La fiesta de las bolas 2016 (ii)



Después de todo lo que armamos con mi vestuario para la fiesta de las bolas, tocaba preparar la casa para el evento.

Recordemos cómo fue en años anteriores:

2009 - 2010 - 2011 - 2012 - 2013 - 2014 - 2015

Y sí, este año nos hemos pasado.

1. Luces en el colgajo de bienvenida del pomo de la puerta.


2. Alfombra roja para que los invitados entren y yo anuncie su nombre en alto. Para algo tenemos un pasillo larguísimo en la entrada, ¿no? Se compra en Leroy Merlin moqueta ferial al corte, a 3 euros y pico el metro cuadrado. Y luego la cortamos en tres tiras y hala, ya está. Oye, pues ha venido muy bien para que la casa se ensucie menos y además, daba un toque de prestancia. Alumbrando, unas lamparillas falsas led.


3. Luces led en la estantería de libros y discos y en la lámpara de la mesa.



4. Mantel de papel dorado con camino de mesa de estrellas plateadas que ninguno de los dos sabemos de dónde ha salido pero lleva años en casa.


5. La chimenea falsa de siempre en la Besta de Ikea, con su ciervo (peluchicidio), sus velitas led y su hogar de iPad.


6. El belén laico de todos los años. No ha sufrido ninguna modificación este año salvo que hemos cambiado el ylenístico espumillón por una preysleriana cinta de Primark.


7. La iluminación especial navideña la hemos logrado con un proyector láser comprado en Aliexpress por 12 € al que le hemos puesto un objetivo gran angular de la cámara de vídeo para que amplíe. Y oye, quedó muy bien.



8. En el baño, special decorations, comme d'habitude.



9. ¡Supernovedad! Hemos habilitado un perchero tipo burro usando el trípode de la cámara, el caballete y una de las pértigas de pintar, para evitar que la cama se convirtiera en una montaña de abrigos. ¡Funcionó!


y 10. La gran novedad de este año (junto a la alfombra): LAS CORTINAS.

Porque Tx quería poner unos cortinajes y los pusimos.
Y mira que, siendo lo que nos parecía más difícil de hacer, al final resultó lo más complicado de planificar, pero luego lo ejecutamos y colocamos en una tarde.

Hagamos memoria: vivimos en una casa/no-casa que tiene un ventanal de seis metros de altura. Oooh, sí, espectacular, pero chica, da al norte y en invierno entra un frío dequetecagas. Para cualquier cosa que queramos hacer en serio necesitamos un andamio, porque no hay quien se suba. Y ya conseguimos colocar unos estores blancos que llevan sus rieles de sujección.




La idea era: hacer unas cortinas (rojas, por supuesto) de papel tipo telón, y dejarlas colgadas de los rieles de los estores. Sencillo, ¿eh?

Veamos cómo se hizo.
Lo primero nos agenciamos un rollo de 25 metros de papel trenzado de mantel desechable de restaurante, que es lo suficientemente ligero como para colgarlo y tiene la consistencia y apariencia de tela. Makro mon amour. 


Lo cortamos en cuatro piezas de 6,25 metros. Y en uno de los extremos lo pegamos con cola de contacto a media cartulina roja haciendo la forma en doble Z de los pliegues. La cartulina va pegada sobre sí misma dejando un hueco por el que meter la barra de la cortina. Todo eso cuatro veces.



Compramos dos palos de fregona y metimos en ellos los cortinajes confeccionados en el párrafo anterior (dos en cada) por la parte de la cartulina.

El problema ahora está en sujetar esos palos a los rieles de los estores. 
La solución: las perchas de puerta de Primark, que tienen forma de S con los ángulos rectos.
En casa teníamos 3. Fuimos a comprar más pero ah, ya no las venden iguales, ahora tienen otra forma y son de colores. Rayos, había que apañarse.


Con la ayuda de una pértiga extensible que tenemos para pintar, sujetamos los colgadores con cintas de papel celo y conseguimos colocarlos en el riel de la cortina. Oh, milagro, encajaron perfectamente... tres de ellos. El cuarto hubo que apañarlo de otra manera, pero tampoco fue muy complicado porque tenía un hueco por el que cabía el riel.

Bien, sujecciones colocadas pero... ¿y las cortinas?
Pues ahí nos tienes a Tx y a mí sujetándolas con alambres a los extremos de dos pértigas y llevándolas a la par hasta colcarlas en las perchas de puerta. Todo desde la cubierta fiesta (o sea, nuestro dormitorio), a unos 3 metros del ventanal en sí. Y fue.... ¡sencillo!



Finalmente le dije a Tx que los palos de fregona se veían mucho. Ni corto ni perezoso hizo unos churritos con la cinta de regalo preysleriana de Primark, los llevó hasta los extremos de las barras y los introdujo grácilmente.



Como colofón, en nuestro maravilloso HiperAsia del polígono encontramos unos cordones de cortina supergordos, dorados y con unas borlas del tamaño de un puño. Se les hace un nudo, se sujetan en el sitio adecuado y....


Resultado final: TENEMOS UNOS CORTINONES FALSOS DE SEIS METROS DE ALTURA DEQUETECAGAS.



Una de mis múltiples sobrinas dijo: ¿Y habéis hecho todo esto sólo para la fiesta, para un día?

Por supuesto que no, eso se queda ahí hasta el 10 de enero que quitemos la decoración. Vamos anda.

Pues te voy a decir una cosa, serán todo lo pegote y lo falsos que sean, pero ya dos personas en la fiesta de las bolas mostraron su interés en el proceso y el tipo de material para poner unos similares.
No hombre noooooo.

3 comentarios :

Mejugenia dijo...

Qué imaginación tenéis, me dais mucha envidia, porque yo no caería en hacer algo así ni de broma. Enhorabuena porque la decoración ha quedado espectacular, ahora espero con ansia ver las nuevas aportaciones de bolas.

Jota dijo...

pero tanta chuminada decorativa para terminar poniendo platos de plásticos?????? :-o

Anónimo dijo...

¡Toma ya! Lo vuestro es de quitarse el sombrero... y el resto de la ropa también porque eso es preparación para eventos y lo demás, tontería... ¡Enhorabuena por el resultado!

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