño valiente, malo malísimo de origen norcoreano, amenaza nuclear, cuenta atrás, agentes dobles, generales del ejército que no confían en el héroe, encargada de defensa negra (tiene que ser negra), tiros, más tiros, peleas cuerpo a cuerpo, y par de dicursitos patrióticos (ya se sabe, aunque nos ataquen, los USA resurgiremos de nuestras cenizas, y 
salvar la Casa Blanca supone salvar el país, la libertad y a todo el mundo mundial).

No hay giros de guión, ni sorpresas, ni cosas raras, nada está dejado al azar, el guión sigue un patrón arquetípico y normalizado. Y cada momento culminante va precedido de un crescendo musical que no deja dudas de lo que va a pasar. ¿Y qué ocurre? Que funciona. Mantiene la atención, la acción está dosificada y el guión, dentro de su exceso, no es bochornoso. 



A Gerald Butler le pasa en la cara como a Colin Firth: si no está extremadamente delgado o le salen papos por todas partes. Hace ya añitos de 300 y el actor declaró que nunca más se sometería a un machaque físico como el que sufrió para aquella. Da el papel de tipo duro, no se dedica a hacer bromitas a lo Willis y mira, funciona. Ah, no se parece en nada al tipo que aparece en el cartel. Y oye, Aaron Eckhart tiene presencia. El resto no existen.

Vamos, que al final la peli de la que menos expectativas teníamos resultó la más entretenida.



Y ahora te dejo que me voy a ver "Pounded", con Jesse Jackman y Trenton Ducati. Y para después tengo prevista una cinta iraní sobre la soledad de un pastor de cabras en el kurdistán (la versión musical).



2 comentarios :

un-angel dijo...

Yo es que la verdad no hubiera ido a ver ninguna de estas al cine, a no ser para echarle un ojillo al Gerald Butler que fíjate, a mi con los papines me pone todavía más, jeje. Creo que de todas la de Pounded es la que más promete con muchísima diferencia pero claro, en esa no sale el Butler, ¿a que no?...

Unknown dijo...

Me quedo con Pounded sin dudarlo. Al menos ya sabes lo que vas a ver :D

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