viernes, 10 de octubre de 2008
-
Resulta que Marta era una niña que mendigaba por Barcelona con su mamá cieguita, que la mamá se lió con un señor cruel y borracho que las maltrataba a ambas. Cuando la cieguita murió, el borracho obligaba a la niña a bailar por los pueblos para sacar unas monedas. Fue así como, con 13 años, Marta fue vendida al terrateniente Sebastián, que se encaprichó de ella, a cambio de un molino. Ha pasado el tiempo y las cosas no le van bien a Sebastián. Para salvar sus deudas decide casar con una rica heredera, pero tiene que eliminar todo rastro de su pública relación con Marta. Para ello, obliga a la chica a casarse con Pedro, un sencillo pastor que vive en las montañas y jamás ha pisado el pueblo, las tierras bajas. Marta está horrorizada y odia a Pedro porque cree que se ha vendido por dinero. Se enfrenta a Sebastián, quien dice que a pesar de la boda seguirá siendo suya y que la misma noche de bodas irá a su dormitorio. Las gentes del pueblo, mientras, chismorrean y se ríen del pastor. Pedro, ajeno a toda la historia, está encantado con el matrimonio y se ha enamorado de Marta nada más verla. Le cuenta una historia de cómo mató a un lobo sólo con sus manos. Marta, desconcertada, no quiere dormir junto a su marido ni con Sebastián tras la boda, lo que confunde a Pedro.
A la mañana siguiente Pedro está convencido de que había un hombre en el dormitorio y comunica a Nuri, una amiga de Marta, que no entiende a su mujer, y que quiere dejarla y volver a las montañas. Marta se pone celosa de que su marido hable con otra mujer y la echa. Le confía toda su historia al viejo del lugar, que promete ayudarla pero le dice que le tiene que contar todo a su marido. Pedro está enfadado con las burlas de la gente y con la actitud de Marta, y le dice que la va a dejar. Marta le provoca y le dice que lo engañó, que había un hombre la noche anterior. Pedro la hiere con un cuchillo pero ella se vuelve loquísima del potorro diciendo que nada le haría más feliz que morir por su mano. Finalmente se confiesan los dos enamorados el uno del otro.
Llega Sebastián y obliga a Marta a bailar para el padre de su rica prometida. Ella obedece pero Pedro se enfrenta al amo y pelean, siendo reducido por los criados de Sebastián. El viejo del pueblo le dice a Sebastián que su boda con la rica heredera ha quedado suspendida porque le ha contado todo al padre. A Sebastián le da igual y decide aprovecharse de Marta ya sin miramientos. Intenta forzarla, ella grita y acude Pedro. Se produce una pelea. Pedro termina estrangulando a Sebastián al igual que hizo con el lobo y se va con Marta a las montañas, lejos de la maldad de la tierra baja.
¡Y luego hay quien se mete con Soraya Montenegro!
Anda ya
Culebronero a tope.
11 comentarios :
qué dramón! me da pena Pedro, la verdad, porque la otra es una majara de la vida.
¿Y esto de dónde ha salido exactamente? ¿es otra ópera desas con superdrama? ¿ein? Porque mira tú que de argumento hay alguna ópera que ni la pobre Topacio o Cristal.
Lo de que el de las montañas se llame Pedro me suena de algo...
Qué dramón, ricos, pobres, violaciones, infidelidad, amor... Y todos heterosexuales!!! ¿qué es esto? qué cuento más raro, jajaja
Tiefland! Y ya si ves la película de Leni Riefenstahl te caes de culo...
Es una tragedia griega en toda regla... Manencantao los modelos de Zitronella y Clementina, ¿para cuando el estreno?
Así me gustan a mi los dramones con malos muy malos y buenos casi tontos.
Sorasha montenegro forever!
Virgen Santa! El argumento de una ópera! Virgen Santa!
Motel Hell... Apetecible, muy apetecible (no la conocía, reconosco mi ignoransia)
¿Dinora meets Jenufa?
Oche, super inquietante la primera foto, ¿de quién es?
Funks, la foto es de Clive Rowat, e ilustra el paralelismo de la muerte de Sebastián con la del lobo.
Brecks, más o menos, pero sin cabra.
Coxis, yo tampoco conozco Motel Hell auqnue sé dónde conseguirla, la única razón de ponerla es que la protagonista es la profesora mala de Porky's.
Iuventianus, lo de la Leni haciendo ella de directora y protagonista es molt fort. Descargable por cierto aquí
Al final no fue para tanto, ¿eh?
Publicar un comentario
Comente, comente