Ha muerto Shangay Lily

 
Ayer lunes falleció a los 53 años Enrique, aka Shangay Lily, pionero del dragqueenismo en este país, impulsor de la visibilidad gay en Madrid, fundador del primer fanzine mari, partícipe importante del cambio del modelo de los locales de ambiente de la capital y, posteriormente, escritor y activista LGTBQRTQTR.

La primera vez que oí hablar de de Shangay Lily fue por un amigo que me contó que se había abierto un nuevo bar de ambiente que funcionaba sólo los domingos en el China Club de la calle Amor de Dios, al lado del metro Antón Martín. Y que le habían dicho que era muy divertido y que hacían concursos y juegos en los que participaban los asistentes.

Te estoy hablando de la primera mitad de los 90, cuando el panorama de bares de ambiente que había en Madrid estaba pasando del puro terror y sordidez a sitios abiertos, ¡con luz! y dirigidos a una clientela más acorde con la época.

Cuando fuimos al China Club (el antiguo la Luna, para quien sea ya de la post-movida) no nos lo creíamos: un personaje extraño (ni era drag ni travesti ni transformista... ¿qué era?) había pintado en tiza en el suelo una especie de tablero gigante del "Gran Juego De La Loca". Buscaba la participación del público, casi todo bastante pijo y jovencito, que huía despavorido cada vez que se acercaba. De las pruebas que tenía que pasar el osado "concursante" sólo recuerdo una que consistía en recoger calcetines de los asistentes para llevarse un premio (que probablemente fuera una copa). La música era petarda a más no poder, los grandes éxitos bailables que te avergonzarías de ponerle a tus amigos. Toeo el mundo se lo pasaba en grande. Y eso un domingo por la noche. El Shangay Tea Dance acababa de nacer.

El boca a boca hizo el resto y la fiesta dominical fue pasando de sala en sala. Recuerdo Baños, en la calle Escalinata, donde se consolidó. Allí hubo actuaciones, imitaciones, bingos, el juego de los mensajes (cada uno llevábamos un numerito e íbamos a recoger los mensajes que otros malévolamente nos mandaban) y un aire acondicionado que nunca llegó a funcionar bien y hacía que nos achicharráramos.

El Shangay Tea Dance también pasó por Tímpano, en Serrano Jover, por Bocaccio en Marqués de la Ensenada, o por Stella , en Arlabán. La diversión y la chochi music nos acompañó durante semanas.

Al mismo tiempo que el Shangay Tea Dance surgió el Shangay Express, el primer fanzine maricón del país, que comenzó siendo una hoja en blanco y negro fotocopiada a un periódico y posteriormente dos revistas a todo color: la de tendencias y la guía gay a nivel nacional.

Además, Shangay Lily hacía actuaciones de teatro/cabaret en algunas salas, sola a veces, o acompañada de la simpar Betty Brown (Ángel Ruiz). Fue en este país la pionera del concepto de Drag Queen como personaje comprometido con el movimiento activista y alejado del "señor que se viste de mujer" que hasta entonces habíamos visto.

En la época Stella surgieron las diferencias con sus socios (se quedó al margen del tea Dance y de la revista, pese a que llevaban su nombre como sello) y, después de intentar repetir la fórmula en otro par de locales (lo que es ahora la sauna Center y la sala Marco Aldany), Shangay Lily se apartó del mundo de la noche y se centró en su activismo, a ser personaje mediático (colaboraba en la tele) y a escribir.

Y, todo hay que decirlo, se le fue mucho la olla. Porque casi todos sus escritos en su blog del diario Público destilan un odio feroz y unos ataques furibundos a quien no comulgara con sus ideas. Es curioso que quien participara de negocios gays se posicionara de una forma tan agresiva contra el mercantilismo del ambiente, los gaympresarios, la organización del orgullo gay... se convirtió en adalid del anticapitalismo más radical. Imagino que escarmentada de sus poco agradables experiencias. El caso es que, aunque en mi opinión tuviera razón en algunas cosas, su visceralidad y vehemencia, su estar permanentemente enfadada e indignada contra todo el mundo, me tiraban mucho para atrás.

Te me quejarás de que casi sólo he hablado de la parte "festera" de Shangay pero chica, ya sabes lo que es este blog, su insustancialidad, su estar basado en experiencias personales, su frivolidad. Qué le voy a hacer.

No obstante, he de reconocer su papel esencial en la visibilidad gay, fundamental para los avances en obtención de derechos en este país.

Shangay Tea Dance pasó a Pasapoga, a Flamingo... y creo que allí ya desapareció.
Las revistas Shangay se siguen publicando.

Y si quieres más chicha, mírate la Wikipedia, el Pronto o esta bonita anécdota a modo de posdata: en la fiesta de presentación de la película Priscilla, en el Shangay Tea Dance de Stella, conocí a un muchachito así muy poquita cosa que se me quedó mirando sonriendo. Esa noche acabamos en su casa y cuando iba a pasar lo que tenía que pasar dije: ¡NO! Qué barbaridad, ¡QUÉ COSA MÁS ENORME!

3 comentarios :

Anónimo dijo...

Para fiarse de las apariencias...

Sufur dijo...

Pues mira, un toque de "insustancialidad" como la tuya acerca y hace más humana la noticia. Me apena mucho la muerte de Shangay Lily. A mi también me tiraba un poco para atrás su beligerancia de los últimos tiempos, pero el puesto de referente no se lo quita nadie :-(

un-angel dijo...

Yo -para no variar- no tenía más que un conocimiento muy marginal de este personaje y de su actividad, pero siempre me interesa mucho leer estas crónicas añadidas a la noticia que haces de como era el ambiente gay en Madrid en aquellos "primeros años de visibilidad" ( por decirlo de algún modo ). Aunque a partir de ahora cuando oiga mencionar a Shangay Lily no voy a pensar en ella sino en el dia en que el Mochuelo exclamó: "¡NO!...¡PERO QUE COSA MÁS GRANDE!", jajaja. Para que te fíes de las aguas mansas, como decía mi abuela.

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