Resaca de Orgullo 1



Hala, ya pasó, ya pasó.

Acabó el orgullo, acabaron las fiestas, acabó la reivindicación, acabó la juerga, acabó el bochinche. Y ahora toca hacer recuento, mi valoración personal.

Y es que este año he vivido el Orgullo de jueves a domingo, sin parar y, lo que es peor, sin hacer ni puto caso de las recomendaciones que yo mismo hice hace un par de semanas para sobrevivir el Orgullo de Madrid. En casa de herrero, cuchillo de palo. ¿O es cuchara?

El caso es que ahora me tocaría empezar a poner fotos y fotos de chulánganos semidesnudos, gentío y demás petardadas de la gente que he conocido o con quien me he encontrado. Pero mira por dónde voy a ser infiel a mi propia línea bloguerística, que me ha salido la vena reflexiva esta mañana. Eso, o la resaca, que todo es posible.

Este año nuestro querido Ayuntamiento se ha dedicado, como lleva haciendo durante los últimos años, a torpedear en todo lo posible la celebración del orgullo. Me imagino que doña Botella, en su cerril obsesión ultracatólica, se va apretando los pinchos del cilicio en los muslos cada vez que se le menciona el tema gay, y va soltando necedad tras necedad. Luego alguien le dice que es bueno para la ciudad, que viene mucha gente y se dejan mucha pasta, pero ella nada, a poner trabas, que venga la gente pero que no se manifieste ni haga vida en la calle, que se metan todos dentro de sus bares donde nadie los vea.

Así este año se han vuelto a prohibir las barras de los bares en las calles de Chueca y no hay música. El Ayuntamiento se excusa en que si no las cumplen las normas la asociación de vecinos rancios de Chueca pone denuncias por incumplimientos. Pero claro, ¿quién ha dictado antes la ordenanza? El mismo Ayuntamiento. Qué lerdez.

¿Y qué se ha conseguido? Pues que todo el mundo esté en la calle, como antes, sólo que entrando en los bares a por la bebida. Porque la plaza de Chueca estaba HASTA LA BOLA.


Sensaciones enfrentadas: por una parte me da rabia que se pierda el espíritu verbenero. Por otra me alegró poder hacer el recorrido Pelayo / San Marcos tres o cuatro veces saludando a diestro y siniestro tranquilamente, era como estar en un bar al aire libre, y sin apreturas. Pro primera vez en años se podía circular por las calles del barrio.

Que diremos lo que queramos, pero aquel escenario que ponían en el cruce de Pelayo con Augusto Figueroa era un auténtico peligro, aparte de paraíso de carteristas y smartphonistas. Y la misma plaza es una ratonera.

¿Y qué ha pasado en el único sitio en el que había música, que era la Plaza del Rey? Pues que se ha convertido en un macrobotellón, llámame lo que quieras, hetero. Pasar por allí era ir sorteando grupitos de gente sentada en el suelo alrededor de las bolsas verdes de los chinos llenas de bebidas y vidrio. O sea, un asco. Este año no me he pasado por Callao más que un momentito y a hora temprana, así que de allí no puedo opinar.


Y luego está el tema de los meados. Me imagino que una vez más el ayuntamiento se niega a que el Orgullo sea considerado una fiesta popular, supone que la gente es muy civilizada, entra en los bares a pedir sus bebidas y las consume y bebe allí. Y el botellón no existe. Así que nada, no ponemos urinarios públicos. Las cuatro casetas de mierda que había en la plaza de Chueca las quitamos porque como ya no hay escenario, para qué se necesitan, ¿no?

El caso es que las zonas donde había concentración botellonera: Chueca, Plaza del Rey y Calle San Gregorio (pobres vecinos, estos todo el año) el olor a pis era insoportable. Y luego vendrán más quejas de los vecinos y de los medios informativos más fachas a decirnos que el Orgullo es juerga, destrozos, vandalismo y degeneración. Ya hablaré del delirante mapa de La Gaceta más adelante, que tiene guasa.

Vamos, que el Ayuntamiento SE LUCE. Pero ojo, me da mucho, mucho más miedo la tal señora Cifuentes de la Delegación del Gobierno. Porque a Miss Bottle se la ve venir con sus torpezas, pero esta otra es mucho más sibilina, y ya las declaraciones sobre sus dudas de si la manifestación del Orgullo puede ser considerada como tal son para echarse a temblar. Cuidado con esta señora, que no es tan aparentemente tonta.

La Cifuentes fue la que decidió que la mani no podía pasar por Gran Vía por motivos de seguridad, cosa que a muchos les indignó sobremanera el año pasado (sobre todo a las pavas que se alquilaron habitaciones con balcón en los hoteles de la calle a precios exosféricos para montar sus parties privadísimas y verlo todo desde arriba) y que, curiosamente, han vuelto a montar el pollo este año.

Seamos un poco racionales: Gran Vía se queda pequeña para la magnitud de la manifestación y punto. ¿Seguridad? Pues no sé, no soy experto, pero desde luego el eje Prado Recoletos es mucho más amplio, se puede acceder y, sobre todo, salir de allí con facilidad y además se puede terminar en la plaza de Colón, que es un espacio enorme.


¿Qué es lo que se pierde? La perspectiva.
Otros años daba gusto ponerse por ejemplo a la altura de Gran Vía con Alcalá, mirar hacia un lado, mirar hacia otro y DISFRUTAR de la vista espectacular que ofrecía la marcha, de ver que no somos cuatro los que participamos. Ahora el recorrido es plano y o te subes a una farola o no ves mucho más que lo que pasa por delante.

Por otro lado, este año no han cometido el error de que la marcha gire 90 grados para subir Alcalá (¿a qué mente iluminada se le ocurriría eso el año pasado?) sino que el recorrido era recto, lo que facilitaba la movilidad.

Pero ¿qué pasa? 
Que la marcha se sigue haciendo lentísima, eterna. Cuatro horas, y eso que yo estaba cerca de la zona de la que salía. Un espanto.
¿Causas?
No hay barreras protectoras que protejan el itinerario.
¿Quién debería poner esas barreras?
¿La organización? No hay medios. Ni humanos ni económicos. Y ahora por favor que no me salten las cuatro exaltadas de costumbre a decirme que se forran estos días y que se quejan y lloran mucho pero luego son amiguitas de la botella y le lamen el culo.
¿El ayuntami....? Espera, ¿el ayuntamientoooo? Juaaaaajajajajaja. Vamos, si no pone meaderos, como para poner vallas.

 
 
Con todos los fallos, la marcha fue todo un éxito.
Aburrida y con carrozas feas y sin gracia, me han replicado por Twitter. 
Chica, pues qué esperas.
Yo sólo eliminaría a los gilipollas que tiran agua con las pistolas, el resto es lo que es: primero las pancartas y luego los que pagan por salir, con lo cual van cargados de publicidad. Coño, no va a ser de otra manera.

Este año mucho, mucho camión de lesbianas (les tira el rollo) y poca carne. Y que en el autobús de Shangay las estrellas fueran los Camela... pues tiene tela, también (joder con la crisis).

Pero bueno, ese es otro asunto que debe ser tratado en otra ocasión.

La mayoría de las fotos que acompañan esta entrada del blog no son mías, las he robado vilmente.


continuará... (¿o no?)

4 comentarios :

Anónimo dijo...

"Yo sólo eliminaría a los gilipollas que tiran agua con las pistolas..."

Me has roto el corazón Mocho, pero si eso es lo más divertido del día del defile con diferencia!!!! Y este año lo ha vuelto a ser, sin duda.
Por lo demás coincido contigo en todo, especialmente en la actitud pasiva-agresiva de nuestro querido Ayuntamiento.
En fin, un Orgullo Cojonudo Más :-))))

_rast_

un-angel dijo...

Es verdad, que reflexivo, Mr. Mocho.
Yo cuando leo vuestras experiencias en la celebración, como ya dije por ahí, por un lado me da como cosa no haber estado y por el otro también pienso "de la que te has librao no habiendo ido", jajaja.
...pero quedamos esperando la crónica petarda del asunto, ¿eh?

Ros dijo...

pues vosotros que vivís en Madrid, cuidado a la hora de votar!!!!! que cifuentes está ahí, en la carrera por el puesto de mrs. bottle.

Unknown dijo...

Los de las pistolas están bien cuando hace mil de calor (y llevas una camisa que te puedas abrir... ¿he dicho yo eso?), pero este año no era el caso. Y la mani/desfile/llámalocomoquieras más lenta que nunca.

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