Florence Foster Jenkins: Glorious


La primera vez que les puse un disco de Florence Foster Jenkins a mis amigos en casa, me dijeron: "eres tú haciendo el payaso". Pues no.



Florence Foster Jenkins fue un personaje asombroso, una millornaria americana que a principios del siglo XX quería ser cantante de ópera y mira, como tenía dinero para pagárselo, pues se dedicó a dar recitales ante asociaciones de damas de la alta sociedad, grabar discos y hasta llegó a dar un concierto en el Carnegie Hall de Nueva York. Ella que podía.


Resulta que en los últimos años se han escrito hasta tres obras de teatro inspiradas en ella. A Madrid ha llegado la obra de teatro Glorious, de Peter Quilter, con Llum Barrera haciendo de la Jenkins.

La obra es... vamos a ver, cómo decirlo... básicamente el artículo de la wikipedia sobre FFJ (abreviemos, que es un nombre muy largo), o directamente el texto del libreto que acompaña al CD editado por RCA con sus grabaciones: A través de la voz de su pianista, Cosme McMoon, conocemos la historia de esta buena mujer, de cómo ella creía de verdad que era maravillosa, de cómo se reían de ella y de cómo, al final, todos caían rendidos ante su gloriosa personalidad.

Todo ello salpicado con chistes y juegos de palabras, para hacer la cosa amena, claro.


A mí se me hizo larga: el personaje es apasionante pero una vez que te lo presentan, canta y se acaba la sorpresa, se agota. La cosa empieza bien pero luego a mitad de función se vuelve muy repetitiva. En la parte central de la obra hay bastante relleno.



Llum Barrera hace una creación de la Jenkins. Está estupenda, graciosa, tiene tablas y cuando canta es tremenda... pero es que el personaje no evoluciona a lo largo de la obra y claro, pierde fuelle. Francamente, creo que ella mejora lo poco matizado que está el personaje.


También hay que tener en cuenta que por aquella época FFK tenía 76 años, cosa que o el autor de la obra o los adaptadores no han querido reflejar.


Ángel Ruiz está estupendo también. Es un showman nato. ¿Te acuerdas de él cuando a principios de los noventa hacía de Betty Brown, la criada negra de Shangay Lily (y la eclipsaba totalmente)? O sus trabajos después con QuésQuísPás. En Glorious lleva perfectamente el peso de la narración y ser el hilo conductor de la función.

Alejandra Jiménez-Cascón (chica qué nombre) hace tres papeles secundarios: la amiga, la criada polaca y una melómana, poniendo los puntos cómicos que no hacen avanzar la acción pero aportan variedad y risas.


Aparte de ser una comedia graciosa, es muy interesante conocer el personaje de la Jenkins (sí, todo lo que cuentan en la obra esta señora lo hacía, hasta lo de ponerse alitas o disfrazarse de pastorcilla).


Eso sí, sigo pensando que Glorious estaría mejor cortándole veinte minutitos. Sé que ha estado de gira por otras ciudades, no sé si Madrid es punto final de la gira o seguirá más, pero el caso es que creo que merece la pena asistir. En atrapalo.com hay entradas desde 10 y 12 euros. Y da gusto ver la cola que había para los dos espectáculos que había en el teatro: ballet arriba y Glorious en la sala pequeña, que estaba abarrotada de gente.

Ah, hablando de pianistas y de glorious:


8 comentarios :

MM de planetamurciano dijo...

Pos tengo un amigo ke me dijo ke le encantó; ya no sé a kien creer...

Mocho dijo...

De nuestro grupo, 50/50.
Está bien, pero tanto como encantar...

Mocho dijo...

Al lado mío una señora se reía como un canasto durante toda la obra, también es verdad.

Unknown dijo...

Al pianista le sobra músculo, digo.

La Jenkins es un puntazo, pero creo que a mí me pasaría como a tí, una obra entera dedicada a ella se me haría pesado. Si logro verla algún día ya te diré.

A pesar de todo, me da envidia la señora, jate tú: escaso sentido del ridículo, fortuna para dedicarse a lo que quiso y disfrutando a tope ...

Ah, a Ángel Ruiz lo recuerdo de unos números que hacía con un pianista, super gracioso y además canta muy bien.

Besicos!

Eleuterio dijo...

Yo la ví en Bonn en un teatro minúsculo y coincido contigo que la obra tiene debilidades de estructura (que no describiré aquí para no hacer un spoiler). Pero la protagonista - una actriz de más de cincuenta años- lo hizo tan estupendo que te olvidabas y parte de la fascinación del personaje histórico se transmitía en el escenario.

El pianista era MUY gay - con su pelo peinado en ondas- y se notaba; habló con acento vienés.

Y al pianista de la foto yo le ejecuto un andantino con ternezza.

Sufur dijo...

Jeje, aún me acuerdo cuando la ponían en el "pograma" de Gomaespuma...

Si todos tuviéramos tanto desparpajo y tan poco sentido del ridículo como esta señora, el mundo sería bastante más absurdo, pero mucho más divertido.

Feñizio dijo...

Ai que risa al escucharla, pero de todas maneras tiene su no se qué que gusta.
Y que regia el que se diera estos gustos.

Abrazos.

Peritoni dijo...

Betty Brown!, qué recuerdos.
Han pasado por Valencia ya y se nos escapó... grrrrrr

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